Hamburguesas de quinoa y calabacín
Empieza la temporada de calabacines y, como durante los últimos veranos, en Cocinando para mis cachorritos expermientamos para no comerlos siempre de la misma manera. Ya hemos incorporado a nuestros menús habituales el tartar de calabacín porque es fácil y rápido y porque, ¡está buenísimo! Pues sospecho que lo mismo pasará con las hamburguesas de quinoa y calabacín.
Con el calabacín nos pasa un poco como con las alcachofas: que recogemos un montón en temporada y tenemos que investigar nuevas formas de cocinarlas para no aburrirnos de preparar siempre las recetas más habituales.
No os hacéis a la idea de lo riquísimas que están. La pega que les veo es que no son fáciles de manejar: la mezcla de calabacín, quinoa y huevo no tiene la misma consistencia que la de una hamburguesa tradicional, por lo que se desmorona un poco a la hora de freír. Y además, ¡cómo salta la quinoa! En algún momento pensé que me había equivocado y estaba haciendo palomitas 😛
La receta se la vi a la otra ganadora de la temporada del reto #Asaltablogs. Mi peripecia el mes de junio fue un poco… digamos accidentada. En resumen: un bizcocho se me destrozó al desmoldarlo y terminamos comiéndolo casi a cucharadas, luego me puse mala con un fiebrón sin más síntomas que para qué y se me pasó el plazo para llegar a tiempo al último asalto de esta temporada. Pero bueno, dicen que más vale tarde que nunca y como a mí me hizo tantísima ilusión que asaltaran mi blog, no he querido faltar a la cita aunque llegue casi 2 semanas tarde…
Sobre la quinoa
La quinoa es un pseudocereal relativamente nuevo en nuestras cocinas.
¿Qué significa pseudocereal? Pues que, en realidad, la quinoa que consumimos es una semilla, pero en cocina la usamos como si fuera un cereal.
La quiona tiene mayor contenido en proteínas que los cereales y además de mayor calidad biológica; es rica en minerales y vitaminas, sobre todo del grupo B, su digestión es muy ligera y no contiene gluten. Además, tiene un gran contenido en fibra y propiedades que la hacen muy apropiada para mantener a raya los niveles de colesterol.
En el mercado podemos encontrarla en tres variedades: blanca, roja o negra. Se distinguen por su sabor y por la manera que tendremos que tratarlas en cocina, pero son básicamente iguales en cuanto a componentes nutricionales.
Para hacer las hamburguesas de quinoa y calabacín hemos usado quinoa blanca.
Receta de las hamburguesas de quinoa y calabacín
Ingredientes
- 100 g. de quinoa,
- 300 g. de calabacín (un calabacín mediano),
- 1 huevo,
- 2 o 3 cucharadas de copos de avena,
- una pizca de ajo y de cebolla en polvo, según gustos,
- sal, pimienta, aceite de oliva y agua.
Cómo hacer las hamburguesas de quinoa y calabacín
- Lavamos la quinoa bajo el grifo.
Esto es muy importante antes de cocinar la quinoa para eliminar la saponina que recubre las semillas. De otra manera, amargaría. Como las semillas son muy pequeñitas, es conveniente lavarlas en un colador de malla fina o sobre una gasa. Con cualquier otro escurridor, se nos colarían las semillas por los agujeros.
Lavamos varias veces frotando con las manos. No se debe remojar. - Cocemos la quinoa en agua con una cucharadita de sal durante 15 minutos aproximadamente, hasta que las semillas se abran. Al terminar, dejamos escurrir.
- Mientras se cuece la quinoa, rallamos el calabacín con ayuda de una mandolina o un espirilizador de verduras. Puedes pelarlo o lavarlo bien y dejar la piel, según tus preferencias.
- Mezclamos el calabacín con la quinoa bien escurrida. Añadimos el huevo y ponemos a punto de sal e incorporamos la cebolla y el ajo molidos. Para que la mezcla coja un poco de cuerpo, añadiremos 2 o 3 cucharadas de copos de avena.
- Ponemos aceite de oliva a calentar en una sartén y, cuando esté bien caliente, vamos echando cucharadas de la mezcla, procurando darles forma redondeada. Dejaremos que se cocinen bien por un lado antes de darles la vuelta. Hay que tener mucho cuidado para que no se deshagan. Cuanto menos manipulemos las hamburguesas de quinoa y calabacín, mucho mejor.
- Vamos depositando las hamburguesas en una bandeja mientras terminamos de freír las demás y ¡listo!
Difícil no es, pero ya os digo que no es una masa fácil de manipular: es mejor no andar dándole muchas vueltas en la sartén para que no se deshagan. Y mucho cuidado porque la quinoa, al ponerla en el aceite salta un montón; es muy gracioso porque hace un ruidito como de palomitas de maíz. Lo bueno es que luego, tiene un toque crujiente que hace que estas hamburguesas de quinoa y calabacín estén realmente sabrosas. Puedes comerlas “en plato” o aprovechar y meterlas en un pan de hamburguesa casero para hacer unas verdaderas hamburguesas casi vegetales.
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