Popietas de lubina
¡Madre mía lo que cuesta cocinar con estos calores! Por eso hoy os propongo un plato delicioso y fácil de cocinar sin tener que enredar demasiado. Estas popietas de lubina rellenas de gambas están listas en poco más de lo que tardas en pelar las gambitas. Además, chicos, son súper ligeras porque no llevan nada pero nada nada de grasa.
Así que tenéis que animaros porque lo único complicado de esta receta lo hace el pescadero: le pedís que os saque los lomitos de la lubina y que os los deje sin pieles ni espinas. Muy importante quitarle las espinas. Revisadlo vosotros bien en casa antes de empezar a enrollar porque no se trata de un plato al que podamos quitarle las espinas antes de llevarnos el trocito a la boca. Y luego es muy desagradable andar sacando espinitas (o espinazas, que hay que ver cómo se las gastan las lubinas…)
En esta ocasión he usado una lubina de acuicultura, con el sello de calidad de Crianza de nuestros mares. Más adelante os hablaré un poquito sobre este tema porque ahora vamos a ver lo facilísimo que es preparar unas popietas de lubina rellenas de gambas.
Receta de las popietas de lubina rellenas de gambas
Ingredientes
(por persona)
- 1 lubina de ración.
Si es más grande, las popietas saldrán más grandes, lógicamente. Tampoco es ningún problema: a lo mejor tienes que aumentar la cantidad de gambas o compartir el plato 😉 - 120 g. de gambas frescas,
- 1 cucharada de aceite de oliva,
- 1 diente de ajo pequeño,
- sal y pimienta al gusto,
- opcionalmente, una pizca de codium en polvo.
Nosotros lo compramos hace unos meses en Biocultura Madrid. Le da un extra de sabor marino a los platos de pescado, pero a mí me cuesta un poco, la verdad. Sin embargo, al cachorrito mayor y al papá les encanta. Lo bueno es que, como se espolvorea justo al terminar el plato, lo puedes añadir sólo a los comensales que lo deseen.
Cómo preparar las popietas de lubina rellenas de gambas
- Pelamos las gambas. Reservamos por separado las pieles y la gamba en si.
- En un cazo hondo, calentamos la cucharada de aceite de oliva y doramos ligeramente el diente de ajo. Añadimos las pieles de las gambas y tostamos para que suelten todo su aroma.
Añadimos medio vaso de agua y una pizca de sal y dejamos hervir hasta obtener un fumet concentrado.
Colamos y reservamos. - Antes de hacer las popietas de lubina, nos aseguraremos de que no queda ninguna espina. Podemos quitar las que se hayan quedado adheridas a la carne con la ayuda de unas pinzas (como la que usamos para depilarnos).
- Salpimentamos los lomitos de lubina y colocamos 4 o 5 gambas sobre cada uno de ellos. Enrollamos ayudándonos de un trozo de papel film al que daremos forma de caramelo. Tenemos que asegurarnos de cerrar bien el paquete con 3 o 4 vueltas.
- En una cazuela ponemos 2 vasos de agua y cuando arranque a hervir, echamos nuestros caramelos de lubina. Lo dejamos cocer 5-7 minutos, dependiendo del tamaño de las popietas.
- Ya sólo nos queda sacar las popietas de lubina del agua, quitarles el papel film con cuidado de no quemarnos y servirlas acompañadas de una o 2 cucharadas del fumet que hemos hecho antes con las gambas. Podéis ponerle un poquito de codium espolvoreado por encima, como os he dicho antes.
Lubinas, doradas y corvinas de acuicultura
¿Qué es la acuicultura?
Al igual que la agricultura es la técnica (el arte más bien, diría yo) de cultivar la tierra, la acuicultura trata de cultivar el mar. De esta manera, la cría de especies marinas emplea términos con los que estamos familiarizados: siembra y recolección, por ejemplo.
La producción mundial de acuicultura procede de granjas en las que se crían peces, crustáceos, algas, moluscos y otros invertebrados. Estos establecimientos están jugando un papel crucial en los esfuerzos por erradicar el hambre y la malnutrición, proveyendo alimentos ricos en proteínas, aceites esenciales, vitaminas y minerales a un amplio sector de la población. Pero es especialmente destacable la contribución de los aceites de cadena larga poliinsaturados omega-3.
En España, APROMAR, la Asociación Empresarial de Acuicultura de España es la asociación profesional que representa todas las formas de acuicultura, tanto marina como continental. Está constituida por la práctica totalidad de productores de peces de crianza (dorada, trucha, rodaballo, lubina, anguila, lenguado, esturión y corvina), de moluscos (almejas, abalones y ostras), de microalgas y de crustáceos (langostinos) y representa una producción global de más de 65.400 toneladas de productos acuáticos de crianza. En 2015, un grupo de productores de APROMAR se unieron para crear el sello de calidad Crianza de Nuestros mares.
El sello de Crianza de nuestros mares identifica a las doradas, lubinas y corvinas criadas en las costas españolas que cumplen el Reglamento de Uso de la marca colectiva. De esta manera, se garantiza (entre otras cosas) la frescura del producto frente a la competencia que llega de otros países soportando varios días de transporte.
Hace unas semanas tuve la ocasión de acudir a una jornada informativa para conocer de primera mano cómo trabajan y como tratan el pescado en APROMAR. Fue intenso y muy enriquecedor. Junto con otros blogueros y personal del sello de calidad, visitamos la zona donde se crían las lubinas y las doradas además de la planta de distribución.
La alimentación del pescado de acuicultura
Las lubinas, doradas y corvinas de Crianza de nuestros mares se crían en el mar desde que los alevines alcanzan los 10-15 g. de peso. Y allí se alimentan con piensos controlados y certificados cuya composición garantiza la correcta alimentación de pescado. Desde el momento de la siembra (ya os dije que en acuicultura se usan términos paralelos a los que conocemos por la agricultura más tradicional) hasta la recolección pueden pasar entre 18 y 24 meses, dependiendo de la temperatura del agua y otros factores. Durante este tiempo, el pez se alimenta cada día, a diferencia de lo que ocurre con las especies salvajes que sólo comen cuando pueden cazar. Esto revierte directamente en el consumidor, que accede a un alimento cuyas características nutricionales son siempre constantes y garantizadas. Mientras que en los peces silvestres el valor nutritivo no es siempre el mismo: depende de variables como la especie, la edad, el medio en el que vive, la alimentación o incluso la época de captura.
Esto quiere decir que los pescados de acuicultura están mejor alimentados que los silvestres: los piensos son sostenibles, certificados y de origen ecológico. No consumen otros peces, por los que están libres de anisakis. Además, un equipo de veterinarios y otros profesionales se encargan de controlar periódicamente la salud de los peces.
Y que el pescado esté bien alimentado y sea un animal sano, repercute directamente en el consumidor: sabemos lo que estamos comprando, sabemos que es respetuoso con el medio ambiente y sabemos que su consumo es saludable para nuestro organismo.
Para asegurarte de que estás comprando lubina, dorada o corvina de nuestros mares, comprueba de que tienen este marchamo:
La foto de la derecha la saqué directamente en la pescadería del Mercadona de mi barrio. No suelo comprar pescado allí la verdad, pero mi pescadero habitual no estaba abierto ese día y recordé que en la planta de distribución nos habían dicho que uno de sus clientes era Mercadona, así que me fui a comprar pescado para hacer las popietas de lubina. Me sorprendió gratamente que conservaran el marchamo. Pero la pescadera no tenía ni idea de lo que significaba el sello ni de lo que era la acuicultura o cómo se crían estos peces.
Además, tuve una conversación con otra de las clientas que me aseguraba que sí que sí, que todo el pescado tiene anisakis porque lo han dicho hoy en la tele.
Un poquito más de formación al personal que nos está atendiendo sería muy conveniente para erradicar de la población estos mitos.
Valores nutricionales de pescado
El pescado es fuente de proteína de alta calidad, así denominadas por ser las que mejor asimila nuestro organismo. En general, presentan un contenido calórico medio-bajo y es fuente de omega-3.
No sé si necesitas más datos para convencerte de aumentar tu consumo de pescado 😉 Anímate con estas popietas de lubina que son facilísimas y está deliciosas, ¡para sorprender!
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