Verdinas con calabaza y blanquillas

Verdinas con calabaza

Con la llegada del otoño, vuelven a apetecernos platos de cuchara. Vuelven a nuestras mesas las sopas, las legumbres, los pucheros y los caldos.

Una de las legumbres menos utilizadas, quizás por su precio, son las verdinas. Se trata de unas alubias de color verdoso que se cultiva casi exclusivamente en el norte de España. Tradicionalmente se cocinan con marisco o pescados y por eso se las conoce como faba do marisco (alubia de marisco), pero en esta ocasión nosotros nos hemos decantado por preparar unas deliciosas verdinas con calabaza a las que hemos añadido unas blanquillas para que tuvieran también algo de proteína.

¿Y por qué con calabaza?

Pues porque comienza la cosecha de calabazas en nuestro huertito y tenemos que sacarle todo el jugo. En este blog podréis encontrar un montón de recetas con calabaza, tanto dulces como saladas. No os perdáis los gofres de calabaza, el café especiado con calabaza o el brioche de calabaza relleno de carne picada.

Pero además es que la calabaza queda fantástica en los guisos. En casa  nos gusta especialmente en los potajes de legumbres y hemos desarrollado una técnica (o un truco 😉 ) que ya os he contado en otras ocasiones para hacer el sofrito bien rápido y que quede fantástico.

 

En cuanto a las blanquillas, también os he hablado alguna vez sobre ellas. Se trata de una especie de choricillo pequeño de sabor muy suave que no lleva pimentón. En Madrid son súper típicas, especialmente en las barbacoas de verano y muy apreciadas sobre todo por los niños. A mí me vuelven loca y en este guiso quedan especialmente bien porque, al no llevar pimentón y ser tan suaves, no alteran para nada el sabor de las verdinas y la calabaza. Deliciosa combinación y todo un acierto.

Si no las encuentras en tu zona, puedes sustituirlas por otro producto cárnico no muy fuerte: unos muslos de pollo o unas costillas frescas quedarán también fenomenal.

Verdinas con calabaza y blanquillas

Ingredientes

(para una olla bien grande que te dará para comer 4 personas y congelar al menos otras 4 raciones. Si no necesitas tanto, reduce las cantidades)

• 1 kg de verdinas,
• 700 g. aprox de blanquillas,
• 500 g. de calabaza,
• 1 cebolla grande,
• 2 dientes de ajo,
• 3 hojas de laurel,
• aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta.

Cómo hacer las verdinas con calabaza y blanquillas

1. Lo primero, como en todos los platos de legumbres, es ponerlas en remojo. Para las verdinas, necesitarás unas 12 horas y, si las cocinas con olla lenta como yo, si pueden ser más, mejor. Añade una cucharada de sal.
2. Pasado el tiempo del remojo, prepara un sofrito con la calabaza, la cebolla y los ajos.
   

   Truco de mi casa: pela y parte la calabaza en trozos que no tienen que ser muy pequeños, parte la cebolla limpia en cuartos y pela los ajos.
   Echa todo en un recipiente con el que puedas cocinar en el microondas, riégalo generosamente con aceite de oliva, añade 1 vaso de agua y cocínalo en el micro durante 10 minutos como mínimo.
   La calabaza tiene que estar tierna porque la vamos a pasar por la batidora, junto con la cebolla y el ajo, para convertirla en una especie de puré.

3. Escurre las verdinas y ponlas en la olla donde las vayas a cocinar.
4. Echa sobre ellas el puré de calabaza y cebolla. Añade la cantidad de agua que necesites hasta que las verdinas queden completamente cubiertas. Tiene que haber, aproximadamente, un dedo de líquido por encima de las legumbres.
5. Añade sal y pimienta al gusto y las hojas de laurel y ponlo al fuego.
   

   Para los amantes de las ollas lentas: programa en alta durante 8 horas.
   Pasadas las 4 primeras horas de cocción, añade las blanquillas, prueba el caldo por si tienes que rectificarlo de sal o pimienta y deja que termine la cocción.

6. Si no usas olla lenta, sino olla tradicional, cocina las verdinas a fuego medio-bajo, con cuidado de que no se agarren al fondo durante hora y media o dos horas hasta que veas que están tiernas.
   En este caso, la carne tendrás que incorporarla a la olla desde el principio.
7. Y para los defensores de la olla rápida, el tiempo depende de cada una, pero será aproximadamente el mismo que para los garbanzos: unos 20 minutos.
   También tendrás que añadir la carnes a la olla desde el primer momento.

Luego ya sólo tienes que sentarte y disfrutar de un plato saludable y delicioso que te templará el cuerpo y el alma.

 

 

 

¡Felices platos de cuchara!