Café especiado con calabaza

Yo es que soy muy de usar nuestro idioma y por eso prefiero decir que la receta de hoy es un café especiado con calabaza que un pumpkin spice latte. Llamadme antigua, pero creo que así nos entendemos mejor todos o, al menos, contribuimos a mantener la riqueza de nuestra lengua y a que no suene a suajili cuando la cuajamos de anglicismos que, la mayoría de las veces, no sabemos pronunciar.

Porque, vamos a ver, ¿a que si os digo eso de “hoy os traigo un café especiado con calabaza” todos sabéis más o menos de lo que estamos hablando? Mientras que si leéis “vamos a tomarnos un pumpkin spice latte“, a lo mejor creéis que os quiero envenenar. Y no, eh, que yo sólo quiero enseñaros una receta nueva. O no tanto, porque parece que está súper de moda gracias a una famosa cadena de cafeterías americana. Y, de ahí, el nombre en inglés.

 

 

Café especiado con calabaza

La receta se la he tomado prestada a mi amigo Guille, que tiene un blog estupendo lleno de fotos súper preciosísimas llamado No me comes nada. Os recomiendo muy mucho que paséis a verlo, seguro que os lleváis alguna idea genial.

Me ha parecido una forma súper fácil de darle un aporte extra al café y de enriquecerlo con algo más que el impulso imprescindible de cada mañana. Como va especiado a nuestro gusto, el conjunto no sabe a calabaza, sino a las especias que se le añaden junto con el café que hayamos elegido.

Además, como un extra para que te decidas a prepararlo: si eres de los que aún le pones azúcar al café, con esta solución puedes ahorrártela y, por tanto, hacerlo doblemente más sano porque la bebida ya queda endulzada con el azúcar natural de la calabaza.

Como seguro que te he convencido, vamos ya con la receta del café especiado con calabaza.

Ingredientes

(por taza)

• 100 g de calabaza
• 100 ml de leche
• Café (la cantidad que suelas usar para una taza)
• especias: canela, jengibre en polvo, nuez moscada rallada. Ajusta las cantidades a tu gusto.

 

 

Elaboración

1. Cuece o asa la calabaza.
   Lo mejor es aprovechar cuando encendamos el horno para asar un buen trozo y conservarla ya así en el frigorífico. Aguanta varios días y, de esta manera, podemos ir cogiendo porciones cada mañana para hacernos nuestro cafetito especiado.
   También puedes hacerlo en el microondas, que es mucho más rápido.
2. Calienta la leche, añade la calabaza y tritúralo bien con ayuda de la batidora para que quede un puré fino: no será agradable encontrar grumos en el café 😉
3. Aderézalo a tu gusto con las especias. A mí me gusta echar bastante canela, un poco de jengibre y una pizca de nuez moscada.
4. Prepara el café y añádelo al puré de calabaza. Mezcla para que se integre.
5. Ya sólo queda el toque final: si tienes una cafetera o un espumador de leche o una cafetera con el accesiorio para hacer esa espumita tan rica que corona los cafés de las cafeterías buenas, ponle por encima un buen montón.
   La última de las cafeteras que os muestro a continuación es la mía: no sabéis lo rico que sale el café, ¡un lujo!También puedes optar por nata montada si te gusta.

Con qué acompañar el café especiado con calabaza

Ya os digo que este café me ha parecido un gran invento para aportar fibra y otros nutrientes a mis desayunos o meriendas. La calabaza es rica en vitaminas, especialmente betacaróteno y vitaminas antioxidantes como la C y la E. Además, proporciona licopeno (el mismo pigmento antioxidante que tiene el tomate) y varias vitaminas del grupo B (B2, B6 y B12). De entre los minerales, destaca por su contenido en potasio, fósforo, magnesio y cinc. Además de poco calórica, ¡todo un dechado de virtudes!

 

 

Y si, encima, como os he dicho antes, os ayuda a reducir la cantidad de azúcar de vuestro café, ¿qué más queréis?

Para desayunar yo acompañaría mi café de calabaza con una tostada de pan casero. No puedo evitar que sea mi desayuno favorito. Pero si sois más de dulce, puedo sugeriros también unas tortitas saludables con avena y plátano, ¡no me digáis que no suena bien!

Para la merienda, tal vez podamos optar por unas galletas caseras con mantequilla de cacahuete o un trozo de tarta de zanahoria y manzana.

¡Felices platos con calabaza!