Pan de molde de calabaza con harina integral
pan de molde integral con calabaza
Desde hace un par de años el pan de molde de calabaza se ha convertido en un clásico en casa. La historia comenzó con una cosecha exagerada de calabazas. Cuando te ves esas y crees que te vas a pasar el invierno comiendo crema de calabaza, la imaginación se agudiza y viene en tu auxilio para convertir las calabazas en sofrito para cualquier guiso, en magdalena, en bizcocho y ¡en pan!
Pero, claro, una no puede hacer siempre la misma receta de pan. Primero porque es aburrido, segundo porque hay que ir mejorándola cada día y tercero porque no siempre se tienen los mismos ingredientes en la despensa. Por todo ello, hoy tenéis una nueva receta de pan de calabaza en este blog. En esta ocasión se trata de pan de molde integral con calabaza porque la harina que he usado ha sido íntegramente harina integral. Delicioso, igual de jugoso (esto es culpa de la calabaza) y con un vestido diferente (mucho más guapo, la verdad) gracias a los copos de avena y a las semillas de chia que lo decoran.
Pan de molde integral con calabaza
Ingredientes
(para dos panes de molde)
- 200 ml. de leche.
Puedes usar leche de vaca (entera, desnatada, semi, sin lactosa: da igual, la que uses habitualmente) o bebidas vegetales. Sale especialmente rico con bebida de almendras, pero puedes usar cualquiera. - 400 g. de calabaza asada (te explico como asarla más adelante),
- 50 g. de aceite de oliva,
- 850 g. de harina integral,
- 1 cucharadita de sal,
- 1 cucharada de azúcar (puedes usar panela, azúcar de coco o cualquier otro)
- 16 g. de levadura fresca de panadero,
- para decorar: copos de avena y semillas de chia.
Receta apta para alérgicos al huevo y si no se usa leche de vaca, también para alérgicos a la PLV e intolerantes a la lactosa.
Utensilios que puedes necesitar:
Elaboración
1.- Paso previo: asar la calabaza:
Si no tienes la calabaza ya asada, tendremos que hacerlo antes de empezar a hacer la masa de pan de molde de calabaza. Para ello, podemos usar diferentes métodos, en función de tus gustos y del tiempo del que dispongas:
- Puedes asar la calabaza en el horno, entera o solamente el trozo que necesites para esta receta.
Si la asas entera, podrás luego guardar el resto en el congelador y tenerla lista para su uso según la vayas necesitando.
El tiempo de horneado dependerá del tamaño de la calabaza o del trozo que hayas decidido asar. Vigila siempre, antes de usarla, que la calabaza esté tierna y que se puede aplastar fácilmente con un tenedor.
Una vez asada, la piel sale muy fácilmente. También tendremos que quitar las semillas. - También podemos asar la calabaza en el microondas.
En este caso, por motivos obvios, sólo asaremos el trozo que necesitemos.
En función del tipo de calabaza y de la potencia de nuestro microondas, el tiempo podrá ir variando. Comienza con 5 minutos y revisa si está ya blandita o no.
Igual que antes, el punto que necesitamos es aquel en el que la carne de la calabaza se puede chafar fácilmente con un tenedor
2. Elaboración de la masa:
En la panificadora:
Con la calabaza asada, blandita y bien aplastada con un tenedor, coloca todos los ingredientes en la cubeta de la panificadora en el orden en que están enumerados. Selecciona el programa de amasado con levado.
En mi panificadora, una Unold, es el 8 y dura una hora y media. Busca el equivalente en tu panificadora. Si no tienes ese programa, selecciona el programa de amasado y deja levar la masa dentro de la cubeta al menos una hora hasta que aumente bastante su volumen.
En thermomix:
- Pon todos los ingredientes en la jarra, primero la harina y la calabaza y encima el resto. En este caso, no es imprescindible que la calabaza esté tan triturada porque se van a encargar las cuchillas de la thermo de ello 😉
- Selecciona la función espiga durante al menos 5 minutos, hasta que veas que la masa queda fina, bien integrada y manejable.
- Vuélcala a un cuenco ligeramente aceitado, dale forma de bola y cúbrela con papel film también aceitado.
- Deja reposar durante una hora u hora y media hasta que la masa haya aumentado bastante su volumen.
3.- Formado y segundo levado:
Cuando la masa haya aumentado bastante su volumen, hay que dar forma a nuestro pan de molde integral con calabaza. Para ello, vuelca la masa sobre la superficie de trabajo cubierta con un tapete de silicona (esto no es obligatorio, pero facilita mucho la tarea, especialmente en el proceso posterior de limpieza )
- Divide la masa en dos y reserva una de la mitades. Amasa la otra para desgasificarla, dale forma de bola ligeramente ovalada e introdúcela en uno de los moldes que tendremos ya preparados y forrados con papel de hornear si no son antiadherentes.
- Repite la operación con la segunda mitad.
- Deja los dos moldes tapados con un paño limpio y ligeramente húmedo (para evitar que se resequen) en un lugar resguardado de la corrientes de aire. Puedes usar el horno apagado.
- Deberán levar hasta que la masa vuelva a doblar prácticamente su volumen, una hora y media o dos. Si tienes menos tiempo, puedes reducirlo a una porque esta es una masa que crece muy rápido.
4. Hornear el pan de molde integral con calabaza:
- Precalienta el horno a 200º.
- Pinta la superficie con un poco más de leche, decora con los copos de avena y las semillas de chia y vuelve a pintar con leche para que se queden pegados y no se caigan al crecer el pan en el horno.
- Hornea a 200º durante unos 40 minutos. Si ves que la superficie se está dorando demasiado, puedes tapar los panes con papel de aluminio.
Saca el pan del horno y deja que se temple un poco dentro de los moldes para no quemarte. En cuanto puedas manejarlos, saca el pan de molde integral con calabaza de su molde y déjalo que enfríe sobre una rejilla.
Conservar el pan de molde integral con calabaza.
El pan de molde casero no es como el industrial. Está mil veces más rico, es más sano porque no lleva, como habéis visto, ningún ingrediente raro y puedes hacerlo de mil variedades diferentes.
Pero no se conserva tantos días tierno como el que compras, precisamente porque no tiene conservantes. Para solucionar esto, yo tengo un truco: cuando el pan esté ya frío se corta en rebanadas y se guarda dentro de una bolsa de plástico en el congelador. No es necesario poner nada entre una rebanada y otra: a la hora de consumirlo, metes la punta de un cuchillo entre dos rebanadas congeladas y haces un poquito de palanca. Se separarán muy fácilmente.
Separa tantas rebanadas como necesites y
a) mételas en el tostador para consumirlas inmediatamente o
b) déjalas a temperatura ambiente dentro de un táper que cierre bien o de una bolsa de plástico durante un par de horas. Es importante que cierren bien para que las rebanadas no pierdan humedad y queden resecas al descongelarse.
¡Felices tostadas o sándwiches con panes de molde caseros!
Se podria hacer con harina de garbanzos?
No lo creo.
Qué buenísimo este pan!! Fue todo un descubrimiento tu página y tus recetas! Muchas gracias por compartirlas!!
Muchas gracias a ti por visitar mi página y, sobre todo, por dejar tu comentario. Me anima mucho a seguir intentando ofreceros cosas ricas. Y, por su puesto, me alegra que te gustara este pan que es el favorito del cachorrito mayor.
Un beso gordo.
Quería darte las gracias y decirte que mi primer pan en la nueva panificadora que tengo ha sido todo un éxito gracias a ti. Hace 5 años que no hacia pan. Durante los años que practiqué antes algo aprendi y cuando leí tu blog supe que esta era la receta que quería de pan básico. La he hecho igual pero con un poolish y genial. Gracias. Ahora me pregunto si… ¿esta receta no la puedes hacer entera en la planificadora?
Ay, Inma, qué alegría me das con tus palabras. Me alegra mucho que, por mi culpa, te hayas vuelto a animar a hacer pan y que, además, te haya salido rico y te haya picado el gusanito.
Con este pan, gracias a la jugosidad que le aporta la calabaza, no es imprescindible un poolish, pero está claro que siempre aporta, así que genial por haberlo usado.
En cuanto a la posiblidad de hacer esta receta entera en la panificadora, yo lo intenté una vez y no me gustó el resultado. Los bordes no quedan tan suaves como en el horno y la miga tampoco tenía la misma consistencia esponjosa. Pero te animo a probar por varios motivos: igual que no hay dos hornos iguales, cada panificadora es diferente y, además, tus gustos no tienen porqué coincidir exactamente con los míos 😉
Un abrazo y muchas gracias por tu comentario.