Patatas hasselback con salsa ranchera
Patatas hasselback con salsa ranchera
¡Qué ricas están las patatas hasselback! Son versátiles, tuneables y personalizables para todos los gustos y paladares. Pueden ser una guarnición divertida que podemos adaptar para que encajen a la perfección con cualquier principal, ya sean carne o pescado; pero también podemos hacer de ellas un plato único para una cena un poco diferente.
Patatas hasselback
Antes de continuar, y para quien no las conozca, voy a explicaros lo que son las patatas hasselback. La verdad es que con ese nombre, igual no os suena pero ¿y si os digo que son esas patatas asadas cortadas como si fueran un acordeón que seguro que habéis visto en innumerables ocasiones en la red?
Según parece, este plato recibe el nombre del afamado restaurante sueco que lo cocinó por primera vez allá por 1700. Como todo invento que se precie y que trinufe, poco a poco los estocolmenses (ojo, no me he inventado la palabra: he consultado hasta en la Fundeu para asegurarme de que se dice así 😉 ) fueron introduciéndola en sus hogares hasta convertir las patatas hasselback en un emblema de la gastronomía sueca.
El único misterio que tiene la preparación de las patatas Hasselback con salsa ranchera es cortar las patatas de la manera adecuada pues los cortes no tienen que llegar hasta el final, sino que deben quedarse muy cerca para que la patata se conserve entera, pero se abra con su forma característica.
Os lo explico más despacio en el paso a paso.
Receta de patatas hasselback con salsa ranchera
Ingredientes
- 1 patata por comensal,
- 1 cucharadita de mantequilla por cada patata,
- 4 lonchas de queso (puedes elegir el que más te guste, todos combinan de maravilla en este plato y cada uno le dará un toque ligeramente diferente),
- 4 lonchas de fiambre de pavo,
- sal.
Para aderezar las patatas hasselback he usado las salsas de Ybarra que ya vienen preparadas y con un cómodo dosificador. En este caso he optado por usar como salsa principal la salsa ranchera que es una de mis favoritas, pero en la tienda on line Ybarra podréis comprar con total comodidad alguna otra que os van de maravilla para este plato: al papá de los cachorritos le ha gustado especialmente la salsa gaucha.
Cómo hacer las patatas hasselback con salsa ranchera
- Precalienta el horno.
- Lava muy bien las patatas para eliminar cualquier resto de tierra: las vamos a cocinar con piel.
Lo mejor para estas ocasiones es tener un estropajo especial que sólo usaremos para lavar las verduras, es muy práctico para las zanahorias, además de para las patatas, por ejemplo. - Una vez que tengas las patatas bien limpias y secas, tendrás que hacer los cortes con mucho cuidado.
Es imprescindible usar un cuchillo de corte recto y bien afilado y armarte de paciencia para hacerlo despacito y sin llegar al final, pero quedándonos como a medio centímetro.
Puedes usar dos palillos de brocheta y colocarlos a modo de rail a ambos lados de la patata para que hagan de tope y el cuchillo no pueda bajar hasta el final. - Ve dejando las patatas cortadas en un cuenco con agua fría: de esta manera se abrirá un poco el acordeón y te será más fácil rellenarlas.
- Seca las patatas y salpiméntalas al gusto.
- Introduce en los cortes trozos del queso y del fiambre de pavo.
- Coloca las patatas hasselback con su relleno en una bandeja de horno y pon una cucharadita de mantequilla encima de cada una.
- Hornea durante 45-50 minutos a 180º, calor arriba y abajo.
Dependiendo del tamaño de las patatas, de su variedad y de si son nueva so viejas, el tiempo de horneado puede variar, de manera que antes de servirlas, pínchalas con una brocheta para asegurarte de que están tiernas. - Cuando las patatas salgan del horno, aún calientes, elige tu salsa Ybarra favorita y échala por encima, ¡listas para disfrutar!
Os aseguro que os van a encantar. El toque de mantequilla es imprescindible para que la patata quede sabrosa y cremosa. Al estar la patata rebanada, cuando la mantequilla se funde penetra en el interior dándole un aroma y un sabor muy especiales.
Variantes de esta receta
Puedes cocinar las patatas Hasselback en olla lenta: tardan mucho más, pero el resultado es excelente. Y, si lo prefieres, puedes cambiar el relleno, sustituyendo el fiambre de pavo por beicon o por jamón serrano. Incluso puedes dejar simplemente la mantequilla mezclada con ajo picado y perejil: como siempre os digo, el límite lo pone vuestra imaginación 😉
Otras guarniciones originales con patata:
¡Felices patatas, amigos!
Estas patatas están de lujo y me gusta mucho la salsa ranchera, una buena pareja.
Un abrazo
Concha
Qué pinta tan rica! Te puedes creer que no las he hecho aún?!
Que buenas, tengo que prepararlas en casa
Que ricas, y que buena salsa.
Llevo tiempo queriendo hacer estas patatas y no sé porqué no las he hecho ya…
A ver si me pongo.
Pero que ricas, esto me ha recordado que hace mucho que no las hago.
No las conocíamos, pero tenemos un antojazo gigante de probarlas después de leerte.
Es un plato que me encanta, tan divertido de hacer y de cocinar. Yo lo he hecho en casa un par de veces y me encanta
madre mía se las estoy viendo a todo el mundo las las patatas hasselback.