Arroz a la cubana #conunpardehuevosTS
Receta de arroz a la cubana
El arroz a la cubana, a pesar de su nombre, es un plato típico de la gastronomía española que todos hemos comido alguna vez en casa, con una u otra variante. Parece que recibió el nombre al incluir en el plato el plátano frito, aportación de la Cuba colonial que, desde mi punto de vista es todo un acierto y hace de esta comida sencilla un plato de lujo.
- 1/2 vaso de arroz (si es integral, mucho mejor)
- 1 vaso de agua,
- Huevos, los que necesite cada comensal,
- 1 plátano (o medio si es muy grande)
- Para la salsa de tomate: tomate, 1/2 cebolla, 2 cucharadas de azúcar
- aceite de oliva
- sal
- 1 diente de ajo
Cómo preparar un buen plato de arroz a la cubana:
Vamos a preparar primero lo que más tarda, el arroz.
Para ello ponemos en una cazuela de fondo grueso una cucharada de aceite de oliva y el diente de ajo un poco aplastado; sofreímos para que el aceite se aromatice.
Cuando esté caliente, echamos el arroz, le damos unas vueltas para que todos los granos se impregnen del aceite y añadimos el agua. Volvemos a remover para que los granos queden sueltos, salpimentamos al gusto y dejamos cocer a fuego bajo (pero cuidando de que no pare de cocer) hasta que todo el líquido se haya evaporado, unos 20 minutos.
Apartamos del fuego, retiramos el ajo y reservamos en la misma olla.
Mientras tanto, preparamos la salsa de tomate.
Si decidimos hacerla con tomates frescos, los escaldaremos primero para poder pelarlos con facilidad, retiramos las semillas y los ponemos en una sartén con un fondo de aceite de oliva y la media cebolla (triturada o entera; yo la pongo entera para poder retirarla después).
Según se vayan calentando, irán ablandándose. Entonces los vamos chafando con la cuchara de madera o con el tenedor. Salamos al gusto y añadimos una cucharada de azúcar para corregir la acidez.
Tapamos, bajamos el fuego y dejamos cocer unos 20 minutos, hasta que el agua se evapore y tenga una textura más bien espesa. El tiempo es orientativo, pues depende de la cantidad de agua que tengan los tomates. Reservamos.
Cuando la salsa esté lista, podemos pasar por la batidora si la queremos más fina. Reservamos.
El plátano y el huevo frito:
- Pelamos el plátano, lo cortamos a la mitad longitudinalmente y lo freímos en una sartén con una pizca de aceite de oliva. Deberá estar unos 3 minutos por cada lado, a fuego fuerte, para que quede blandito y ligeramente dorado. Reservamos.
- Antes de freír el huevo, montamos el plato, para servir el huevo recién hecho y comerlo calentito. Para ello ponemos en el plato el arroz blanco (se puede usar un aro de emplatar, o no), una o dos cucharadas de tomate frito o más, si es de nuestro agrado y el plátano frito.
- Freímos el huevo:
Truco que me enseñó el papá de los cachorritos hace unos años para evitar que se rompa (si es que hay que aprender de todos): cascamos el huevo en un vaso; al no echarlo directamente en la sartén teniendo cuidado de no quemarnos, es más fácil controlar como lo hacemos para que no se nos rompa.
En una sartén pequeña y en buen estado -imprescindible para que no se agarre y se rompa- colocamos un fondo de aceite de oliva y lo calentamos. Cuando esté bien caliente echamos el huevo; lo dejamos cuajar en la sartén hasta que esté a nuestro gusto. Esto de los huevos es casi como el pedir el café en un bar: tres personas que van, tres cafés distintos que se piden; con los huevos fritos pasa parecido: con puntilla, bien cuajado, clara cuajada pero yema líquida para poder mojar pan, en fin… déjalo a tu gusto, no hay una forma de decir “así se comen los huevos fritos”… ¡se comen como a cada uno le gusten! Incluso puedes hacerlo a la plancha o en el microondas si quieres que tenga menos grasa. - Finalmente incorporamos el huevo frito al plato que teníamos ya casi listo y servimos caliente.
Se come como cada uno prefiera. A mí me encanta partir el plátano y el huevo y mezclarlo todo con la salsa de tomate y el arroz, ¡¡¡buenísimo!!!
Si señor un plato muy completo, en casa lo comemos mucho porque a los niños les encanta y si le añado un par de salchichas ya ni te cuento. Un saludo.
Adoro este plato haya donde los haya, me encanta y me vuelve loca ummmmm.Un Beso Vanessa de Il Prezzemolo Tritato
Plato típico donde los haya ¡de esos a los que nadie dice que no!
Además muy nutritivo y equilibrado ¡un comodín cuando tienes niños y te desesperan con la comida!
¡Besos il!
Nunca lo he comido con el plátano frito, pero alguna vez debe ser la primera. Otro plato de nuestra gastronomía diaria. Besos
Que platazo Verónica. Te comes uno de estos y te quedas bien agusto. El huevo te ha quedado que ni pintado!!!!
Es una de mis cenas mas clasicas! me chifla! Un besito
Sabes que en mi casa no se ponia con platano? en cualquier caso es una de esas recetas de toda la vida la mar de socorrida y que esta buena, que mas se puede pedir? un beso guapa 🙂
Me encanta! Con su plátano frito ya es lo más! Y pensar que a mi media naranja no le gusta el huevo frito y cuando hago arroz a la cubana le hago tortilla… si es que!
Una receta socorrida, fácil, rica y rápida de preparar perfecta para toda la familia!
Estoy con Julia.
Yo te puedo decir… hasta que es uno de los platos favoritos de mi marido
Y ya hace que no lo preparo.eh!!
Saludos
Un clásico para cuando no tenemos muchas ganas de cocinar y al que siempre le hacen palmas en mi casa!! y es que está tan rico!! Bs,
Julia
el huevo se ve quemado abajo la clara se saturo y la yema muy cruda parece que los trucos del papa de los cachorros no pasa nada la cocina debe tener alma y no copiar tanto la salsa se ve muy rara yel plato se ve muy desordenado y no llama interes ,esto hara que cocines con alma mas que malas copias
El huevo no está quemado por abajo, tiene puntilla, ¿sabes lo qué es? La yema no está cruda, está como nos gusta en casa. ¿La salsa rara? Harías mejor en aprender a expresarte antes de atreverte a criticar.
¿Alma? ¿Lo dice alguien que no sabe poner mayúsculas, tildes, ni puntuar un escrito de tres líneas?
Gracias por pasarte por mi blog. La próxima vez, prueba a decir algo constructivo y a repasar el escrito antes de atreverte a publicarlo. La ignorancia es muy atrevida.