Últimamente os traigo unas cosas con unos nombres muy raros, ¿verdad? Entre el
gulash con semmelknödel y
los semlor, pensaréis que no escribo en castellano, sino en un idioma extraño.
Pues no, es que soy muy cosmopolita yo y me gusta probar cosas nuevas.
Hoy lo hago de la mano de Bake the world que, como sabéis, nos invita cada mes a visitar el mundo probando sus panes; lo que ocurre es que esta vez yo me adelanté porque en el mes de enero estuvimos en Estocolmo, donde pudimos probar algunas delicias de su gastronomía, aunque no estos panecillos que son típicos de cuaresma.
El
semla (semlor en plural) se consumía, tradicionalmente, el martes de carnaval, el día antes al miércoles de ceniza, cuando comienza la cuaresma. Hoy, parece que se consume durante todo el año, aunque yo confieso que no lo vi en ninguna cafetería sueca en el mes de enero donde sí pude disfrutar, a cambio, de unos maravillosos
kanelbullar que me volvieron loca.
Los semlor son bollos riquísimos: una masa abriochada con un toque de cardamomo que los hace súper especiales, rellena de una pasta de almendras y nata montada. Parece, sin embargo, que su origen es modesto, puesto que comenzaron a elaborarse así para aprovechar el pan duro, como ocurre con nuestras torrijas. Por eso es típico servirlo en un bol con un culín de leche caliente, para hacerlo más jugoso. De esta manera tradicional lo disfrutó la cachorrita pequeña que es golosa hasta decir basta.
Receta de los semlor {bollitos suecos de cuaresma}
Para el bollo:
- 1 huevo
- 50 gr. de mantequilla ablandada
- 150 ml. de leche entera
- 50 gr. de azúcar
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de semillas de cardamomo
- 400 gr. de harina de fuerza
- 8-10 gr. de levadura fresca de panadero
- 1 huevo batido para pincelar
Para el relleno:
- pasta de almendra, mazapán o almendra molida (según lo que podáis encontrar; yo usé almendra molida)
- nata montada o nata líquida para montar
- azúcar glass (para decorar)
Cómo hacer los semlor:
Paso previo absolutamente opcional:
Infusionamos la leche con las semillas de cardamomo dejándola cocer durante 5 minutos para que se impregne de su aroma. Dejamos templar y colamos.
Digo que este paso es opcional porque se pueden añadir las semillas directamente a la masa, pero en casa no nos gustó la vez que las usamos así en otro bollo. Dudaba si echarlas o no y, al final, opté por esta solución intermedia que me gustó porque el bollo tiene al terminarse un toque muy ligero a cardamomo que lo hace especial y diferente a otros panes dulces.
Amasado:
Teniendo la leche ya templada, amasamos junto con los demás ingredientes del bollito hasta obtener una bola lisa y brillante y dejamos levar tapado con un trapo limpio o con un film hasta que doble su volumen.
Para amasar en panificadora: colocar todos los ingredientes de la masa en la cubeta y seleccionar el programa de amasado o amasado más levado.
Para amasar con thermomix: poner los ingredientes de la masa en la jarra y seleccionar la opción espiga durante 5 minutos.
Formado:
Volcamos la masa en una superficie ligeramente enharinada, amasamos un poco para desgasificar y dividimos la masa en 8 o diez porciones, dependiendo del tamaño que queramos darle a nuestros semlor.
(Advertencia: llenan mucho, yo aconsejo hacerlos de tamaño más bien reducido).
Boleamos y depositamos en una bandeja de horno forrada con papel parafinado. Pintamos con huevo batido y dejamos reposar de nuevo hasta que doblen su volumen.
Horneado:
Precalentamos el horno a 200º C, volvemos a pincelar los bollitos y metemos al horno.
Horneamos a 180º C, calor arriba y abajo, sin aire, durante 10-15 minutos, en función del tamaño de los bollitos, hasta que estén dorados.
Sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla hasta que se enfríen.
El relleno:
Mientras se enfrían, montamos la nata con dos cucharadas de azúcar y reservamos.
En thermomix: poner la nata (tiene que estar muy fría) en la jarra bien limpia y seleccionar velocidad 3 sin tiempo. Tendremos que estar atentas para que no se convierta en mantequilla.
Abrimos los bollitos por la parte de arriba, cortándoles como un sombrerito y, con cuidado, vaciamos parte de la miga.
En un bol aparte mezclamos la miga que hemos sacado de los bollitos con un par de cucharadas de leche templada y otras dos o tres cucharadas de almendra molida. Tendremos que obtener una masa espesa, jugosita, pero sólida.
Rellenamos los bollos con la masa de almendras y, sobre esta, nata montada al gusto. Colocamos la tapa y espolvoreamos con azúcar glass.
¡¡Listos para degustar!!
Para comerlo como los suecos, os pego un texto extraído de la web
visit Sweeden:
Hazlo como los suecos
Empieza por la parte de arriba. Utilízala para rebañar un poco el relleno pegajoso y continúa después con el resto del bollito. Los más carnales se lo comen sin reparo alguno a bocado limpio. Los que presumen de persona refinada utilizan un tenedor. Los bohemios utilizan una cuchara. Los turistas se lo comen como pueden y los aferrados a la tradición lo piden en un tazón de leche caliente. De cualquier manera está riquísimo.
Observaciones:
Los bollitos son deliciosos pero, como os he dicho, llenan un montón por culpa de la nata y el relleno de almendras y leche. Y ya, si los tomas a la manera tradicional, en su bol de leche templada, son una merienda o un desayuno que no admite nada más. Así que os sugiero que no los hagáis demasiado grandes.
Se conservan perfectamente en el frigorífico durante 4 o 5 días. Si no llevaran nata montada, incluso más. Peor para asegurarnos de que están jugosos como el primer día, mejor congelarlos.
Pincha aquí para saber cómo.
Otros bollitos de este blog:
No os olvidéis de pasar por la página de
Bake the world para daros un atracón a base de deliciosos semlor.
P.D. Siento apabullaros con tanta imagen, pero es que no he sabido resistirme porque traje de Estocolmo cositas monas que tenía que aprovechar para sacar en las fotos: esos caballitos de madera que son típicos de Suecia y que la cachorrita pequeña tuvo que traer para decorar el salón de casa (y su clase), algunos pines de nevera, la tabla de cortar que no pienso estrenar pero que me vino al pelo para presentar los semlor y alguna cosita más con motivos de alces y renos que ya no he podido fotografiar.
Me gustaron hace un año, pero ahora me ha entrado una ansiedad… Me llevo media docena, con su nata y con su todo, le pongo un café, y a comerme el mundo!!
Ole! Qué ricos estos Semlor!! A mí es que me pirra la bollería toda, y estas cosas nórdicas tienen un encanto… ¡¡Buenos días!!