Ajoblanco con thermomix

El ajoblanco, también llamado ajo blanco, es una sopa fría a base de almendras, pan y aceite de oliva muy típica de la zona de Extremadura. Es contundente, refrescante y nutritiva y una forma saludable de comer frutos secos en verano.

Los frutos secos son alimentos muy nutritivos pero, a la vez, muy calóricos. Entre las propiedades nutricionales de los frutos secos podemos destacar su contenido en grasas saludables, muchos de ellos con ácidos grasos omega-3. Además, son alimentos ricos en proteínas vegetales y en fibra por lo que también son muy saciantes. Este es el motivo por el que, a pesar de alto contenido calórico (unas 600 kcal por cada 100 g.), en realidad los frutos secos no engordan tal y como dice el mito porque es complicado comerse 100 g. de almendras, por ejemplo, de una sentada.

Como orientación os diré que el ajoblanco que os voy a enseñar hoy da para 4 raciones y lleva 100 g. de almendras, lo cual significa que en cada ración nos encontraríamos únicamente con 150 kcal procedentes de los frutos secos. A ello tendremos que añadirle las del pan y del aceite de oliva.

No es, por supuesto, la sopa fría más ligera del verano; para ello ya tenemos al famosísimo y ultraconsumido gazpacho.

 

 

Pero este mes, en La cocina typical spanish teníamos anfitriona: Estela de Mi dornillo. Y ella nos propuso cocinar sopas frías, de esas tan ideales para las cenas veraniegas.

Pinchando en la imagen podréis ver todas las aportaciones de mis compañeras. La mía esta vez es el ajoblanco tradicional de almendras porque habéis de saber que en épocas de carestía, se sustituían las almendras por harina de habas secas. Y es que este país ha pasado épocas muy duras de hambre que nos han hecho agudizar el ingenio y que, sin embargo, nos han legado algunas de las recetas más emblemáticas de nuestra gastronomía.

Ajoblanco

{receta con thermomix}

Ingredientes

(para 4 raciones)

• 100 g. de almendras crudas y peladas,
• 2 dientes de ajo,
• 50 g. de miga de pan,
• 400 g. de agua,
• 35 g. de aceite de oliva virgen extra,
• sal al gusto.
• opcionalmente se le puede poner un chorrito de vinagre, pero yo lo prefiero sin.

Receta apta para alérgicos al huevo y a la PLV, así como para intolerantes a la lactosa y para personas que lleven una alimentación vegana.

Elaboración

1. Trituramos las almendras junto con los ajos pelados y sin el germen: 10 segundos, velocidad 10. Si quedaran trozos muy gruesos, baja el alimento al fondo del vaso y programa otra vez mismo tiempo y velocidad.
2. Añade la miga de pan. Si es del día anterior, mójala con un par de cucharadas de agua. Tritura 10 segundos velocidad 5. Tiene que quedar una especie de pasta espesa.
3. Programa velocidad 5 sin tiempo y añade el aceite poco a poco con el cubilete puesto como cuando hacemos mayonesa con thermomix, para que emulsione ligeramente.
4. Incorpora el agua, la sal y el vinagre y tritura 2 minutos, velocidad 5.
5. Reserva en el frigorífico y sirve muy frío.

La tradición dicta que sirvamos el ajoblanco acompañado de uvas y trozos de melón, pero ningunos de los dos son mis frutas favoritas, así que yo me he salido de lo tradicional y lo he decorado con unas semillas de amapola y un poquito de ajonjolí.

 

 

 

Cómo hacer el ajoblanco si no tienes thermomix

Lo más complicado será triturar las almendras. Puedes hacerlo con cualquier otro procesador de alimentos potente o comprándolas ya molidas. Esta opción es la más sencilla, por supuesto.

1. Tritura las almendras molidas con los dientes de ajo pelados y sin germen y con la miga de pan. Ayúdate de un mortero o de una batidora.
2. Añade el aceite en hilo fino mientras emulsionas la mezcla, igual que cuando haces mayonesa.
3. Incorpora el agua, la sal y el vinagre y tritura hasta que esté todo bien integrado.

 

 

¡Felices sopas fresquitas!