Coca de albaricoques
La temporada de albaricoques está a puntito de terminar. No la dejes ir sin preparar esta coca de albaricoques porque te vas a arrepentir.
El albaricoque es una fruta con una temporada muy corta, pero están tan ricos que merece la pena comprarlos para hacer con ellos mermeladas, salsas para las carnes, comérselos tal cual como si fueran chuches o, por supuestísimo, una coca de albaricoques.
Es una masa relativamente fácil de trabajar porque el formado es muy muy sencillo y se puede dejar congelada para ir sacando a medida que nos apetezca volver a disfrutar de los albaricoques que, además, al hornearse quedan duuuuulces y tiernos como si fueran mermelada. Puedes hacerte a la idea de que estás tomando un trozo de pan con mermelada, ¡qué rico!
Receta tradicional
Como veréis, esta coca de albaricoques es una receta tradicional, de las de toda la vida. De esas que se hacen con manteca de cerdo. Yo quise hacerla al pie de la letra y sí, está muy rica, pero lo cierto es que la masa se me hace un pelín pesada. Yo no estoy acostumbrada a usar manteca, así que… Me comí a gusto un pedacito, pero un trozo muy grande me costaba bastante.
No fueron de esta opinión otras personas que la probaron, eh. A la mayoría les gustó bastante y ni siquiera se dieron cuenta de la manteca ni de la patata que está entre los ingredientes de la masa también.
Así que, vosotros mismos: podéis hacer la receta tal cual o probar a sustituir la manteca por aceite de oliva o de girasol. Incluso la mantequilla le daría un toque más suave y un sabor más sutil. Yo, por mi parte, la próxima vez la haré manteniendo la patata, pero usando aceite de oliva; del estilo de esta masa.
Cómo hacer coca de albaricoques
Ingredientes
- 300 g. de patatas,
- 4 huevos,
- 150 g. de manteca de cerdo,
- 200 g. de azúcar y algo más para espolvorear,
- 550 g. de harina de fuerza,
- 12 g. de levadura fresca de panadero (o 4 g. de levadura seca de panadería),
- 8-10 albaricoques frescos.
Receta apta para alérgicos a la PLV e intolerantes a la lactosa.
Elaboración
Cocer las patatas
Para hacer la coca de albaricoques, lo primero de todo es cocer las patatas:
En thermomix: ponemos en la jarra 400 g. de agua y las patatas cortadas en cuartos en el cestillo. Programamos 25 minutos, varoma, velocidad 1. Pasado el tiempo, sacamos e cestillo con las patatas, las escurrimos y reservamos.
En microondas: colocamos las patatas cortadas en cuartos en un recipiente apto para el microondas, como este de silicona. Añadimos una cucharada de agua y programamos 5-6 minutos a máxima potencia. Escurrimos, chafamos con un tenedor y reservamos.
Tradicional: ponemos a cocer la patata en una olla con agua hasta que la patata esté tierna. Unos 20-25 minutos. Escurrimos, chafamos con un tenedor y reservamos.
Vamos con la masa:
Amasar en thermomix:
- Ponemos en la jarra el azúcar y los huevos, con la mariposa en la cuchilla. Batimos 5 minutos, velocidad 3,5.
- Retiramos la mariposa, incorporamos las patatas y la manteca. Mezclamos 20 segundos, velocidad 4.
- Añadimos el resto de los ingredientes (salvo los albaricoques) y seleccionamos la función espiga durante 2 minutos. Comprobamos que los ingredientes estén bien integrados y si es así, dejamos reposar la masa dentro de la jarra o en un cuenco aceitado y cubierto con papel film o con un gorro de ducha.
Amasar la coca de albaricoques en panificadora:
- Ponemos todos los ingredientes (salvo los albaricoques), comenzando por los líquidos, en la cubeta de la panificadora. Seleccionamos el programa de amasado con levado. Sólo tenemos que dejar trabajar a la máquina.
Si lo prefieres, puedes usar el programa de amasado sin levado y dejar que la masa leve fuera en un cuenco grande y ligeramente aceitado.
Primer levado:
Al ser una masa con mucha grasa, el levado de la coca de albaricoques es lento. A temperatura media puede tardar fácilmente 2 horas. No tengáis prisa.
Otra opción, por motivos de planificación, es hacer el levado en frío: se trata de meter la masa bien tapada en la nevera y dejarla unas 8 horas. Subirá, pero muy despacito. De esta manera podéis tenerla lista para hornear por la mañana, por ejemplo. O amasar por la mañana y hornear por la noche y así tenéis el día entero libre para iros de paseo, a la playa o a la piscina ahora que comienza la temporada.
Sólo es cuestión de dominar los tiempos y a las masas, no que ellos nos dominen a nosotros y nos impidan tener vida propia 🙂
Formado, segundo levado y horneado:
Una vez que la masa ha hecho el primer levado y ha aumentado bastante de volumen ya nos queda lo fácil de la receta, ya veréis.
- Precalentamos el horno a 160º.
- Volcamos la masa sobre la superficie de trabajo, la amasamos muy ligeramente para desgasificarla y la extendemos sobre la bandeja de horno forrada con papel de hornear o con una lámina de silicona.
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Dejamos reposar hasta que vuelva a aumentar su volumen hasta casi doblarlo. Dependiendo de la temperatura exterior, pueden ser entre 1 y 2 horas. - Lavamos bien los albaricoques, los secamos, los partimos por la mitad y los deshuesamos. Los colocamos por toda la superficie de la coca y presionamos para que queden bien pegados a la masa.
- Espolvoreamos toda la superficie con azúcar y horneamos a 160ºC, calor arriba y abajo, sin aire durante unos 30 minutos o hasta que veamos que la coca comienza a estar dorada.
Podemos comprobar que está bien cocinada mirando la base: tiene que estar empezando a tomar color. No muy dorada para que no se ponga seca, pero tampoco blanca porque entonces será síntoma de que aún está cruda. - Sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla para que se enfríe.
La coca de albaricoques se puede espolvorear con azúcar glass antes de servir y de hecho eso es lo tradicional. Pero yo no lo hice porque… ¡se me olvidó, la verdad! Y lo cierto es que ya es suficientemente dulce. A mí me agobian un poco los dulces tan dulces y a este le va de maravilla el toque ácido de los albaricoques. Pero bueno, si sois muy golosones, una lluvia de azúcar glass os va a encantar.
¿Vosotros sois de dulces tradicionales?
Yo os confieso que, tratándose del dulce, hago a todo. Hay algunos que me resultan muy pesados, pero por ejemplo, adoro la leche frita y nunca sabría decir que no a unas natillas.
Pero si os gustan los dulces un poco más modernos, os sugiero:
- Crumble de manzana y frambuesas, una versión rapidísima y algo más ligera de un dulce tradicional inglés que os va a robar el corazón porque ¡se hace en el microondas y no lleva gluten!
- Cuajada ligera de chocolate, un postre lácteo mucho más saludable que los comerciales.
- Brownie vegano, ¡sin azúcar!
Fuente: revista thermomix.
Se ve de rechupete y que lleve patata cocida me encanta porque le da una jugosidad especial. Besitos, guapa!