Ollas de cocción lenta {Cocinando con Kety- Croketypot}
Hace ya tiempo que están muy de moda las ollas de cocción lenta, las famosas crock pots.
Se trata de unos electrodomésticos modernos que implican la vuelta a lo antiguo. Parece contradictorio, pero ya veréis que no lo es. Y no os lo voy a explicar yo porque yo no tengo mucha idea de este tema, más allá de lo que he ido leyendo en internet y picoteando. Os lo va a contar Kety, del blog Croketypot, toda una experta en este tema.
A mí me atrae muchísimo esta forma de cocinar, a fuego lento, chup chup, como hacían nuestras abuelas. Pero ahora mismo no encaja en absoluto con mi ritmo de vida, así que he tenido que asumir que no puedo estar en todo y centrarme en otras cosas.
Sin embargo, me parecía muy interesante tener un contenido de este tipo en el blog, para que todos podáis saber lo que son las ollas de cocción lenta, cómo funcionan y, por lo tanto, poder decidir por vosotros mismos.
Así que os dejo en las manos de Kety, queos va a explicar todo todito para que lo entendáis:
Guest post: Cocinando con Kety {Crocketypot}
Estoy en la cocina de Verónica y no vengo sola, traigo mi olla lenta o slow cooker, para explicarle lo encantada que estoy con esta forma de cocinar, totalmente diferente a la termomix, la olla expres, etc, pero es el modo de cocinar que se ha hecho mucho antes de nuestras abuelas.
Siempre me han llamado mucho la atención los guisos, los pucheros, los cocidos que hay en nuestros recetarios y fundamentalmente en la cocina mediterránea, y cómo se elaboran, hechos sin prisas. Así cuando la abuela ponía el puchero cerca de las brasas a las nueve de la mañana y para la hora de comer ese guiso sabía a gloria, ¿a que a más de uno le quedó marcado?, y siempre tenía como referencia ese cocido o puchero porque más rico no podía estar.
Pues bien, eso es lo que buscaba yo y cuando conocí la “olla ferroviaria”, que fue mi primera olla lenta. Con un poco de carbón y sin prisa el guiso ya es como “de toda la vida”, pero para el fin de semana o vacaciones.
Slow cooker, ollas de cocción lenta o crock pot
Luego descubrí el mismo sistema de cocción, pero en electrodoméstico: la slow cooker, una Crock-pot. Y lo vi compatible con la combinación compra-cocina-trabajo.
Era cuestión de compaginar y la curiosidad que “me puede”. Decidí probar y no me ha defraudado. Creo que la familia disfruta igual que yo: ya me dicen “esto cocinado en la Crock puede estar bien”. ¡Es un reto!
¿Un invento moderno?
Aunque parezca una olla moderna no lo es: se inventó en Estados Unidos por un forofo de las habichuelas de su abuela lituana. Le contaba cómo su madre hacía el “cholent” (guiso tradicional judío) a fuego lento, e ideó una olla de barro refractario que se incorpora a un recipiente de aluminio con una resistencia que consume como una bombilla.
Eso significa que no tiene nada que ver el consumo eléctrico de la olla con el de la placa vitrocerámica. Las trabajadoras americanas en los años 70 la incorporaron a su forma de vida. Así encontramos muchas recetas en inglés para la slow cooker, pero para nuestra cocina mediterránea hay que ir adaptando, lo que no es complicado.
La olla cocina mientras tú…
Lo básico para iniciarse es pensar en lo que queramos hacer, y el tiempo que tarda en hacerse, porque el guiso se hace en alto o en bajo, pero la única diferencia es que el cocinado tarda más tiempo o menos en alcanzar los 97º aproximadamente y mantiene la temperatura. Aquí está el secreto para aprovechar el tiempo: que estamos haciendo otra cosa, en el trabajo, en la compra, paseando con los niños… Porque una vez que esta todo en la olla, como es muy segura, no hay que estar presente, en ese tiempo podemos estar durmiendo. Lo malo de cocinar por la noche es que cuando te levantas con ese “olorcillo” que tiene la cocina no sabes si preparar un café o una miga de pan y mojar. La otra parte es cuando la dejas por la mañana, te vas al trabajo y vuelves a comer, al abrir la puerta y te encuentras con el olor al guiso, es una sensación como si la casa estuviera llena de vida.
En mi cocina procuro hacer los guisos de siempre adaptados a la olla lenta y otros platos como los tajine, que resultan magníficos.
Algunas recetas en olla lenta
El secreto de las carnes, es que sean de 2ª, como el morcillo, las carrilleras, el rabo, las costillas, las manitas, casquería en general, ya sea de cerdo, ternera o cordero; y el pollo en todas sus versiones. Se pueden hacer manitas de cerdo, según la receta tradicional de mi suegra o rabo de ternera como lo hacen en el restaurante Chikito de Granada.
Algunos de mis platos favoritos que podéis encontrar en mi blog son el cocido de hinojos, tan típico de Granada; los picantones rellenos o los muslos de pollo rellenos, que les encantan a los niños, la carne queda tan melosa que nadie se resiste.
No hay que tenerle miedo a la olla. Es un electrodoméstico que no es caro, y su consumo de luz es mínimo. Sólo hay que pillarle el truco y, si la podemos adaptar a nuestras costumbres, nos da muchas satisfacciones. ( ¡ y no vendo ollas ¡ )
No me extiendo más y os animo a cocinar sano y sin prisas, que no quiere decir sacrificarnos cocinando, quiere decir hacer lo que nos guste y sobretodo mucha cocina mediterránea.
¿Qué os ha parecido la lección magistral de Kety? Yo he prometido que cuando mis cachorritos sean mayores y me liberen de mis tareas de choferesa (entre otras), aprenderé a usarla. O retomaré mis clases de italiano. Tal vez vuelva a nadar…
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¡Felices guisitos!