Tips para elaborar una dieta equilibrada para niños
Elaborar una dieta equilibrada para nuestros hijos no es tarea sencilla. En el camino surgen interrogantes como qué alimento debemos incluir y en qué cantidades para que su organismo lo asimile de la mejor manera. Otro factor es que muchas veces las comidas no son del agrado de nuestros hijos.
La adecuada alimentación no es la única garantía de salud, pues la actividad física es un factor importante para que nuestros hijos no desarrollen sobrepeso u obesidad. Estos grandes problemas se han acentuado en los últimos años y México ocupa ya el primer lugar en obesidad infantil (Fuente: https://www.fitbook.mx/). El ejercicio es vital para evitar prácticas como el sedentarismo, tanto en niños como en adultos
Antes de elaborar nuestras recetas, debemos acudir al pediatra o especialista para confirmar que nuestros niños no sean intolerantes a algún alimento. De esta manera, evitaremos problemas de salud y que los pequeños desarrollen tirria hacia alguna comida.
Ahora bien, te dejaremos algunos tips que debes tener en cuenta para la preparación de diferentes platillos, en los que debemos tener en cuenta el índice nutricional, la cantidad de calorías y sus posibles reemplazos.
Tips para elaborar una dieta equilibrada para niños
El desayuno.
No deben faltar los lácteos. Si nuestro hijo es intolerante a este ingrediente, podemos optar por productos sin lactosa. Este alimento debe acompañar a los niños desde infantes. Lo mejor de todo es que hay una gran variedad de productos derivados de la leche.
Podemos añadirle cereal integral y alguna fruta. Si va a la escuela debemos asegurarnos que se mantenga hidratado y que no consuma refrescos en lugar de agua.
Frutas y verduras.
Frutas y verduras son imprescindibles y la clave para una dieta equilibrada.
Las frutas son más fáciles y suelen gustar más a los niños, tal vez por su sabor dulce. Habitualmente se resisten más a las verduras, por ello, la clave está en su presentación: podemos preparar brochetas que incluyan pollo, brócoli, cebolla y tomate. Otras personas cocinan unos deliciosos sándwiches y reemplazan las carnes por pollo al vapor, al cual añaden aguacate, tomate y otras verduras.
Por otra parte, debemos reducir al mínimo el consumo de golosinas, no solo aportan gran cantidad de azúcares, también menguan su apetito para el resto del día.
Un almuerzo variado.
Debe contener fuentes de proteínas. En especial que incluya pescados y legumbres. Los primeros son ricos en omega 3 y hierro, mientras que las segundas aportan calcio y hierro. No deben faltar en la dieta de los pequeños, en cualquiera de sus tipos y presentaciones. Ambos nos aportan proteínas y en el caso de los pescados, ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares.
Respetar los horarios.
Las tres comidas del día deben ser consumidas, de preferencia, a la misma hora. ¿Por qué? Porque si lo hacemos de manera desordenada, nuestro metabolismo sufrirá cierto desequilibrio. Si un día desayunamos a las 7:00 y al día siguiente a las 11:00 horas, el cuerpo no sabe a qué hora recibirá la siguiente ingestión y se alteran todos los procesos posteriores. Peor aún, el cuerpo libera la hormona de estrés llamada cortisol. Un elevado nivel de esta hormona genera picos de insulina, y así aumenta el riesgo de muchos tipos de cánceres.
Los padres deben dar el ejemplo de alimentación, de la actividad física y de la no práctica de hábitos poco saludables, como el consumo de tabaco y de bebidas alcohólicas. De esta manera, comprenderán que lo saludable es mucho más beneficioso que la llamada comida chatarra.
En caso optemos por una alimentación vegetariana, debemos informarnos bien de qué alimentos consumirán nuestros hijos, de manera que no les falten los nutrientes que requiere su organismo para su desarrollo y de sus defensas ante enfermedades. Caso contrario, podríamos exponerlos a deficiencias nutricionales y energéticas.