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Bundt cake de manzana roja

por Verónica · 01/12/2025

¿Cuántas variedades de manzanas conocéis? Hay infinitas. Cierto que las que encontramos en las tiendas son más o menos limitadas a pesar de que, en comparación con otras frutas o verduras, parezcan muchas.

Sin embargo, algunas estimaciones consideran que existen más de 7.500 variedades a nivel mundial, agrupadas por características como el color, el sabor o la textura. Incluso hay algunas indicadas para determinados usos culinarios, como la dulce reineta que es la que a mí más me gusta para asar o para repostería.

Hoy vamos a cocinar un delicioso bundt cake de manzana roja en el seno del #internationalday que celebra hoy el día internacional de comer manzanas rojas #comermanzanarojainternationalday

Las manzanas rojas obtienen su color de las llamadas antocianinas, unos pigmentos que se activan bajo determinadas condiciones climáticas. Se observa que en los lugares más fríos, las manzanas que tienen el gen MYB10 (que controla la intensidad roja de esta fruta) obtienen un tono de color rojo más intenso que las cultivadas en zonas más cálidas.

Bundt cake de manzana roja

Hoy hemos usado la variedad ambrosía, dulce y crujiente, aunque de carne no demasiado dura, para integrarla en la masa de un buntd cake que luego he decorado con frutos rojos para que quedara así de atractivo.

He de decir que he usado la receta de bizcocho de manzana que viene integrada en el robot de Kenwood, Cooking Chef, con alguna pequeña modificación porque he sustituido la mantequilla por aceite de oliva. Esto va a gustos, lo sé, pero yo estoy muy a favor del aceite de oliva y me gustan mucho más incluso los dulces usando un buen AOVE que con mantequilla u otros aceites.

En materia de aceites, aunque no es el objeto de esta receta, hay un montón de variedades (aunque no tantas como manzanas 😉 ). Para repostería, si no se quiere que el sabor del aceite predomine sobre el resto, se puede elegir una variedad más suave, como la arbequina.

Ingredientes

2 manzanas rojas,
una cucharada de zumo de limón,
120 g. de aceite de oliva,
140 g. de azúcar,
225 g. de harina (puedes usar harina integral u otras variedades que te gusten)
3 huevos,
2 cucharaditas de impusor químico (16 g.),
pizca de sal,
25 ml. de leche,
1 cucharadita de canela y otra de azúcar moreno.

Elaboración

Precalienta el horno a 170ºC, calor arriba y abajo sin aire.
Prepara el molde que vayas a usar, en este caso, un molde de bundt cake de Nordic Ware. Usa un aceite en espray o pincela todos los recovecos del mismo.
Pela y descorazona de manzana. Rállala o pártela a tu gusto.
En mi caso, la rallé fina como cuando hacemos bizcocho de zanahoria.
Mézclala con el zumo de limón para que no se oxide y con la cucharada de canela y azúcar moreno. Reserva. Si es posible, utiliza un recipiente con tapa.
Usando una batidora, un robot de cocina o el Cooking Chef de Kenwood, mezcla el aceite de oliva con el azúcar hasta que esté todo bien integrado y el aceite ligeramente emulsionado.
Con el Cooking Chef, tendrás que usar el accesorio varilla flexible que es el idóneo para trabajar este tipo de masas.
Añade los huevos y continúa batiendo hasta obtener una mezcla cremosa.
Incorporar la harina mezclada con el impulsor químico y volver a mezclar hasta que se integren. Añade la leche antes de terminar el tiempo de batido.
Incorpora la manzana rallada e intégrala en la masa anterior usando una pala de madera o una cuchara de silicona.
Vierte la mezcla en el bundt, coloca un trapo de cocina doblado varias veces sobre tu encimera y golpea el molde sobre el trapo para que la masa se asiente y no queden burbujas de aire.
Hornea durante 40-50 minutos a la temperatura indicada más arriba.
Pasada la primera media hora, puedes abrir el horno para comprobar el estado de cocción, pero nunca antes y, si puedes, mejor espera a que hayan pasado 40 minutos.
Pincha con un palillo para asegurarte de que la cocción ha terminado.
En ese momento: deja el molde 5 minutos más dentro del horno apagado. Luego, sácalo y deja que se temple ya fuera durante otros 10 minutos.
Aprovecha cuando el bizcocho esté templado (pero no caliente) para desmoldarlo más fácilmente y dejarlo reposar sobre una rejilla antes de decorarlo con los frutos rojos.