Galletas de chocolate {sin horno}

Galletas de chocolate sin horno

Sin ser una receta navideña propiamente dicha, estas galletas de chocolate sin horno son ideales para estas fechas. ¿Qué hay más navideño que cocinar unas galletas en familia con los peques de la casa?

El olor de la casa y sus manitas manchadas son sensaciones impagables, de modo que os propongo que dediquéis un ratito de estas fechas tan señaladas a hacer galletitas con vuestros cachorritos.

Las que os propongo hoy son muy fáciles, perfectas para que los peques las moldeen, jueguen con la masa, hagan pelotitas y luego galletas. Pero si queréis opciones más tradicionalmente navideñas, podéis optar por unas paprenjaci croatas, ligeramente picantes, sorprendentes y muy rica. O por unos nevaditos o unos coquitos, más clásicos de nuestro país y también muy fáciles de preparar con niños.

 

 

Galletas de chocolate sin horno

Desde ya os lo digo: las galletas de chocolate con pistachos están tan pero tan tan ricas que hasta el papá de los cachorritos, que no es amante del chocolate, las ha encontrado deliciosas. Y, además, tienen otra virtud y es que ¡están hechas en sartén!

Así que os lleváis el olor a galletas recién hechas sin siquiera encender el horno

Ingredientes

• 150 g. de chocolate negro para postres,
• 100 g. de harina
  Truco top: elige harinas de calidad para que tus galletas sean aún más sanas.
  En esta ocasión yo he optado por una harina de espelta blanca, pero también podéis decantaros por una integral: el sabor tan intenso del chocolate disimulará un poco el hecho de que la harina sea integral, especialmente si entre vuestros comensales tenéis a algún tiquismiquis 😉
• 25 g. de cacao en polvo,
• 8 g. de impulsor químico,
• 75 g. de mantequilla ablandada,
• 100 g. de azúcar moreno,
• 1 huevo,
• 1/2 cucharadita de extracto de vainilla,
• un puñado de pistachos pelados.

 

 

Para darle un toque más elegante, he usado el azúcar Moka de Azucarera. Se trata de un azúcar moreno de caña integral, sin refinar, de la gama gourmet que tiene sabor intenso que recuerda a uvas pasas y frutos secos, aportando un ligerísimo toque a regaliz y matices y aromas singulares, provenientes del trópico.

Este maravilloso azúcar, que conquista con su olor desde el momento de apertura del paquete, venía en mi DegustaBox de noviembre, junto con un montón de productos interesantes que podéis ver en el vídeo que grabó mi cachorrita y que está publicado en Instagram.

No os olvidéis de que podéis recibir vuestra DegustaBox con productos novedosos en el mercado por 6,99 la primera usando el código 5QQCM

Cómo hacer las galletas de chocolate sin horno

1. Tamiza la harina, el cacao y la levadura.
2. Mezcla la mantequilla con el azúcar.
   Para ello, la mantequilla tiene que estar blandita. Puedes usar un tenedor o un batidor de huevos. Trabaja la mezcla hasta que sea homogénea.
3. Incorpora el huevo y vuelve a mezclar hasta que se integre.
4. Funde el chocolate en el microondas. Deberás hacerlo en golpes de 30 segundos al principio y 10 después, removiendo entre cada uno para que no se queme.
   Añade el chocolate fundido a la mezcla de mantequilla, azúcar y huevos.
5. Añade la mezcla de harina, cacao y levadura poco a poco. Puede que al final tengas que usar las manos.
6. Cuando la masa sea compacta, incorpora los pistachos enteros o ligeramente picados y vuelve a amasar para que se integren bien.
7. Precalienta una sartén y pon sobre ella un papel de horno reutilizable.
   También puedes usar un papel de horno común que habrás humedecido bajo el grifo y escurrido.
8. Divide la masa en bolitas y aplástalas con la mano. Colócalas sobre la sartén.
   El tamaño de las bolitas lo decides tú, en función de cómo quieres que sean de grandes tus galletas.
9. Cocina las galletas a fuego medio para evitar que se quemen aproximadamente 7 minutos por cada lado.
   Puedes taparlas para que se hagan bien por dentro.
10. Saca las galletas y déjalas reposar sobre una rejilla.

Al ser unas galletas oscuras, tendrás que estar muy pendiente para que no se te quemen. Si no tuvieran cacao y fueran claritas, la misión sería un poco más fácil, por eso es mejor que no te despistes mucho.

El resultado, ya veis, que es absolutamente tentador: un exterior crujiente y un interior ligeramente jugoso con el toque tan especial de este azúcar que os va a conquistar estas navidades, estoy segura.

 

 

 

Felices galletitas caseras.