Snikerdoodles
¿Os suenan de algo las snikerdoodles? Con ese nombre, probablemente muchos me diréis que no. Pero si os digo que se trata de unas galletas de canela deliciosamente ricas, igual ya vais cambiando de opinión.
Las snikerdoodles son unas de las galletas más fáciles de preparar y más resultona que conozco. Además es que yo, lo confieso, tengo debilidad por las galletas de canela. Así que no me ha costado nada, pero nada nada, enamorarme de estas galletas de mantequilla de nombre impronunciable.
Se las vi a mi amiga Chus y supe que en algún momento las haría. Sólo necesité que otra amiga me insistiera un poco para que le llevara magdalenas a una comida que habíamos organizado. No tuvo magdalenas, pero sé que las galletas de canela le apasionaron y le duraron medio asalto…
No os voy a hablar del origen de las snikerdoodles ni de porqué se llaman así porque no tengo ni la más remota idea. He buscado en internet y sólo encuentro la explicación de la wikipedia repetida en muchísimos blogs de cocina. Incluso en blogs grandes con renombre… Yo me quedo sólo con que se trata de unas galletas recubiertas de azúcar y canela y con que podéis hacerlas como las que os muestro en las imágenes (pequñitas y redonditas) o aplastarlas una vez que las tengáis en la bandeja del horno para hacerlas más finas.
A mí me han gustado más como os las muestro, pero ya sabéis que para gustos, los colores 😉
Además, las snikerdoodles son tan fáciles de preparar, que podéis contar con la colaboración de los cachorritos. Si son muy pequeño, tal vez podéis hacer vosotros la masa y luego pedirles ayuda para dar forma a las galletas y rebozarlas en azúcar y canela.
Si son más mayorcitos, ¿por qué no dejarles que hagan ellos todo el proceso? Bajo nuestra supervisión, eso sí. El horno, en mi caso, corre siempre de cuenta de mami…
Receta de snikerdoodles:
Ingredientes
Con estas cantidades salen 2 hornadas de galletas. Yo regalé la mitad, pero quería quedarme con unas poquitas también en casa. Podéis hacer sólo la mitad, aunque una vez puestos en materia, la verdad es que merece la pena hacer muchas porque en general, las galletas de mantequilla, aguantan mucho tiempo en cajas de lata y siempre viene bien tenerlas en casa. Para cuando nos apetece una con el café, por si vienen invitados sorpresa o como fondo de armario.
- 230 g. de mantequilla,
- 2 huevos medianos,
- 200 g. de azúcar,
- 450 g. de harina de todo uso,
- una pizca de sal
- 1 sobre de levadura química (impulsor tipo royal)
- Para rebozar: 2 cucharadas de azúcar y 1 de canela.
Utensilios que puedes necesitar:
- papel film,
- papel de hornear,
- rejilla.
Cómo hacer las snikerdoodles con thermomix:
- Ponemos la mantequilla en el vaso en varios trozos y seleccionamos 1 minuto, 50ºC, velocidad 2 para ablandara y conseguir que se quede en pomada, que es la textura ideal para hacer galletas.
- Añadimos los huevos y el azúcar y mezclamos: 1 minuto, velocidad 3.
- Incorporamos la harina, la levadura y la sal y amasamos: 3 minutos en la función espiga.
- Volcamos la masa en la encimera, damos forma de bola, la envolvemos en papel film y la dejamos una media hora reposando en el frigorífico para que se endurezca.
- Pasado este tiempo, sacamos la masa de la nevera y vamos formando bolitas con ellas del tamaño deseado. A mí me gustan más pequeñitas, casi de bocado, pero he de reconocer que es una manía mía.
- Rebozamos cada galleta en una mezcla de azúcar y canela y las depositamos sobre la bandeja de horno separadas entre sí porque crecerán un poco al cocerse.
- Horneamos nuestras snikerdoodles a 180ºC, calor arriba y abajo, sin aire, durante 10-15 minutos, hasta que empiecen cuartearse. En ese momento, las sacamos del horno y las depositamos sobre una rejilla hasta que se enfríen.
Cómo hacer las snikerdoodles a la manera tradicional:
Mantequilla en pomada:
Lo primero que necesitamos en este caso, es que la mantequilla esté en pomada. Significa esto que tiene que estar blandita y manejable para que podamos mezclarla con facilidad con el resto de los ingredientes. Se llama así, “en pomada” precisamente porque esta ha de ser su textura, como si fuera una pomada.
Se consigue simplemente sacando la mantequilla un par de horas antes del frigorífico. Pero muchas veces pasa que, de repente, se nos ocurre hacer galletas. Y tiene que ser ya porque luego no tendremos tiempo o porque nos come el ansia viva. A veces también puede ocurrir que tenemos planeado hacer galletas para regalárselas a esa amiga que lleva siglos pidiéndonoslas, pero se nos ha olvidado sacar la mantequilla de la nevera y está dura como una piedra.
¿Cómo conseguir esa textura de pomada?
Tan fácil como coger la mitad de la cantidad que necesitemos y calentarla un poco en el microondas. No mucho, no dejéis que se haga líquida. Es suficiente con que veáis que comienza a fundirse ligeramente por los bordes. Entonces, se mezcla con el resto de la mantequilla, chafando la mezcla con un tenedor hasta conseguir la textura que estamos buscando.
Una vez tengamos la mantequilla en pomada, podemos continuar con la elaboración de la receta:
- Mezclamos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una pasta uniforme.
- Añadimos los huevos uno a uno cuidando que se integren bien.
- Incorporamos la harina tamizada, la levadura y la sal y seguimos trabajando hasta que la mezcla sea suave y uniforme. Es conveniente añadir la harina en 2 o 3 veces para que sea más fácil de trabajar.
- Cuando tengamos una mezcla uniforme, la volcamos sobre la encimera, damos forma de bola, la envolvemos en papel film y dejamos que repose una media hora en el frigorífico para que se endurezca.
- Pasado este tiempo, sacamos la masa de la nevera y vamos formando bolitas con ellas del tamaño deseado. A mí me gustan más pequeñitas, casi de bocado, pero he de reconocer que es una manía mía.
- Rebozamos cada galleta en una mezcla de azúcar y canela y las depositamos sobre la bandeja de horno separadas entre sí porque crecerán un poco al cocerse.
- Horneamos nuestras snikerdoodles a 180ºC, calor arriba y abajo, sin aire, durante 10-15 minutos, hasta que empiecen cuartearse. En ese momento, las sacamos del horno y las depositamos sobre una rejilla hasta que se enfríen.
¿Te apetece una snikerdoodle con el café?
Otras galletas deliciosas que puedes encontrar en esta web:
- Galletas sin gluten,
- Deliciosas galletas de zanahoria,
- Galletas rellenas de coco, superfáciles y ¡sin horno!
1 respuesta
[…] Galletas de canela. […]