Garbanzos con pulpo
Todos los viernes, al ir a la compra semanal para organizar los menús, preguntamos a los cachorritos qué quieren comer el fin de semana. Invariablemente el cachorrito mayor responde “¡cocido!”. Si fuera por él, todos los fines de semana comeríamos lo mismo: cocido el sábado y risotto el domingo. Claro está que no siempre le hacemos caso 😉 Por eso, hace un par de fines de semana preparamos estos garbanzos con pulpo que están buenísimos.
La verdad es que la idea de cocinar los garbanzos así nos la dio uno de los platos de la cocina toscana menos conocidos que comimos en nuestro viaje a Italia: en un pueblecito costero nos sirvieron un aperitivo (sí, sí, un aperitivo) a base de ceci -garbanzos, en italiano- con pulpitos. Lo cierto es que este guiso casero no se parece en nada a aquél italiano porque me ha salido con un gusto muy de aquí, de los de siempre, pero está muy muy rico.
Sigo en busca de la receta original italiana, así que si alguien la conoce, ya sabe dónde puede contármela.
De momento, para ir empezando con los guisos calentitos y de cuchara para ese otoño que en algún momento tendrá que llegar, os cuento cómo preparé yo los garbanzos con pulpo.
Receta de garbanzos con pulpo
- 350 g. de garbanzos secos.
Yo nunca los peso, los vuelco a ojo en el recipiente en el que los vaya a poner en remojo, pero aproximadamente será esa cantidad. - 300 g. de pulpo.
En esta ocasión usé pulpo congelado, que ya viene cocido y te ahorra trabajo, pero si lo prefieres puedes usar pulpo fresco que tendrás que cocer en casa. En ese caso, reserva parte del agua de cocción del pulpo para que el guiso tenga aún más sabor. - 1 cebolla mediana
- 1/2 calabacín
Yo no uso pimiento para el sofrito porque en casa no nos gusta. Lo sustituyo por el calabacín. - 2 o 3 dientes de ajo
- 2 hojas de laurel
- 250 g. de gambitas congeladas
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce o picante al gusto. En casa lo preferimos dulce.
- aceite de oliva
- agua
- sal
Cómo preparar los garbanzos con pulpo en olla rápida:
1.- Ponemos los garbanzos en remojo:
La noche anterior (al menos 8 horas antes de cocinarlos), pondremos los garbanzos en remojo con abundante agua y una cucharada de sal.
Pasado este tiempo, escurrimos los garbanzos, los lavamos bien y reservamos.
2.- El sofrito:
Picamos la cebolla y el calabacín en trozos muy finos; yo prefiero hacerlo con la picadora por rapidez y comodidad. Reservamos.
Echamos un par de cucharadas de aceite de oliva en la misma olla donde vayamos a hacer nuestro guiso e incorporamos los dientes de ajo enteros para poder luego retirarlos con más facilidad.
Cuando los ajos estén dorados, añadimos la cebolla picada y rehogamos a fuego medio hasta que empiece a estar transparente. Incorporamos entonces el calabacín y volvemos a remover.
Cuando empiece a estar blandito, echamos las gambas congeladas, subimos el fuego y rehogamos.
Retiramos los dientes de ajo y añadimos 1/2 cucharadita de pimentón.
3.- El guiso:
Incorporamos el pulpo partido en trozos grandes, los garbanzos, las dos hojas de laurel y 1/2 cucharadita de sal. Cubrimos con agua hasta un par de dedos por encima de la legumbre.
Tapamos la olla y la ponemos a funcionar según las instrucciones del fabricante. Habitualmente, cuando sube el pitorro hay que dejar cocer el guiso por el tiempo indicado para cada tipo de alimento: en la mía, para los garbanzos, son 20 minutos.
Una vez que termina el tiempo, se apaga el fuego y se deja que la olla se enfríe y pierda presión antes de abrirla.
Sed muy precavidos con esto porque puede ser peligroso abrir una olla rápida antes de tiempo.
Una vez podamos abrir la olla, comprobaremos la textura del caldo de nuestro guiso. Si se nos ha quedado demasiado líquido, aquí tenéis un truquillo para espesarlo sin añadirle calorías extra ni harina:
Truco para darle textura al caldo de los guisos de legumbre:
Aparta un par de cucharadas generosas de legumbres del guiso ya terminado. Procura coger sólo garbanzos.
Pásalos por la batidora hasta obtener un puré que añadirás después de nuevo a la olla para que se mezclen con el resto del guiso.
Este plato de garbanzos con pulpo se come calentito, recién hecho, pero gana sabor si lo dejas reposar y lo consumes al día siguiente, ¡absolutamente delicioso! Y perfectamente apto para personas intolerantes a la lactosa o alérgicos a la leche y al huevo. También para celiacos puesto que no contiene nada de gluten.
Todo un lujo de comida que el cachorrito mayor aceptó con gusto en sustitución del cocido.
Si, como a él, te gustan los platos de cuchara, no dejes de probar esta sugerencias:
- Patatas guisadas (pero de las ricas)
- Potaje de alubias carillas.
Me encantan los potajes el pulpo le aportará melosidad a este plato de cuchara tan rico! feliz semana!