Galletas de avena y manzana con canela
¿Qué hay mejor a la hora de la merienda que un café calentito? A mí sólo se me ocurre una cosa: acompañar el café de unas deliciosas galletas de avena y manzana con un toque de canela que a mí me vuelve loca.
El café, un excelente aliado de la repostería
El café es una de las bebidas más populares del mundo y con un sabor delicioso que no solo es consumido de forma habitual, sino que también se ha incorporado en muchas recetas de cocina tanto dulces como saladas, lo cual le permite formar parte de múltiples posibilidades culinarias muy sabrosas.
También es muy utilizado en el área de la repostería, ya que al combinarlo con otros ingredientes como la nata, la leche condensada, las especias o algún licor se pueden crear postres realmente deliciosos.
Sin duda, este fruto tostado se ha convertido en un excelente aliado para los profesionales de la repostería destacar con sus postres, ya que le aporta un sabor muy particular a las recetas gastronómicas.
¿Cómo maridar el café con los postres?
Realmente esta bebida no se puede maridar de forma de la misma manera con todos los postres. Sin embargo, añadirle este ingrediente a los dulces que lo acompañan durante una merienda puede resultar sensacional. Para saber más acerca de lo que el café puede hacer por la repostería, en esta página las personas encontrarán más información sobre el café y sus múltiples preparaciones.
En el caso del café espresso, de sabor muy intenso, es muy fácil que se pierda el gusto del postre, por eso los expertos recomiendan combinarlo con un dulce fuerte como el chocolate negro.
Asimismo, con el capuccino, que se prepara a base de leche, quedan perfectos los helados, aunque pueden confundirse ambos sabores. Ahora cuando se trata de un latte que incorpora la misma cantidad de espresso y de leche, resulta ideal un bizcocho o una tarta suave, así como unas ricas galletas.
De igual manera, se recomienda tomar el café moka sin acompañante, ya que prácticamente es un postre líquido que deleitará a los paladares por sí solo. En el caso del café americano es posible combinarlo con distintos postres, ya que marida perfecto con los dulces, pero, no es aconsejable degustarlo con queso o sal.
Pues bien, ahora vamos a preparar unas riquísimas galletas de avena y manzana con canela que combinan a la perfección con tu taza de café preferida. También puedes usar el café, no sólo para acompañar el dulce, sino para prepararlo. Como muestra, puedes ver esta tarta de café con crocanti de almendras o esta mousse de café.
Receta de galletas de avena y manzana con canela
Ingredientes
- 75 g. de copos de avena,
- 75 g. de harina de avena,
- 1 huevo,
- 70 g. de panela,
- 25 ml. de bebida de avena,
- 1 cucharada de aceite de oliva,
- 1 manzana reineta,
- 1/2 cucharadita de levadura química
- 1/2 cucharadita de canela,
- 1 pizca de sal.
Receta apta para alérgicos a la PLV y a los frutos secos e intolerantes a la lactosa.
Elaboración
Ya veréis que hacer las galletas de avena y manzana no es mucho más difícil que preparar un buen café. Y que cada uno interprete esta frase como prefiera, jjiji.
- Enciende el horno a 180ºC, calor arriba y abajo sin aire para que vaya cogiendo temperatura mientras haces las galletas.
- Forra una bandeja de horno con una lámina de silicona o con papel de cocina.
- Mezcla los copos de avena con la harina de avena, la panela, la canela, la levadura y la sal. Reserva.
- Pela la manzana, sácale el corazón y rállala. A mí me gusta no rallarla demasiado fina para encontrar después trocitos de manzana en las galletas, pero eso va en gustos.
- Añade a la mezcla de ingredientes secos la manzana rallada, el huevo y el aceite. Integra todos los ingredientes hasta obtener una masa que es, más bien, una pasta. Añade la bebida de avena sólo si ves que la masa es demasiado seca y te cuesta trabajarla.
- Haz montoncitos de masa sobre la bandeja de horno. Déjalos un pelín separados porque crecerán un poco.
- Hornea las galletas de avena y manzana unos 13-15 minutos.
Las galletas tienen que salir del horno cuando los bordes empiecen a estar doraditos. Suelen salir del horno un poco blandas y terminar de endurecerse cuando se enfrían. De todas maneras, estas galletas no son las típicas galletas crujientes, sino más bien abizcochadas, blanditas y suaaaaves. - Pasa con cuidado las galletas de la bandeja de horno a una rejilla para que no se reblandezcan y deja que se enfríen antes de servirlas para merendar con ese café que ya estás preparando.
¿Con qué te gusta a ti acompañar el café de a tarde?
¡Felices galletas caseras!