Los sábados cenamos pizza. Pero cenamos pizza casera 100% porque hasta la masa la hacemos en casa; en la panificadora, cómo no.
Desde que las cadenas de comida rápida se apoderaron de la pizza y los americanos la hicieron suya, este plato ha obtenido, por un lado grandes adeptos y por otro, grandes detractores. Yo me sumo al de los adeptos, me encanta la pizza, pero no la pizza americana. Si uno va a Italia y prueba un buen trozo de pizza “a taglio” (la nuestra era, para ser exactos, de fiore di zucca, buenísima) sentado frente a la Fontana de Trevi, ya no puede olvidarse nunca de ese sabor. Esa es la pizza que a mí me gusta.
Además, considero que, bien tratado, puede ser un alimento sano y muy completo: por un lado, tenemos los hidratos de carbono en la masa que, hecha de harina de trigo, nos aporta los necesarios cereales para nuestra dieta. Y si, en vez de ponerle por encima cosas pesadas, se le ponen verduritas, ¿por qué no iba a ser un alimento sano? sanísimo.
Además, hacer pizza en casa es una buena forma de pasar la tarde con los niños, amasando, echando ingredientes, introduciéndoles en el mundo de la cocina. A mis cachorritos les encanta, además, hacer de catadores e ir probando cada ingrediente que van a echar sobre la pizza y se sienten muy importantes porque ese día ellos son los que preparan la cena para mamá y papá. Así que yo solo puedo verle ventajas a la pizza.
Esta es nuestra receta, lo cual significa que es la que yo hago, no que sea la receta original de la pizza italiana, que conste.
Para la masa, necesitamos:
- 500 gr. harina de fuerza o integral. A mí me gusta usar la integral y como mis cachorritos están acostumbrados desde que nacieron a comer integrales, pues a ellos también les gusta. Lo bueno es que al papá de los cachorritos también.
- 275 ml. agua
- 1 cucharadita de sal
- 1 chorrito de aceite de oliva
- 10 gr. de levadura fresca.
Yo pongo el programa de amasado en la panificadora y la dejo que trabaje. En la mía, este programa dura una hora y media; evidentemente no se pasa la hora y media amasando porque también necesita su tiempo de levado. Sin panificadora, habría que amasarlo bien hasta que todos los ingredientes estuvieran integrados, formar una bola con la masa y dejarlo reposar bien tapado con un paño o con papel film en un sitio en el que no haya corrientes de aire. Un buen lugar para dejar la masa levar puede ser el horno. Apagado, por favor.
Pasado el tiempo de levado se extiende una capa de harina sobre una superficie lisa; yo uso mi encimera, que es de granito, viene genial para estas cosas y, además, se limpia de maravilla después.
Ahora es el momento de decidir, ¿una pizza grande o varias pequeñas? al gusto: ponemos sobre la capa de harina la cantidad de masa de pizza deseada y la extendemos con un rodillo también enharinado, para que no se pegue.
Una vez hayamos conseguido la masa del grosor que queramos (a mi costi le gusta mas finita y crujiente; a mí un pelín más gordita y jugosa), se pone sobre un plato, fuente o bandeja que podamos meter al horno y sobre el que habremos colocado un pliego de papel de hornear.
Ahora le toca el turno a la imaginación: hoy voy a enumerar los ingredientes que más me gustan a mí, así que para “el relleno” de la pizza necesitamos:
- tomate frito
- queso rallado de cualquier clase, el que más nos guste
- medio puerro cortado finito
- 2 o 3 lonchas de pavo cortadas en tiritas
- espárragos trigueros
- champiñones laminados (a mí me gustan más frescos)
Sobre la masa de la pizza, que ya tenemos extendida y dispuesta sobre el papel de hornear, echamos un par de cucharadas de tomate frito y lo extendemos bien para que cubra toda la superficie de la masa.
Encima del tomate ponemos todos los demás ingredientes en el orden que más nos guste o decorándolo en forma de carita o lo que queramos. En este punto no tengo más instrucciones que dar porque ya he dicho que los que se encargan son los peques, así que ellos lo hacen libremente, como quieren.
Metemos la pizza al horno una media hora, a temperatura media, cuidando que la masa no quede cruda por dentro si es que la hemos puesto más gruesa o de que no se tueste demasiado si hemos optado por masa más fina.
Y ¡¡a comer!! servir caliente.
que bien que le esteis sacando partido a la panificadora¡¡¡, que para eso te lo hemos regadalo claro, ya sabeis en el próximo cumple a comer pizza.
besazos a los cocineros y a los comensales