Flor de calabaza {una salsa muy especial}
La primera vez que probé la flor de calabaza me quedé sorprendida. En la vida había pensado que una flor podía estar así de rica.
Fue en Italia, en mi primer viaje al país que me enamoró con su cocina y su riqueza arquitectónica. Que me enamoró y que todavía me enamora: cada vez que voy descubro algún tesoro del que siempre guardo buenos recuerdos. Aquella primera vez caí, por casualidad, en un pequeño restaurante en Roma, regentado por un matrimonio mayor, en el que no había carta, sino el menú que ese día habían cocinado. Primer plato, segundo plato y postre. No había opciones.
Al preguntarle cuál era el menú ese día nos respondió “spaghetti alle vongole, pesce fiore di zucca e tiramisù“.
Espaguetis y tiramisú, con eso ya me había convencido. Del resto no entendí mucho en ese momento, a pesar de que llevaba un par de años ya estudiando italiano. Luego ya nunca olvidé esas palabras mágicas. Nos sirvieron las flores de calabaza como guarnición del pescado al horno, rellenas de queso y fritas y ya no pude dejar de pensar en ellas.
En mi siguiente viaje a Italia, volví a comer flor de calabaza, esta vez sobre una pizza. Y vi que las vendían en los mercadillos como algo muy habitual en su gastronomía, ¡son muy listos los italianos!
Ahora, las cogemos de nuestro huertito. Sabemos que coger una flor es tener una calabaza menos, pero nos arriesgamos. Este año hemos recogido ya 5 calabazas, tenemos otras 7 u 8 en el huerto y unas cuantas flores. Al cachorrito mayor le encanta la versión rellena de queso; a todos nos enamora en pizza, pero esta vez las he utilizado para hacer una deliciosa salsa para acompañar a la pasta. O a los gnocchi, otro tesoro italiano que hay que probar, mejor caseros y mejor en Italia 🙂
Salsa fácil de flor de calabaza
Lo cierto es que la salsa de flor de calabaza la hemos probado más veces en restaurantes mexicanos que en los italianos. Una taquería que tenemos cerca de casa sirve unas tortillas de trigo rellenas de pollo en salsa de flor de calabaza que están deliciosas. De allí es mi idea para la salsa que acompaña hoy a estos gnocchi caseros.
Pero como no tenía demasiadas flores, añadí unos cuantos champiñones que estaban pidiendo ya ser usados. No los he integrado en la salsa, pero se puede hacer. Lo que pasa es que quería mantener el color anaranjado de las flores que no se aprecia demasiado en las fotos porque se confunde con el de los gnocchi. No hice fotos sólo de la salsa: una excusa para repetirla porque nos encantó a todos en casa.
Ingredientes
- 10 flores de calabaza,
- 200 ml. de nata para cocinar,
- 100 g. de queso mozzarella para fundir,
- 1/2 cebolla
- aceite de oliva, pimienta y sal.
- opcionalmente: 300 g. de champiñones, 1 diente de ajo.
Cómo hacer la salsa de flor de calabaza
- Lo primero de todo es preparar las flores.
Necesitamos únicamente los pétalos amarillo anaranjados, de manera que tenemos que eliminar el pistilo y los estambres interiores, así como las hojas verdes que la unen a la planta.
Lávalas bien y sécalas. - Cuece la pasta o los gnocchi con abundante agua caliente.
No tires todo el agua de la cocción: reserva un cazo para rectificar la textura de la salsa si te hace falta más adelante (ver punto 8)
- Pica la cebolla muy fina con ayuda de una picadora. Reserva.
- Pica también las flores muy finas y reserva por separado. Reserva.
- Calienta 3 cucharadas de aceite de oliva en una sartén. Una vez caliente, añade la cebolla picada y baja a fuego medio para que se sofría despacito y sin quemarse. Tiene que ir poniéndose transparente.
- Añade la flor de calabaza picada, remueve para que se mezcle bien con la cebolla e incorpora la nata. Baja el fuego para que la nata ni se agarre ni se salga. Salpimenta al gusto y deja que se reduzca un poco para que coja la textura que necesitas.
- Es el momento de añadir el queso rallado y remover para que se funda bien en la salsa.
- Utiliza, si es necesario, un cazo del agua de cocer la pasta si la salsa ha quedado demasiado espesa.
Si ves que te hace falta, no añadas el cazo de golpe, sino poco a poco para que no se quede demasiado líquida. - Vuelva la salsa sobre los gnocchi o sobre la pasta y sirve inmediatamente.
- Si has optado por añadir los champiñones, limpiálos bien para retirar todos los restos de tierra y retírales parte del pie, la que esté más fea.
Pártelos en láminas o en trozos, como más te guste y saltéalos en aceite caliente con un diente de ajo picadito. Añade sal al gusto y deja que se cocinen hasta que estén listos.
Puedes incorporarlos a la salsa antes de añadir a la pasta o a los gnochi o servirlos por encima.
La calabaza es súper versátil. Podéis ver un montón de recetas con calabaza que estoy compartiendo estos días en mi página de Facebok bajo el hastag #calabazascocinandoparamiscachorritos.
¡Felices calabazas!
Que rica esa salsa de calabaza
Que salsa más curiosa, me ha llamado la atención seguro que la preparo.
Que pinta mas deliciosa. Que rica debe estar tu salsa con una buena pasta.
He probado las flores de calabacín muchas veces, pero no las de calabaza nunca. Tengo que probarlas y además con esa salsa seguro que están maravillosas
El sabor es muy parecido. Las de calabaza son más grandes, por lo que hay que tener más cuidado de quitar los estambres y pistilos y quedarnos únicamente con las hojas anaranjadas. Por lo demás, muy similares 😉
He probado las flores de calabacín, pero no las de calabaza, además me parece muy interesante y original hacer con ellas una salsa
Como le he dicho a otra compi, son muy similares. Las de calabaza más grandes, pero por lo demás, primas hermanas de las de los calabacines. Por eso el calabacín y la calabaza son primos también 🙂
Uf! Qué pinta más rica 😋! Te ha quedado genial. Yo prefiero la nata para montar, cuando tengo que cocinar 😊
Cuestión de gustos. Siempre digo que eso es lo bueno de la cocina, que cada uno la adapte a sus preferencias 🙂