Colines
Va de pan últimamente, sí, qué le vamos a hacer: una es una panarra irredenta y le gusta más una masa que cualquier otra cosa en la cocina. Por eso, cuando tu cachorrirta pequeña pide que le haga colines de pan para llevárselos al almuerzo del cole, esta viciadilla se los hace rauda y veloz.
Y más si la propuesta mensual de La cocina typical spanish consiste precisamente en elaborar un pan típico de nuestra gastronomía.
Colines de pan
No he encontrado mucha información en internet sobre los colines de pan. Hay bastante más sobre las regañás y los picos que son los primos de los colines, pero no son exactamente iguales. Y también sobre los grissini, los familiares italianos que también son un poco diferentes.
Pero poco sobre los colines que yo llevo comiendo desde niña. Me consta que comenzaron a hacerse para aprovechar los restos de otras masas y porque, al ser un pan seco y sin miga, aguantan bastante el paso del tiempo. Se secan un poco y quedan más crujientes, pero se pueden comer igualmente pasadas unas semanas desde su elaboración.
Al hacerse con restos de masa, se pueden encontrar colines de diferentes harinas. En casa los hemos hecho con harina blanca de trigo ya que es la versión que prefiere la cachorrita pequeña. Enriquecerlos con semillas es ya una versión más moderna y refinada para añadirles sabor, textura y otras propiedades alimenticias.
Ingredientes
- 280 ml. de agua,
- 500 g. de harina de todo uso,
- 1 cucharadita de sal,
- 10 g. de levadura fresca de panadero o 3 g. de levadura seca de panadería.
- opcional y para decorar: semillas de girasol u otras de tu preferencia.
Receta #sinhuevo #sinleche #sinlactosa
Elaboración
- Amasa todos los ingredientes (salvo las semillas) usando la panificadora (programa de sólo amasado), thermomix (función espiga 5 minutos) o cualquier otro robot. También puedes usar tus manitas.
- Retira la masa a un cuenco grade ligeramente aceitado, dale forma de bola y reserva tapado con un trapo limpio y húmedo durante 1 hora u hora y media.
- Precalienta el horno a temperatura máxima.
- Vuelca la masa sobre la superficie de trabajo y amásala ligeramente para desgasificar.
- Corta la masa en 4 porciones y reserva 3 de ellas tapadas para que no se resequen.
- Comenzamos a trabajar con un cuarto de la masa: córtala en varias porciones y dale forma haciendo churritos, como si jugaras con plastilina 😉 Rebózalas con las semillas y deposítalas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
Si quieres colines más pequeños, córtalos con una tijera una vez los tengas en la bandeja de horno. - Repite la operación con las otras 3 porciones de masa.
- Deja que reposen un rato para que se hinchen un poco: los colines son finos, pero si no les dejamos hacer el segundo levado saldrán demasiado densos y pueden abrirse en el horno. Con media hora o 45 minuto será suficiente.
- Hornea los colines de pan durante 10-15 minutos a 200ºC, calor arriba y abajo con aire. Vigila que no se quemen porque al ser piezas pequeñas pueden hacerlo rápidamente.
- Saca del horno, déjalos enfriar en una rejilla y ¡a disfrutar!
Puedes comer los colines mojándolos en hummus o en paté de salmón ahumado. O si prefieres una opción dulce, yo te recomendaría una nocilla casera saludable.
Como veis en la imagen, hay algunos colines que están como rizados. Eso es porque a la hora de formarlos los retorcí sobre si mismos para que quedaran más vistosos. Como son dobles, quedan un poco más duros y han aguantado algo peor el paso del tiempo: los estirados han durado hasta 3 semanas perfectamente crujientes y deliciosos. Los otros solo semana y media 😉
¡Felices colines caseros!
Qué ricos!!! Se ven super dorados y crujientes, super apetecibles!!! Un beso