Este año el verano no se decide a entrar del todo. Nos mira tímidamente desde la ventana unos días, nos hacemos ilusiones y se retira para espiarnos mientras nos preguntamos cuándo vamos a poder usar los bañandores y las cremas protectoras.
Sin embargo las heladeras caseras ya se han puesto en funcionamiento y yo llevo semanas viendo por la red recetas de helado. A mí el helado me apasiona; podría vivir en verano a base de estas delicias frías que, además, son un acicate para la creatividad y la imaginación porque ya no nos conformamos con los helados de toda la vida de chocolate y vainilla, noooo, ahora los hacemos de casi cualquier cosa y yo, todos los que veo, los quiero hacer y comer, claro.
Así que cuando vi esta receta a mi amiga Chus, del blog Para andar por casa, no opuse resistencia. Sabía que tendría que preparar este delicioso helado de cheesecake con mermelada de fresa. Y aquí está. Sencillamente delicioso, me encanta el toque ligeramente salado que le da el queso de untar en contraste con el dulzor de la mermelada (casera, por supuesto) y la cremosidad del propio helado en contrapunto con el crujiente de los trozos de galleta.
Una merienda deliciosa y un capricho irresistible.
Receta del helado de cheesecake
Ingredientes:
- 250 gr. de queso de untar, tipo philadelphia
- 400 ml. de nata para montar (35% de materia grasa)
- 115 gr. de azúcar
- 35 ml. de azúcar invertido (podéis ver la receta pinchando en el nombre)
- 200 ml. de leche entera
- 4 o 5 cucharadas de mermelada de fresa (igual, la receta, pinchando en el nombre)
- 10 galletas de las que más nos gusten. Yo usé unas tipo digestive.
Elaboración del helado de cheesecake:
- Montamos la nata bien fría junto con el azúcar, hasta que esté firme. Reservamos en el frigorífico.
- Mezclamos el queso de untar junto con el azúcar invertido y la leche, con cuidado para que no queden grumos.
- Integramos ambas mezclas con movimientos envolventes para que la nata no se monte y reservamos unas horas en el frigorífico para que esté bien fría.
- Mantecamos el helado. Podemos hacerlo de varias formas:
Con heladera:
Montamos la heladera, la ponemos en funcionamiento y vamos incorporando la mezcla anterior por el bocal. Dejamos que trabaje durante unos 40 minutos.
Sacamos de la heladera, vertemos en un recipiente que pueda ir al congelador y mezclamos con las galletas partidas en pedacitos y con la mermelada de fresa.
No mezclaremos demasiado: queremos conseguir trozos que se noten en el paladar y que la mermelada no tiña el helado entero.
Yo repartí mi rico helado de cheesecake en vasitos individuales reutilizados de otros helados que me había traído de una reunión familiar. Para mí, la solución perfecta, porque son porciones individuales fáciles de sacar del congelador cuando uno quiere un heladito.
Podéis usar también los recipientes de los yogures vacíos y lavados.
Sin heladera:
Vertemos la mezcla del helado de cheesecake en un recipiente que pueda ir al congelador, lo cerramos bien y dejamos dentro durante una hora.
Sacamos del congelador y batimos la mezcla. Volvemos a meter al congelador. Esta operación habrá de repetirse unas 3 o 4 veces y tiene como finalidad romper los evitar que la mezcla cristalice para conseguir un helado cremoso, no un bloque de hielo.
Después de batir por última vez, incorporamos, igual que en el caso anterior, las galletas en trocitos y la mermelada de fresa, de manera que queden pedacitos enteros.
En ambos casos es necesario que, después de mantecado, el helado esté una hora al menos en el congelador antes de consumirlo, para que endurezca un poco.
Puede ser necesario sacarlo del congelador unos 5-10 minutos (dependiendo del calor que haga fuera) antes de consumir.
Observaciones:
Los helados consiguen su cremosidad gracias a la materia grasa: hay que asumirlo, los helados engordan. Podéis intentar usar ingredientes más ligeros, pero será a costa de la textura del helado. Que no quiere decir que vayan a estar malos de sabor, pero no tan cremosos.
Ahora bien, yo usé solo la mitad de leche entera porque me quedé sin; el resto fue desnatada. No creo que se haya notado demasiado en el contenido calórico del postre dado el resto de los ingredientes usado, pero tampoco lo he notado en la texura. Supongo que porque, proporcionalmente, no ha sido demasiada cantidad. No os la juguéis si queréis un helado de categoría.
Para hacer el helado con heladera sin compresor (vamos, la de Lidl que es la que tenemos casi todos porque relación calidad precio yo creo que no hay quien dé más) es necesario tener la cubeta en el congelador durante al menos 24 horas antes de empezar a usarla. Es un pequeño inconveniente porque nos obliga a planificarnos, no podemos tener antojo de helado y hacerlo ya mismo.
Salvo que terminemos de hacer uno, la lavemos y la volvamos a meter en el congelador. Pero, aún así, hasta mañana, no hay tu tía. Mejor, así podemos disfrutar del que acabamos de preparar.
Espero que os guste este helado, os garantizo que es delicioso. Tanto que le he preguntado al papá de los cachorritos de qué quiere que hagamos el siguiente y ¡se ha empeñado en que sea el mismo! Si cuando yo digo que es de sota, caballo y rey…
Buen finde.Otros deliciosos helados de este blog:
Riquísimo!! Nosotras que adoramos las cheesecakes, seguro que nos encanta este helado…
Besos.
pero que bueno! me encantan los heelados pero el de cheesecake es el que siempre pido.. y el tuyo… aii me dan ganas de comermelo todo a cucharadas jejeje
un saludo!
http://elbauldelasdelicias.blogspot.com.es/
No soy muy fan de los helados, sin embargo, el helado de cheesecake me encanta… a ver si para el cumple cae la heladera…..
Un saludo de las chicas de Cocinando con las Chachas
Ai Verónica! Pero qué helado más rico!!!!
Me encanta el cheesecake así que este helado tiene que ser una pasada!!!
Lo tengo que probar ya!
Un beso!
Un helado para chuparle los dedos, o relamer el plato en su defecto, jejejeje. Me ha gustad el consejo de mojar la heladera antes pues a mí me pasa eso, se me pega, así que lo pondré en práctica.
Besos