Potaje de garbanzos y bacalao en Crock-Pot

Potaje de garbanzos Crock-Pot

No es el primer potaje de garbanzos con bacalao que preparo. Ni es el primer guiso que hago en mi olla lenta. Pero sí es la primera vez que cocino legumbres en mi Crock-Pot y, casualidad o no, es el potaje de garbanzos más delicioso que he comido en la vida.

Lo cierto es que cocinar legumbres en Crock-Pot me daba respeto. O pereza. Me daba más pereza que respeto porque tener los garbanzos cociéndose durante 10 horas me parecía un ejercicio de paciencia infinita antes de meter la cuchara.

Además, en casa las legumbres las preparamos el fin de semana y lo que más les gusta a los cachorritos de aquí a Lima es el cocido madrileño. Para tenerlo listo a la hora de comer, digamos a las 3 de la tarde del sábado, hay que poner la olla a cocer a las 3 de la mañana. Y, llamadme loca, pero a mí levantarme a las 3 de la mañana a poner el cocido… se me hace cuesta arriba, todo hay que decirlo.

 

 

Pero voy a tener que cambiar de opinión, como tantas veces en la vida: el potaje de cuaresma me ha salido tan rico, pero tan tan rico, en Mrs. Crock-Pot, que estoy estudiando la forma de hacer el cocido madrileño también a fuego lento. Sólo tendré que hacerme un cronograma para no tener que levatarme en mitad de la noche…

 

La culpa de que me haya animado a lanzarme con las legumbres en la olla lenta es del reto “Haz lo que te salga de la olla lenta” que este mes se basaba precisamente en las legumbres. Y mi inspiración, como tantas veces con esta olla, es de Crockpoting.

Potaje de garbanzos Crock-Pot

Potaje de garbanzos {Crock-Pot}

Ingredientes

• 250-300 g. de garbanzos (peso en seco),
• 300 g. de bacalao en salazón,
• 150-200 g. de espinacas frescas,
• 1 cabeza de ajos,
• 2 hojas de laurel,
• 1/2 cucharadita de pimentón dulce,
• 1 cebolla,
• 1 cucharada de harina
  (asegúrate de usar harina sin gluten si cocinas para una persona celiaca o intolerante al gluten),
• 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra,
• 2 huevos cocidos (opcional).

Receta apta para alérgicos a la PLV, a los frutos secos y al huevo (si prescindes de los huevos cocidos que se añaden sólo al final), para intolerantes a la lactosa y para personas celíacas e intolerantes y alérgicos al gluten.

 

 

Elaboración

Fase previa

Antes de ponernos manos a la obra con nuestra olla lenta, tenemos que desalar el bacalao y remojar los garbanzos.

El bacalao tendrá que estar 24 horas en remojo dependiendo del tipo de corte. Generalmente si son migas el tiempo de remojo es menor, pero si compras lomitos necesitarás 24 horas durante las cuales tendrás que cambiar el agua un mínimo de 3 veces. La piel del bacalao estará siempre hacia arriba y el cuenco en el que tengas el bacalao a remojo siempre en la nevera para que no se estropee.

Te recomiendo que te asegures de que el bacalao ha perdido por completo el salazón antes de comenzar a cocinarlo porque, de otra manera, se echará a perder el plato. No tienes más que sacar una pequeña lasca y probarla.

Los garbanzos tienen que estar también en remojo con una cucharada de sal durante 12 horas.

Ahora te toca a ti gestionar los tiempos para coordinar el remojo de uno con el del otro…

Comenzamos a hacer el potaje de cuaresma en nuestra Crock-Pot:

1. Sacamos los garbanzos de remojo y los aclaramos con agua fría.
2. Ponemos en la olla todos los garbanzos junto con las hojas de laurel y la cabeza de ajos partida por la mitad y el agua suficiente hasta cubrirlos unos 3 dedos por encima. Programamos la olla 10 horas en temperatura alta y dejamos cocer sin levantar la tapa en ningún momento.
3. Cuando falte media hora de cocción lavamos las espinacas y sacamos el bacalao del agua, desechándola por completo. Retiramos la cabeza de ajo, añadimos las espinacas limpias y enteras y removemos para que se mezclen con los garbanzos, pero con cuidado de no romperlos.
   Colocamos el bacalao encima y dejamos que termine la cocción.
4. Mientras tanto, picamos la cebolla bien fina (en mi caso con picadora), calentamos 2 o 3 cucharadas de aceite en una sartén y pochamos la cebolla hasta que esté blandita y transparente. Añadimos una cucharada de harina y, cuando esté tostada, media cucharadita de pimentón dulce. Retiramos del fuego y lo incorporamos a la olla lenta.
5. Dejamos que se mezcle con el resto de los ingredientes con el calor residual.

A la hora de servir, puedes acompañar este riquísimo potaje con un huevo cocido picado.

Como veis, yo no le he echado ni una pizca de sal: con la que aporta el bacalao incluso después de desalarlo, en casa nos ha parecido suficiente. Si tú necesitas más sal, yo te recomiendo que lo añadas al final.

Mi esquema horario:

Lo más difícil con diferencia a la hora de hacer el potaje de garbanzos Crock-Pot es planificar los tiempos para que tanto los garbanzos como el bacalao estén en remojo el tiempo suficiente.

 

 

Tienes que tener en cuenta que, antes de echar el bacalao en la olla, los garbanzos tienen que cocer durante 10 horas. Durante ese tiempo, el bacalao seguirá en remojo, de modo que es factible poner las dos cosas en remojo a la vez: 12 horas después los garbanzos empezarán a cocer, pero el bacalao seguirá en agua. El cronograma podría ser algo así:

• 16:00 Pon el bacalao en remojo.
• 18:00 Pon en remojo los garbanzos y cambia el agua al bacalao.
• 20:00 Cambia el agua al bacalao.
• 6:00 comienza la cocción de los garbanzos.
  Cambia el agua a bacalao.
• 16:00 Termina la preparación de potaje añadiendo las espinacas, el bacalao y el sofrito.

Este esquema horario está adaptado a mis rutinas: madrugo mucho (nunca por gusto), así que me venía bien dejar a Mrs. Crock-Pot trabajando mientras yo hacía lo propio fuera de casa. Al volver del trabajo hice los retoques finales para llevar el potaje de garbanzos crock-pot al día siguiente en #eltáperdehoy. El sobrante lo congelé en botes individuales para ir descongelando poco a poco y disfrutando de esta delicia durante un par de meses 🙂 Porque, eso sí, ni los cachorritos ni el papá comparten conmigo la opinión de que este es el mejor guiso de legumbres del mundo: lo de ver espinacas flotando en el plato no les convence nada de nada. Así que, en esta ocasión, la web podría llamarse “Cocinando para la mamá de los cachorritos”.

Sí les gusta, sin embargo, el potaje de carillas o los garbanzos con calamares.

¿Y si no tengo Crock-Pot?

¡No te va a quedar más remedio que comprarte una!

Como ya comenté hace unas semanas en el artículo “7 ventajas que harán que te enamores de tu Crock-Pot“, es una olla que ofrece muchas ventajas. Es verdad que yo era un poco reacia al principio, pero poco a poco me va enganchando y todo lo que cocino en ella ha salido delicioso.

Por si te animas, aquí tienes algunas sugerencias:

      

Como verás, la gama de precios es muy amplia dependiendo de la capacidad y otras prestaciones.

Puedes hacer el potaje de cuaresma en olla rápida. La receta lleva varios años publicada en el blog y sale muy rica. No tanto como con una cocción lenta, os lo advierto…