IV Jornadas del cocido madrileño
Para los amantes de la cocina tradicional, la cita es inevitable: del 19 al 29 de octubre se celebran las IV jornadas del cocido madrileño en Leitariegos.
Desde el restaurante La Cruz Blanca de Vallecas, la familia Cosmen lleva a Asturias, al techo del paraíso, lo mejor de la cocina madrileña, su famoso cocido elaborado a la manera tradicional: buena materia prima, tiempo y mimo para obtener un plato que, desde siempre, ha alimentado a las familias madrileñas.
IV Jornadas del Cocido Madrileño
La inauguración de estas jornadas fue un momento mágico que nos permitió disfrutar de los sabores de Madrid y Asturias. Celebrada en un entorno natural espectacular, el restaurante nos ofreció una combinación única de platos asturianos y madrileños, utilizando garbanzos castellanos y carnes y embutidos de los que ha ofrecido a los comensales la oportunidad de disfrutar del cocido. Un plato excepcional que Héctor Cosmen dijo que no se trataba de productos de kilómetro 0, estos productos son metro 0, la cercanía de su producción en el propio puerto de Leitariegos. Más fresco y más natural no se puede.
Disfrutar de un cocido con estas vistas es estar muy cerca del cielo.
Y es que el entorno en el que se encuentra el restaruante Leitariegos, en el puerto del que toma el nombre, es naturaleza verde en estado puro. Es Asturias, es magia: cuando salí a hacer estas fotos, además de respirar aire puro, conseguí escuchar el mugido de las vacas asturianas. Y os aseguro que el oído no es mi súper poder 😉
Gastronomía madrileña – gastronomía asturiana
Ya os he dicho que la inauguración de las IV jornadas del cocido madrileño supusieron una hermanación de las gastronomías madrileña y asturiana.
Comenzamos la comida con un maravilloso pote asturiano, del que el restaurante anfitrión ostenta el título de “El mejor pote de Asturias” y doy fe de que estaba delicioso.
Como continuación y plato principal, se sirvió, ya en las mesas, el cocido madrileño comenzando por la tradicional sopa de fideos y sus tres vuelcos a base de verduras, carnes y embutidos y legumbres que, en esta ocasión, se sirvieron todos en la misma bandeja.
De ahí al plato, cada comensal se prepara su ración a su gusto. Lo más común es consumir primero la sopa y luego el resto de los ingredientes en seco, pero hay quien prefiere añadir garbanzos a la sopa, o incluso parte de las carnes. O quienes, como yo, disfrutamos con los garbanzos y las carnes con un pelín de caldo pero separado de la sopa. Sin olvidar el repollo que siempre acompaña de manera maravillosa a un buen plato de cocido.
Regamos la comida con vinos de la Denominación de Origen Cangas, que aportaron frescura y personalidad, justo lo que un plato como los degustados necesitan.
El postre, un broche perfecto
Siempre digo que una buena comida puede fracasar por culpa de un postre mediocre. No es el caso de la comida inaugural de estas IV jornadas del cocido madrileño. ¿No os he dicho que fue una combinación perfecta de gastronomía asturiana y madrileña? ¿no os he dicho que comenzamos con Asturias y continuamos con Madrid? Pues sólo nos quedaba poner el broche a este festín con uno de mis quesos favoritos: un afuega’l pitu servido con miel y nueces para cerrar la jornada.
No perdáis la ocasión de disfrutar del mejor cocido madrileño del mundo en un entorno inigualable.