Carpaccio de ternera
El carpaccio de ternera es, como la mayoría sabréis, un plato de carne que se come cruda y aliñada en lonchas muy muy finitas, casi transparentes.
El único misterio que tiene este plato es el corte de la carne porque el aliño es muy sencillo y se hace con ingredientes bastante comunes en nuestras cocinas: sobre todo aceite de oliva al que se pueden añadir, según los gustos, unas gotas de limón o lima.
El conjunto finalmente se acompaña de queso parmesano porque el carpaccio de ternera es un plato muy típico de la gastronomía italiana. Otra delicia del país de la bota que asoma a la cocina de Cocinando para mis cachorritos.
Preparar la carne para hacer el carpaccio de ternera en casa
La parte más complicada de esta receta es cortar la carne tan fina como un buen carpaccio de ternera requiere. Y seleccionar el corte adecuado.
Para esto último, lo mejor es dejarse aconsejar por un carnicero de confianza. En cualquier caso, hay que saber que necesitamos que la pieza sea de buena calidad y siempre una carne magra y sin nervios que ha de estar bien limpia.
Para hacerlo más fácil, puedes pedirle a tu carnicero también que te corte las láminas de carpaccio y así te ahorras tarea 😉 pero yo te voy a explicar a continuación cómo hacer un delicioso carpaccio de ternera en casa. Te diría que es súper fácil, pero te estaría engañando porque hacer un buen corte tiene su aquel: prepáralo con un poco de tiempo, a pesar de que es una receta de las que se tienen que consumir casi inmediatamente.
Carpaccio de ternera
Ingredientes
- 500 g. de carne de ternera magra y sin nervios,
- queso parmesano,
- aceite de oliva,
- sal y pimienta,
- 3 o 4 cucharadas de zumo de limón o lima,
- 1 cucharada de cebollino,
- hojas de rúcula fresca.ç
Receta apta para alérgicos al huevo (controla los ingredientes del queso parmesano) y para personas que no puedan consumir gluten.
Elaboración
Antes de empezar tenemos que preparar la carne y meterla en el congelador.
Si vas a cortarla con cuchillo, que sea uno bien afilado. En ese caso, congela la pieza de carne durante 30-45 minutos para que esté firme y puedas hacer las lonchas muy muy finas. Si la congelas del todo estará demasiado dura.
Saca la carne del congelador y corta las rodajas lo más finas posibles. Ve disponiéndolas sobre un plato.
Otra opción es usar un cortafiambres.
En este caso es mejor que la carne esté completamente congelada para hacer las lonchas con la máquina.
Igual que en el caso anterior, ve disponiendo la carne cortada sobre un plato
El aliño y el emplatado del carpaccio de ternera.
Una vez que tengamos las láminas finas de carne en el plato, ya sólo nos queda aliñar nuestro carpaccio de ternera a nuestro gusto.
Mi recomendación es salpimentar ligeramente y luego mezclar 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva con unas gotas de zumo de lima (me gusta más que el limón) y verter esta mezcla sobre la carne.
A continuación se puede decorar con cebollino fresco picado o con unas hojas de rúcula.
Si además le añades unas lascas de queso parmesano ya es una locura.
La cachorrita pequeña, que es una pedorra con la carne porque toda se le hace bola, nos aseguró que esta es la manera que más disfrutó de un plato de carne, en competición muy reñida con las carrilleras.
Y, como veis en las imágenes, nosotros hicimos dos versiones: una con cebollino y la otra con rúcula. Se pueden poner ambas en el mismo plato, pero en casa a quien le gusta una cosa, no le gusta la otra, así que preferimos servirlo por separado.
Otra opción que a mí me gusta mucho es espolvorear un poco de ralladura de lima sobre el plato ya terminado. Este toque no se aprecia en las imágenes, pero os aseguro que le da un gustito especial
Como el carpaccio de ternera es un plato ligero y que no llena demsiado, se puede servir como entrante y a continuación, para seguir con la comida italiana, unos gnocchi con queso gorgonzola.
Termina la comida con un tiramisù y ya sólo te faltará tener una foto del Coliseo de fondo para creer que has viajado a Italia 🙂
¡Felices platos italianos!