Taralli pugliesi
Taralli pugliesi o colines de la Puglia que es el tacón de la bota de Italia. Algún día viajaré allí, es uno de mis pendientes. De momento me he conformado con hacerlo a través del reto de Margot, Cocina regional italiana.
A mí la cocina italiana me apasiona. La que comen los italianos. La que se come aquí en España está buena, pero no es comida italiana de verdad.
Bueno, puede que estos taralli pugliesi tampoco lo sean, aunque me he ceñido a la receta tradicional y sólo he añadido un poquito de pimienta a la mitad de la masa. Aunque he leído que pueden aromatizarse con distintas especias, siendo la más común el peperoncino y que pueden encontrarse ¡hasta taralli dulces!
Los taralli pugliesi como los colines de pan, pero con forma de lacito. Van de lujo para mojar en algún untable o para acompañar cualquier aperitivo.
La curiosidad de los taralli pugliesi es que antes de hornearlos, la masa se cuece en agua hirviendo, algo parecido a lo que se hace con los brezels o los bagels. Otra de sus características, además de la curiosa forma de lacito, es que no llevan levadura ni una gota de agua: todo el líquido de la masa es vino blanco y aceite de oliva. Os podéis imaginar el sabor.
Además, la masa es muy fácil de manejar. Yo amasé con la panificadora porque me resulta mucho más cómodo, pero se puede hacer perfectamente a mano. Pocas masas os darán tan poca guerra como esta.
No dejéis de prepararlos en casa para acompañar a cualquier picoteo porque son muy fáciles y ¡están buenísmos!
Receta de los taralli pugliesi
Ingredientes
- 125 g. de aceite de oliva virgen extra,
- 200 ml. de vino blanco,
- 500 g. de harina de fuerza,
- 10 g. de sal,
- pimienta negra al gusto.
Elaboración
- Amasamos:
Ponemos todos los ingredientes (salvo la pimienta) en la cubeta de la panificadora respetando el orden en el que aparecen en la receta. Seleccionamos el programa de amasado. Se trata de una masa bastante dura: puede que a la máquina le cueste un poco amasar, así que en cuanto estén ligados los ingredientes, podemos sacarlos y terminar de amasar a mano.
Damos forma de bola y reservamos tapando la masa con un trapo limpio. Con 10 minutos de reposo será suficiente.
Si queremos amasar con thermomix: seleccionamos la función espiga durante 3 minutos. Volcamos sobre la superficie de trabajo, damos forma de bola y reservamos. - Cortamos la masa en porciones de 10-15 g. Los estiramos dándoles forma de bastón que luego uniremos como si fuera un lazo presionando ligeramente para que no se despeguen.
Al formar los lacitos, podemos espolvorear la masa con un poco de pimienta molida. - Depositamos todo los taralli sobre un paño de cocina limpio y ponemos 2 litros de agua a hervir.
- Cuando llegue a ebullición, añadimos una cucharadita de sal y vamos cociendo los taralli. No echaremos más de 6 u 8 cada vez, para que no se peguen entre sí.
Cuando los lacitos están listos, suben a la superficie. Entonces tenemos que sacarlos con ayuda de una espumadera y dejarlos de nuevo sobre el paño de cocina para que escurran un poco. - Una vez cocidos todos los taralli pugliesi, los colocamos sobre una bandeja de horno forrada con un tapete de silicona.
- Ya sólo nos queda hornear a 200ºC calor arriba y abajo sin aire durante unos 30 minutos o hasta que estén doraditos.
- Sacamos, dejamos reposar sobre una rejilla para que la base no se ablande y ¡listos para picotear!
Conservación de los taralli pugliesi
Te reto a probar uno solo de estos deliciosos taralli pugliesi recién horneados, cuando están aún templados. La cachorrita pequeña y yo lo hicimos y ¡a punto estuve de quedarme sin ellos para las fotos!
Están tan ricos que son adictivos.
Pero no sólo eso: los taralli pugliesi se conservan perfectamente durante más de una semana en una caja de lata o en un bote como el que veis en las fotos. Se ha convertido en mi favorito para guardar galletitas pequeñas o picos de pan como estos.
Para ver todas las propuestas del reto Cocina Regional Italiana pincha en la imagen:
Felices colines de pan 😉
En casa hgan volado también. Te han quedado super ricos
besos
Rosa
Tienes mucha razón, lo mejor es hacerlos y no dejarlos a la vista, se corre el peligro de en cada pasada pillar un par de ellos para el camino.
Son muy adictivos y realmente deliciosos, creo que el punto es el escaldado para que sean tan crujientes y blanditos a la vez.
Bss y feliz domingo
Hola Vero, me alegro de que hayas participado y que te hayan gustado tanto, la verdad es que es empezar y no parar de comer jajajajaja Y guardaditos asi en el bote de cristal son hasta un regalo perfecto! Nos vemos en próximos retos! Por cierto, creo que te has comido un trozo de texto antes de la foto jajajajaja. El aaaaaaansia de los colines! Besos
Ay, no: que la conexión me hizo un algo raro en el último momento y entré en pánico porque creí haber perdido toda la redacción de la entrada. Por suerte sólo fue una parte, pero se quedó ahí un rastro que no vi a tiempo. Ya está corregido.
Gracias por la propuesta, ¡ya ves que nos ha encantado!