Crema de champiñón
Esta crema de champiñón es poco fotogénica, pero está para chuparse los dedos de rica. Y es perfecta para las cenas de otoño: productos de temporada, plato de cuchara calentito, fácil de preparar, sabroso y ligero. ¿Alguien da más?
¡Sí! Para darle textura he usado patata. Nada de nata ni otros productos grasos. Por tanto, es un plato también apto para alérgicos al huevo, a la leche, intolerantes a la lactosa y celíacos. Como siempre digo, ¡nadie sin su crema de champiñón!
Es mejor usar los champiñones de la variedad portobello, los más oscuros porque tienen un sabor mucho más intenso que los blancos. Para hacer esta receta, además, se utiliza no sólo el sombrerito, sino también el pie.
Además os diré que he hecho esta crema de champiñón con un caldo de cebolla de la marca Aneto. Y así aprovecho para contaros que hace unos días fui con un grupo de blogueras a visitar su fábrica.
Visita a la fábrica de Caldos Aneto
Es verdad que ellos siempre dicen “sólo con ingredientes naturales” y que son la única marca de caldos que está presente en la feria Biocultura (alimentación ecológica). Eso ya dice algo.
Pero, si os soy sincera, yo me esperaba la cosa un poco más industrializada. Pues no. En Aneto el caldo es casero de verdad.
Tienen 5 ollas gigantes (3 000 litros de agua y entre 1 300 y 1 500 kilos de sólido, dependiendo de qué vayan a cocinar el caldo) que cuecen durante 3 horas. Igual que si tú lo haces en casa, pero cantidades muchísimo más grandes, claro 😉 En mi casa, a menos, por muy soperos que sean el papá y los cachorritos, no podemos hacer esa cantidad de caldo.
Una vez filtrado el caldo, se pasa a la zona de uperisación. Es el mismo procedimiento que se la aplica a la leche antes de ser envasada. Gracias a este sistema (que no es nuevo ni invención de Aneto) el caldo se conserva durante 12 meses sin conservantes. Palabrita. Que #yolohevisto 🙂
Lo he visto y lo he probado recién hecho, recién sacadito de la olla y era, ¡como el de casa!
Además visitamos su huerto. Un huerto ecológico enorme que, para más datos, es un proyecto para la inserción social y laboral de jóvenes. Aneto compra toda la producción de verduras ecológicas para utilizarlas en sus caldos.
Productos aptos para alérgicos
Todos los caldos de Aneto están libres de trazas de alérgenos como el huevo, la leche o el gluten. Únicamente el caldo de pescado lleva pescado (evidentemente), pero el resto de los caldos están también garantizados libres de trazas de pescado.
¿Cómo lo consiguen? No mezclando producciones: el día que yo visité su fábrica estaban haciendo la variedad “Caldo de pollo bajo en sal”. Cuando se termina esa producción, las ollas se limpian a fondo con un sistema automatizado que no permite una nueva puesta en marcha hasta que la máquina indica que está completamente limpia y libre de cualquier impureza.
Variedades Aneto
Aneto tiene un total de 27 variedades de caldo. Parece mentira que puedan existir tantas, ¿verdad? Pues todavía siguen trabajando en nuevas recetas.
Mención especial merece su línea de caldos ecológicos que, además de ser ingredientes naturales, son de origen bio.
También disponen de una gama específica de caldos para paella, fideuá y arroz negro que llevan el sofrito incluido. Os hablé de ellos aquí. Son súper cómodos para hacer un arrocito de fin de semana.
No me quedo sin mencionar el famoso caldo de Navidad de Aneto, elaborado con carnes que se asan primero para darle un sabor más especial. Con él nos agasajaron con una comida riquísima en la sala donde comen los trabajadores: una rica sopa de galets, carn d’olla y de postre, ¡fruta! #muyfan
La verdad es que fue un día emocionante y muy satisfactorio. Me encantó ver en primera persona que los caldos Aneto de verdad merecen la pena. Tener un par de bricks siempre en casa os va a ayudar mucho, tanto para esa cena a la que no llegamos y que podremos solucionar con una sopita (¿sabéis que la variedad más vendida en Madrid es el caldo de puchero? por algo somos la tierra del cocido madrileño y ese caldo es el que más se acerca 🙂 ) o para usarlo como base de otras recetas.
Como la crema de champiñón que os voy a enseñar a hacer hoy.
Crema de champiñón
{receta fácil y ligera con caldo Aneto}
Ingredientes
- 800 g. de champiñones portobello,
- 1/2 cebolla mediana o 2 chalotas,
- 1 litro de caldo de cebolla Aneto. También puedes usar caldo de verduras.
- 1 patata mediana,
- sal, pimienta y aceite de oliva.
Cómo hacer la crema de champiñón con thermomix
- Limpiamos los champiñones conservando el pie.
Los hongos en general, no hay que sumergirlos en agua para limpiarlos: basta con usar una servilleta húmeda para retirar los restos de arena que puedan tener.
Reservamos. - Pelamos la cebolla, la partimos en cuartos y la ponemos en la jarra, junto con el aceite de oliva. Sofreímos 5 minutos, 120º, velocidad 1.
- Añadimos la mitad de los champiñones partidos en cuartos o en mitades y salteamos durante 10 minutos, 120º, velocidad 1.
Retiramos de la jarra y repetimos la operación con el resto de los champiñones añadiendo un chorrito de aceite de oliva.
Es mejor hacerlo en tandas para que los champiñones se salteén bien y suelten todo su aroma. - Una vez salteados todos los champiñones, los volvemos a poner todos en la jarra, añadimos la patata pelada y partida en cuartos y la mitad del caldo. Programamos 30 minutos, varoma, velocidad 1,5.
- Pasado el tiempo, rectificamos el punto de sal, añadimos una pizca de pimienta negra recién molida y trituramos 1 minuto, velocidad progresiva 8-10.
Si fuera necesario para que la crema adquiera la consistencia deseada, el resto del caldo.
Yo usé el litro entero, pero va a depender de la cantidad de agua que suelten los champis: es mejor ir añadiendo el caldo poco a poco que obtener una crema demasiado líquida. Esto último tiene peor solución.
La crema de champiñón se sirve calentita. Puedes ponerle uns picatostes por encima o reservar algún champiñón para ponerlo doradito por encima.
Cómo hacer la crema de champiñón a la manera tradicional
- Limpiamos los champiñones conservando el pie.
Los hongos en general, no hay que sumergirlos en agua para limpiarlos: basta con usar una servilleta húmeda para retirar los restos de arena que puedan tener.
Reservamos. - Partimos la cebolla en trozos medianos y la salteamos en una sartén a fuego suave hasta que empiece a ponerse blanca.
- Añadimos la mitad de los champiñones troceados y sofreímos durante 10-15 minutos hasta que suelten el agua y su aroma. Reservamos y repetimos la operación con la otra mitad.
- Pasamos la cebolla y los champiñones a una olla. Añadimos la patata pelada y partida en trozos y la mitad del caldo. Cocemos durante media hora.
- Ponemos a punto de sal y trituramos con la ayuda de una batidora.
¡Felices cremitas de otoño!
1 respuesta
[…] Por eso de economizar, el bogavante lo compramos congelado. Y para hacerlo rico rico y ponernos las cosas fáciles, usamos una de las variedades de caldo Aneto para paella. Ya la habíamos probado en alguna ocasión y salen unos arroces divinos con ingredientes de la mejor calidad. Y os lo digo sabiendo de qué hablo porque el invierno pasado tuve ocasión de visitar la fábrica de caldos Aneto. Os lo cuento todo aquí. […]