Chucrut de lombarda
No me matéis, amiguis: llevo queriendo compartir con vosotros este chucrut de lombarda la friolera de 5 meses. Y no he visto el momento hasta ahora.
Os pongo en antecedentes para que no me juzguéis a la ligera: las lombardas no se nos dan demasiado bien en el huertito. No sé si es el clima, la tierra o qué, pero en todos los años que llevamos, ha habido inviernos que hemos recogido la friolera de dos de estas preciosas coles moradas.
Claro, con esa producción, una puede hacer ensalada o lombarda con manzana. Incluso alguna crema y apañamos el asunto.
Pero el invierno pasado nuestras lombardas crecieron bastante bien, aunque en un momento digamos incómodo porque decidieron esperar al comienzo de la primavera. ¿Y qué pasó en primavera? Que nos confinaron.
Justo antes de eso y en previsión de no poder ir al huertito durante unas buenas semanas, recolectamos las últimas lombardas. Y me vi en casa con 4 lombardas preciosas y sin poder compartirlas con nadie. Mis cachorritos y su papá dicen que sí, que muy monas, pero que me las coma yo.
Y yo, confinada y todo, comí lombarda. Pero, a ver, que mi cachorrito mayor estaba en plan gourmet y venga a pedir solomillo wellington, pulled pork y potaje de verdinas. Y, claro, yo quería comer esas delicias también. Así que busqué alternativas para conservar la lombarda a largo plazo.
No se me había ocurrido pensar en el chucrut, pero una búsqueda rápida en google me dio la pista y el blog de Eva muerde la manzana, el resto de las indicaciones.
Hoy os las cuento yo a vosotros con mis aportaciones sobre todo de modus operandi.
Chucrut de lombarda
El chucrut es un fermentado, es decir, un alimento llenito de prebióticos que remonta su existencia a la antigua Roma.
Famoso por acompañar al codillo en uno de los platos más emblemáticos de la cocina alemana, se usa en muchos otros países europeos dentro de sus platos más tradicionales. Entender el motivo es muy fácil: se conserva durante meses sin necesidad de frío y hace ya muchos siglos que los marineros descubrieron que prevenía el escorbuto en alta mar. Ellos no sabían el motivo, pero es que el chucrut es muy rico en vitamina C.
Además, la fermentación también produce isotiocianatos, micronutrientes que, según se ha comprobado en algunos estudios científicos, es capaz de prevenir el cáncer en animales.
¿Nos animamos con el chucrut casero?
Ingredientes
- Lombarda
(puedes hacerlo también con repollo o col blanca) - sal. Vas a necesitar 15 g. de sal por cada kilo de col.
Como véis, el chucrut casero es una receta #sinleche #sinhuevo #singluten #sinlactosa y #sinfrutossecos
Necesitarás, además, algún material que te voy a indicar a continuación:
- Mandolina para cortar la lombarda muy fina rápidamente.
- Si no tienes mandolina, puedes usar una tabla de cortar grande y un cuchillo bien afilado.
- Centrifugador de verduras,
- botes para envasar al vacío
- o botes de cristal con tapa y una máquina para envasar al vacío.
Elaboración
Veréis que hacer el chucrut de lombarda no tiene mucho misterio. Requiere paciencia, eso sí porque, una vez envasado, necesita un tiempo de reposo de al menos 4 semanas.
- Limpia la lombarda retirando las hojas exteriores más gruesas y el tallo.
- Corta la lombarda en juliana muy fina. Si usas la mandolina, será mucho más rápido y fácil, pero no hay inconveniente en hacerlo con un cuchillo.
- Pesa la lombarda después de limpiarla y anótalo.
- Lava bien la lombarda con agua fría. Escurre con ayuda del centrifugador de verdura para que quede lo más seca posible.
- Coloca la lombarda limpia y seca en un cuenco grande o en una ensaladera y añade la sal. Recuerda que necesitas 15 g. de sal por cada kilo de lombarda.
Para asegurarte que la sal se distribuye correctamente, puedes ir poniendo capas de lombarda y espolvoreando con sal. - Mezcla bien la lombarda con la sal. Frota con las manos para que la lombarda empiece a soltar sus jugos. Puedes ayudarte de un mortero, pero las manos limpias frotando bien será suficiente.
Verás que poco a poco, la lombarda empieza a soltar un jugo que, al juntarse con la sal, forman una salmuera que será la que nos ayude a conservar bien nuestro chucrut. - Cuando tengas las manos ligeramente húmedas (y teñidas de rosa 😉 puedes empezar a meter la lombarda en botes. Presiónala bien para que quede bien compactada y no queden a penas bolsas de aire en el interior.
- Cierra los botes. Si has usado un bote de esos que hacen el vacío por si mismos, del estilo de los que os pongo a continuación, no necesitarás más que dejar la lombarda reposar unas 4 semanas en un lugar oscuro y fresco (un trastero o una habitación en la que no tengáis calefacción, ahora que empezamos a encenderla). En este tiempo fermentará y el chucrut estará listo y delicioso.
- Pero si usas botes normales, de los de tapa de rosca, te doy mi truco: rellena el bote igual que he explicado antes y ciérralo. Mete el bote dentro de una bolsa para hacer el vacío y usa la máquina de envasar al vacío. Yo tengo una pequeña que me regalaron una vez.
Extrae el aire de las bolsas. Verás que se hace el vacío también en los botes porque sale algo de la salmuera rosa de la lombarda. Es normal.
En mi caso, además, al cabo de un par de días, imagino que por el líquido, se había roto el vacío de la bolsa. Si es así, desecha esa bolsa, seca bien el bote (sin abrirlo) y vuelve a meterlo en otra bolsa y a hacerle el vacío. Esta vez aguantará mucho más. En mi caso, varios meses. - Recuerda que tiene que reposar, envasado al vacío, al menos 4 semanas.
Ya sólo queda buscarse una excusa para disfrutar de este delicioso chucrut de lombarda 🙂
¡Felices lombardas!
Me parece una idea estupenda para conservar la lombarda, porque en mi casa pasa igual, tan solo a una de mis hijas y a mi nos gusta y no es cuestión de darte el atracón con una entera, lo tendré en cuenta.
¡que color tan bonito! es perfecto para acompañar carnes.
Un abrazo
Concha
La verdad es que, además de rico, es bonito, sí 🙂
Me parece una receta súper acertada para comer lombarda. A mí me gusta, pero me pasa lo que a ti que mi familia no me acompaña. Comen una parte mínima, pero el resto se queda para mí. Pero tampoco sufro, eh, porque a mí me gusta
jajaja, si yo tampoco sufro. Lo que pasa es que a veces, comerte una lombarda entera, uffff.
La verdad es que te ha quedado con muy buena pinta, pero es una verdura que no me gusta desde pequeño cuando me obligaban a comermela.
Ay, es que obligar a los niños tiene estas consecuencias. A mí me pasa lo mismo con las acelgas…
Me encantan los fermentados, son ricos y super sanos