Brioche de mascarpone
Que lo mío son las masas levadas lo demuestra este brioche de mascarpone que os traigo hoy.
He tenido pifias en la cocina: panes que no levan, sofritos que se han quemado, carnes secas, bizcochos que se quedan crudos y expedientes X de ese estilo. Quien se haya metido en la cocina y diga que no ha tenido un episodio de esos, miente. Pero jamás jamás jamás me ha pasado con una masa levada.
Será que les tengo un cariño especial y que ellas son tan agradecidas… Nos llevamos tan bien que, aunque alguna vez una masa a podido ponerse rebelde, siempre he sabido reconducirlas, ¡ay, cómo disfruto con ellas! Y no sólo trabajándolas, ¡también comiéndolas! Lo nuestro es una historia de amor en toda regla <3
Esas migas esponjosas están deliciosas aún templadas, pero pasados un par de días y unos minutos en el tostador, acompañadas de mermelada casera son un desayuno para morir (de amor o de placer, tú eliges)
Pero, claro, no puede una hacer siempre la misma receta por bien que salga. Lo suyo es ir innovando. A veces son recetas que ves en la red; otras veces improvisas con ingredientes que tienes en casa y otras veces, las más, son amor a primera vista. Eso me pasó con el brioche de mascarpone de Un pedacito de cielo. Fue verlo y sentir la necesidad de hacerlo. Por una de esas casualidades de la vida, tenía una tarrina de mascarpone en casa diciendo “úsame, úsame, se acerca la fecha de consumo preferente”.
No me quedó más remedio, oiga…
Brioche de mascarpone
Este brioche de mascarpone está amasado con panificadora. Si no tienes, puedes usar otro instrumento para amasar o hacerlo a mano. Se puede amasar con thermomix u otro robot del estilo. No es lo mismo, el resultado se nota en la miga, pero se puede hacer…
Ingredientes
Con estas cantidades yo hice un brioche en un molde redondo de 22 cm. y otro tamaño mini. Si tienes un molde más grande (unos 26 cm.) será perfecto para un único brioche.
- 250 g. de queso mascarpone (generalmente es la cantidad que tiene una tarrina),
- 1 huevo,
- 120 g. de leche,
- 520 g. de harina de fuerza,
- 100 g. de azúcar,
- 5 g. de sal,
- 20 g. de levadura fresca de panadería,
- 1 huevo batido para pincelar.
Elaboración
1.- Amasado y primer levado
El amasado es primordial en la elaboración de masas y esta es una de las más fáciles de trabajar: tiene una textura suave y manejable, no muy pegajosa, pero hay que mimarla un poco. Es fácil, ya veréis.
Si amasas en panificadora, pon todos los ingredientes en el orden que he indicado, salvo la levadura y el huevo batido que reservaremos para pincelar el brioche después del formado. A mí me gusta darle dos ciclos de amasado a estas masas para que las migas queden más esponjosas y por eso la levadura la añado al final del segundo.
Entonces: si amasas en panificadora, pon todos los ingredientes en el orden que he indicado, salvo la levadura y el huevo batido que reservaremos para pincelar y selecciona el programa de sólo amasado. Mientras amasa, comprueba que toda la harina se está integrando correctamente y que no necesitas añadir más líquido: eso dependerá mucho de la capacidad de absorción de cada harina. Si ves que quedan pedacitos sueltos que no se integran con el resto de la masa, ayúdate de una espátula de silicona para intentarlo, pero no nos conviene que la masa quede muy seca, así que si lo consideras necesario, añade un poco más de leche. Hazlo a cucharaditas porque tampoco queremos que la masa quede muy blanda y sea difícilmente manejable.
Una vez finalice este primer amasado, selecciona el programa de amasado con levado y añade la levadura desmigada. Comprueba que la consistencia de la masa es la deseada y deja trabajar a la máquina hasta que el primer levado finalice. Este ciclo suele durar una hora y media aproximadamente.
Si amasas en thermomix, pon todos los ingredientes en la máquina (salvo el huevo batido para pincelar) y selecciona la función espiga durante 5-7 minutos hasta que la masa esté bien integrada. Vuelca la masa en una superficie lisa, amásala un poco a mano, dale forma de bola y déjala reposar en un cuenco ligeramente aceitado y tapado con papel film hasta que aumente su volumen hasta casi doblarlo.
2.-Formado y segundo levado.
Independientemente del método que hayas usado para amasar, después del primer reposo, tenemos que dar forma a nuestro brioche de mascarpone. Para ello:
- Volcamos la masa sobre la superficie de trabajo. Yo suelo hacerlo con un tapete de silicona porque es más fácil de limpiar después y siempre tengo a mano un cuenquito con un poco de aceite por si la masa ha salido algo más pegajosa de lo habitual.
- Desgasificamos amasando ligeramente y dividimos la masa en unas 10 porciones del mismo tamaño. Si las pesas, que sean de 100 g. aproximadamente. Yo lo hago a ojillo y por eso veis en las fotos que hay algunas ligeramente más pequeñas 😉
- Tenemos que bolear bien cada una de las porciones. Esto significa, además de darles forma de bola, que tenemos que generar tensión en la superficie. Y las vamos colocando en el molde con forma de flor.
- Una vez todas las bolas en el molde, dejamos reposar de nuevo para que aumente de volumen. Una hora aproximadamente, dependiendo de la temperatura exterior.
- Encendemos el horno a 200ºC, calor arriba y abajo. Mientras coge temperatura, pintamos nuestro brioche ya levado con el huevo batido que habíamos reservado y horenamos a 180ºC durante 30-40 minutos aproximadamente.
Si se nos dora demasiado rápido por la superficie, podemos cubrirlo con un trozo de papel de aluminio para evitar que se queme.
Ya sólo nos queda sacarlo del horno y esperar a que temple para desmoldarlo y disfrutar de esta maravilla de brioche de miga aterciopelada y sabor suave y delicado ¡está de lujo!
Si os apetece, podéis espolvorearlo con azúcar glass al momento de consumir.