Mona de pascua serbia
Hoy vamos a hacer una mona de pascua serbia. ¿Y por qué serbia? Pues porque ya que no podemos viajar esta semana santa, vamos a tratar de hacerlo a través del paladar. De momento no nos queda otra.
El segundo motivo, pero no menos importante es que hoy soy maestra panarra de unos de mis retos favoritos del mundo mundial: todos los participantes en el lunes se amasa eligieron mi pan de molde multicereales como el mejor del reto y, por tanto, encargada de elegir el siguiente reto para que un montón de panarras se pongan manos a la masa.
A mí me gusta una masa dulce más que a un tonto un boli, qué le vamos a hacer y, siendo mi turno en vísperas de semana santa, no podía elegir otra cosa como reto más que monas de pascua. Monas de pascua hay muchas y las hay en toda Europa, cada una con sus tradiciones y con sus peculiaridades; como ejemplos, podéis ver la mona de pascua croata o los semlor suecos.
En España hay también un hermoso surtido de monas de pascua: desde el panquemao valenciano, hasta la enfilada asturiana, la coca de nueces o las características de cada una de las regiones, siendo levante la zona más prolija en esta tradición. También en Cataluña hacen monas de pascua, pero son diferentes: se trata más bien de figuras de chocolate cada vez más imaginativas que sustituyen a los tradicionales huevos de pascua.
Pero las monas de pascua que yo quería para mi reto son las de masa levada dulce. Y esa es la que os traigo yo hoy en versión serbia.
Mona de pascua serbia
La mona de pascua serbia que os traigo hoy como maestra panarra 🙂 no es una masa excesivamente dulce, por eso va a gustar tanto a los golosos como a los que lo son menos.
No es una elaboración fácil. A pesar de que la masa se maneja sin dificultad, la técnica de hojaldrarla dificulta un poco el horneado haciendo complicado un equilibrio entre la correcta cocción del interior y el dorado no excesivo del exterior.
De hecho, tuve alguna dificultad y la primera que hice se quedó cruda por dentro.
Ingredientes
- 500 g. de harina de fuerza,
- 100 g. de yogur natural,
- 150 ml. de leche
- 10 g. de levadura fresca de panadero,
- 75 g. de mantequilla,
- 100 g. de azúcar,
- 1 cucharadita de sal,
- 1 huevo,
- 100 g. de mantequilla para hojaldrar y un huevo para pintar.
La receta la encontré en el blog Con harina en mis zapatos, pero la he adaptado ligeramente.
Elaboración
- Con el yogur, 50 g. de harina y 1,5 g. de levadura elabora un prefermento que reposará unas 8 horas.
No es necesario amasar: basta con mezclar bien los ingredientes cuidando que la levadura se disuelva correctamente.
El reposo deberá hacerlo tapado (en un bote de cristal con tapa, por ejemplo).
Lo habitual es hacerlo justo antes de acostarse y dejarlo reposando toda la noche. - Pasado el tiempo, el prefermento estará esponjoso e hinchado. Es el momento de amasar el resto de los ingredientes: los 450 g. restantes de harina, el huevo, la leche, la sal, el azúcar y el resto de la levadura.
Usa la técnica que prefieras: amasa a mano, con amasadora o usando la panificadora o la thermomix.
Si amasas a mano, lo ideal es usar la técnica de amasado francés con reposos que ayudarán a que la masa no se agarre tanto a las manos.
Panificadora: selecciona el programa de amasado o amasado con levado y agrega la levadura desmenuzada casi al final del programa.
Thermomix: función espiga 6-7 minutos, añadiendo la levadura cuando quede sólo 1. - En cualquiera de los supuestos, deja reposar la masa bien tapada con un paño seco hasta que aumente mucho su volumen. Siempre se dice hasta que duplique su volumen, pero es una expresión más bien orientativa 😉
- Vuelca la masa en la superficie de trabajo ligeramente enharinada para que la masa no se enganche, amásala ligeramente para desgasificar y divídela en 8 porciones más o menos iguales.
- Estira cada porción con un rodillo hasta obtener un rectángulo lo más fino posible. Ve reservando los rectángulos tapados con un paño, pero no pongas uno encima del otro o se quedarán pegados.
- Funde los 100 g. de mantequilla.
- Coloca un rectángulo de masa y píntalo con mantequilla ayudándote de una brocha de silicona: Sobre él, coloca otro y vuelve a pintar con matequilla fundida. Repite la operación hasta terminar toda la masa. Procura acabar también la mantequilla.
El último rectángulo de masa no se pinta. - Enrolla la masa formando un cilindro. Se te pueden escapar un poco porque al tener la mantequilla entre medias la masa no se queda pegada del todo. No te preocupes, es normal.
- Corta el cilindro en 5 rodajas más o menos del mismo grosor y disponlas en un molde tipo cake forrado con papel de horno reutilizable, píntalo con huevo batido y deja reposar unas 2 horas hasta que vuelva a levar.
- Precalienta el horno a 200ºC, calor arriba y abajo sin aire.
- Vuelve a pintar la mona de pascua serbia con huevo batido y hornea durante 40-50 minutos.
Si ves que está ya dorado por arriba antes de tiempo, puedes taparlo con un pliego de papel de aluminio.
Ojo con la levadura
Procura no usar demasiada cantidad para evitar que la masa se reseque en exceso.
A mí no me gusta disolver la levadura en el líquido como indican muchas recetas: creo que con un correcto amasado la levadura se integra perfectamente con el resto de los ingredientes. Mucho menos soy partidaria de disolverla en líquidos templados. Esto se hace para activarla y que la masa leve más rápido y yo prefiero los levados lentos, si es posible hasta retardados en frío. Encuentro que las masas salen muchíííísimo más jugosas y gustosas de esta manera.
Dicho esto, cada maestrillo tiene su librillo, así que…
Antes de desmoldar tu mona de pascua serbia
Ten cuidado antes de desmoldar la mona de pascua serbia y deja que se temple. Si está muy caliente antes de sacarla del molde, se te puede romper.
Una vez templada, tirando del papel de horno, la sacarás sin problema y podrás cortarla para comerla. Parece que los serbios prescinden de los cuchillos y la arrancan directamente con las manos como si arrancaran las rosas que asemeja esta mona.
Mirad como se aprecia en la parte inferior el formado:
No me resisto a terminar esta entrada sin recomendaros fervientemente que probéis otros panes dulces del mundo típicos de la cuaresma como los semlor o los hot cross buns.
¡Felices monas de pascua!