Risotto de verduritas
El risotto de verduritas de hoy viene a engrosar la larga lista de risottos que hacemos con cierta frecuencia en casa.
La verdad es que resulta una preparación muy versátil que acepta la mar de ingredientes y se adapta a los gustos de cada cual permitiendo, además, aprovechar ingredientes que tienes en la despensa.
La base de un risotto es un buen arroz, preferiblemente de la variedad arborio o carnaroli. Cebolla bien pochadita, arroz nacarado, vasito de vino blanco y luego ir añadiendo el caldo caliente poco a poco sin dejar de remover para que el risotto obtenga la textura cremosa que le caracteriza.
A partir de ahí, al sofrito se le pueden añadir los ingredientes que más nos gusten para saborizar el plato final o añadirle especias, queso para mantecarlo; se puede sustituir el vino blanco por cava o cualquier otra pesonalización que se nos ocurra.
Risotto de verduritas
Para hacer este risotto de verduritas, os voy a indicar las que hemos utlizado en casa, pero recordad que podéis poner cualquier otra que os guste.
Además, un buen caldo de verdura va a ser la clave para obtener un intenso sabor. En esta ocasión hemos usado el caldo de verduras Aneto de nuestra Degustabox de este mes.
Ingredientes
para cuatro personas
Vamos a medir el arroz en volumen para que sea más fácil calcular la cantidad de caldo. Esto significa que si usamos 1 litro de caldo, tenemos que utilizar una jarra medidora y llenarla de arroz hasta el indicador de un litro. Aproximadamente serán unos 600 g. de arroz.
- 600 g. de arroz arborio o carnarolli,
- 1 litro de caldo de verduras,
- 1 cebolla mediana,
- 2 zanahorias,
- 2 o 3 alcachofas por persona,
- 1 calabacín pequeño,
- 50 g. de mantequilla,
- 1 vaso de vino blanco,
- un buen puñado de queso parmesano rallado.
Elaboración
Preparando todos los ingredientes:
- Pela el calabacín y la zanahoria. Pártelos en brunoise (pequeños cuadraditos todos más o menos del mismo tamaño) y reserva por separado.
- Pela la cebolla y pártela muy fina al gusto. Nosotros siempre lo hacemos con picadora por comodidad y para que quede bien fino. Reserva.
- Limpia las alcachofas retirando las hojas duras más externas; lávalas bien y cuécelas durante 10 minutos para que queden tiernas.
Otra opción es usar corazones de alcachofa congelados, que están muy ricos. - Pon el caldo de verduras a calentar, sin que llegue a hervir: recuerda que para hacer risotto el caldo tiene que estar siempre caliente.
El sofrito:
- Pon la mantequilla en una cazuela. Cuando se derrita, añade la cebolla picada y deja que se cocine a fuego suave hasta que empiece a estar transparente.
Mantén el fuego bajo-medio para que el sofrito se haga despacito y sin quemarse. - Salte las alcachofas cocidas que previamene habrás partido por la mitad si son muy grandes.
- Añade la zanahoria picadita, remueve e incorpora el calabacín. No dejes de remover
- Añade el arroz y remueve para que quede bien impregnado de los sabores del sofrito y salpimenta al gusto.
- Rehoga durante 2 o 3 minutos, añade el vino blanco y sube el fuego para que se evapore todo el alcohol.
Es el momento de empezar a añadir el caldo
Cuando se haya evaporado el alcohol del vino, es el momento de comenzar a añadir el caldo a nuestro risotto de verduritas.
Recuerda que el caldo tiene que estar siempre caliente: mantenlo en el fuego sin que llegue a hervir y comienza a añadirlo al arroz cazo a cazo sin añadir el siguiente hasta que el arroz haya absorbido todo el líquido.
Mientras añades el caldo, remueve el risotto para que el arroz suelte el almidón y quede con la textura adecuada.
Cuando se termine el caldo, añade el queso rallado y remueve para que se integre todo bien. Deja que el risotto de verduritas repose unos cinco minutos antes de servir.
¡Ya tienes el risotto de calabacín listo para comer!
Puedes sustituir la mantequilla por aceite de oliva y prescindir del arroz para tener un plato vegano.
¡felices arrocitos con verduras!