Una mariscada en casa
¿En qué familia no se sirve algo de marisco en las grandes comidas navideñas? Tradicionalmente, se trata de uno de los productos más consumidos en estas fechas y, puestos a disfrutarlo a lo grande, ¿por qué no hacer una mariscada en casa?
Para estas fiestas, si nos decidimos por esta maravillosa opción, lo mejor es elegir el mejor producto, de más calidad y comprarlo muy fresco. Hoy en día, internet nos facilita enormemente la vida hasta para esto: Mariscos O Grove te lleva el mejor marisco gallego a tu casa, eligiendo el día que quieres recibirlo y con envíos gratuitos desde 110 €. Además, y os lo digo porque lo he comprobado, el producto viene fresquísimo y muy limpio. Listo para que podamos ponernos a prepararlo según las indicaciones que también incluyen en la caja para legos en la materia y que podéis encontrar, de igual modo, en su página web.
Hoy os voy a enseñar cómo preparar una mariscada en casa con productos gallegos. De verdad que con un poquito de organización, la cosa no es tan gravosa. La mayoría de las preparaciones, o al menos las más engorrosas, se pueden quedar listas el día anterior y, de esa manera, no complicarnos demasiado la vida a última hora.
Cómo hacer una mariscada en casa
Vamos a preparar una mariscada en casa para 4 personas a base de centollo, cigalas, vieiras y mejillones, todos ellos productos gallegos de excelente calidad que Mariscos O Grove nos sirvió a domicilio.
Con unas cuantas cigalas que hemos apartado, hemos preparado además un arroz delicioso porque la cachorrita pequeña no es muy amante del marisco. Este plato es opcional, por lo que ya os explicaré en otra ocasión cómo cocinarlo. Hoy vamos a centrarnos en la preparación de una mariscada en casa.
El centollo
Nuestro centollo era grande y venía muy limpio. Lo único que tuvimos que hacer fue cocerlo y os aseguro desde ya que fue la parte más complicada de la mariscada en casa: haceos una idea de cómo fue el resto 😉
El mayor problema con el que os vais a encontrar es disponer de una olla lo suficientemente grande para sumergir el centollo. Lo ideal es cocerlos con agua de mar, pero es algo que no se encuentra fácilmente en ciudades como Madrid 😉 En este caso, usaremos 70 g. de sal por cada litro de agua, además de unas hojas de laurel.
Si el centollo está vivo, lo sumergiremos en el agua cuando aún esté fría; de esta manera no perderá las patas. Sin embargo, si el animal está muerto, tendremos que esperar a que el agua esté cociendo para meter el centollo.
El centollo tiene que estar mirando hacia abajo para que no entre agua dentro del caparazón y se estropee el interior comestible.
Desde el momento en que el agua rompa a hervir de nuevo, contaremos 17 minutos antes de sacar el centollo y ponerlo bajo el grifo de agua muy fría o en un recipiente con hielos para cortar la cocción.
El tiempo de cocción varía ligeramente en función del peso del centollo:
Una vez cocido el centollo, puedes conservarlo de un día para otro en la nevera, de manera que esta operación puedes hacerla el día anterior a la celebración de la mariscada en casa.
Terminar de preparar el centollo
Al día siguiente, hay que terminar de preparar el centollo. Para ello, tendremos que seguir los siguientes pasos:
- tira de la lengüeta que tiene en la parte posterior: es como un abre fácil que arrastrará consigo el intestino. Deséchalo.
- Con cuidado, haz palanca para abrir el cuerpo del centollo. Es como quitar la tapa, pero hay que tener cautela para que no se derrame el contenido del interior.
- Una vez abierto, tenemos que retirar las branquias (no se utilizan, así que se tiran directamente). Las identificarás rápidamente porque son como unos filtros grises a ambos lados del caparazón.
- Ahora sólo queda sacar toda la carne del interior del caparazón, retirando una fina membrana que lo recubre y servirla en su interior.
- Puedes servir las patas aparte, pero asegúrate de cascarlas con un cuchillo resistente para que sea más fácil abrirlas en la mesa.
Mejillones
Otra de las partes más tediosas a la hora de preparar una mariscada en casa es, sin duda, limpiar los mejillones. Pero para disfrutarlos es importante rascar bien todas las conchas para dejarlas libres de los restos orgánicos que suelen llevar adheridos. Esta operación se hace de manera fácil usando un estropajo de alambre (el nanas de siempre).
También es importante retirar todas las barbas de los mejillones. Mejor que arrancarlas, es cortarlas con una tijera de cocina: así conseguimos no estropear la carne del mejillón.
Hecho esto, es importante lavarlos bajo el chorro de agua fría para eliminar todos los restos y, además, limpiarlos bien de arena.
Una vez limpios, los mejillones se colocan en una cazuela con un dedo de agua, dos hojas de laurel y dos rodajas de limón y se cuecen hasta que la mayoría estén abiertos. No más de tres minutos durará esta operación.
En esta ocasión, vamos a disfrutar los mejillones al vapor sin más porque los buenos productos no necesitan demasiados aderzos y queremos saborear el marisco en su esplendor.
Cigalas a la plancha
Esta vez nosotros optamos por hacer las cigalas a la plancha. Nada más fácil: basta con calentar una plancha o sartén hasta que esté muy caliente y cocinar las cigalas por ambos lados con sal gorda y un chorro generoso de aceite de oliva.
Hay que tener cuidado para que la carne no se reseque: dependiendo del tamaño de la cigala, el tiempo puede oscilar entre 2 y 5 minutos aproximadamente.
Vieiras al ajillo
Terminamos el menú con unas vieiras que hemos preparado al ajillo.
Al igual que en el caso de los mejillones, lo más complicado es limpiarlas bien, pero las mías venían casi listas para consumir. Sólo tuvimos que limpiar un poco la concha para poder usarlas después como recipiente.
🥄Con una cucharada de aceite, pasa las vieiras por la plancha, cocinándolas por las dos caras hasta que estén listas según tu gusto. No las cocines demasiado: lo bueno es que estén jugosas. Colócalas sobre su concha limpia y seca.
🥄Sofríe un diente de ajo bien picadito junto con una cucharadita de perejil picado. Cuando esté listo el sofrito, viértelo sobre la viera y sirve inmediatamente.
Con todo este marisco gallego, tenemos lista nuestra mariscada en casa. Lo suyo es regarla con un buen albariño que también puedes encontrar en la página web de Mariscos O Grove y ya, si nos ponemos exquisitos, terminar la comida con una tarta de Santiago.
Aunque, si lo que quieres es culminar la cena de nochebuena, puede ser buena idea unos vasitos de turrón que también puedes dejar listos un par de días antes.
¡Felices mariscos navideños!
me parece una gran idea. Un abrazo y felices fiestas. Celeste
En casa en las cenas o comidas siempre empezamos con marisco y nos encanta comprarlo fresco
Me encanta el marisco y el centollo sobre todo. Ya tengo 2 encargados para Navidades!!!
Que bien se queda con una buena mariscada para una mesa de fiesta.
Muy buen explicadas las cocciones.
Me parece una gran idea para disfrutar de un buen mariscos estas Navidades, sobre todo porque te lo traen directamente a casa y así evitamos aglomeraciones en los mercados.
Que rica es siempre una buena mariscada, yo las disfruto durante todo el año, podría alimentarme de marisco y me corto por el ácido úrico
Un saludo
Amanda
Madredelamorhermoso, como te cuidas! Adoro el marisco y también me gusta cocerlo yo. Gracias!
Qué espectáculo de mariscos, curiosamente estamos hablando de hacer algún pedido online, aunque nosotros vivimos en la costa es difícil encontrar por ejemplo las centollas, así que voy a echar un ojo.
Nos parece una opción fantástica para disfrutar de un marisco de calidad. La tendremos en cuenta. Gracias!