Mermelada de tomate
La mermelada de tomate es uno de esos básicos que no debería faltar en ninguna despensa. Igual te apaña un desayuno que te soluciona un aperitivo imprevisto: un poco de buen queso curado, un par de cucharadas de mermelada de tomate, unas rebanadas de pan casero y una copa de vino. Yo lo firmo ya. Pero ya mismo.
Como cualquier mermelada, la de tomate no requiere una especial habilidad culinaria: fruta, azúcar y paciencia. Esos son los ingredientes básicos. En el caso de la mermelada de tomate, se puede tratar el tomate previamente quitándole la piel y despepitándolo. Además, se suele aprovechar para quitarle algo de agua porque, de otra manera, sale demasiado líquida.
Pero yo es que no tengo tiempo. Porque entonces, haría mermelada de tomate pero dejaría a los cachorritos sin cenar y… no es plan, la verdad. Y no iban a querer cenar ese aperitivo que os he sugerido al principio, que me los conozco. Porque yo no sé qué les pasa a los niños con las mermeladas, pero son como el agua y el aceite. Que no se lo puedo reprochar porque a mí, de peque, tampoco me gustaban las mermeladas. No como ahora, que ya es vicio… Y si no os lo creéis, podéis comprobarlo aquí.
Mermelada de tomate con thermomix
Pues eso, que yo hago la mermelada de tomate sin quitarles la piel a los tomates ni despepitarlos. Y con todo su agüita, irreverente que es una. Para ello cuento con la ayuda de mi thermomix que soluciona mucho la vida.
Y si se me queda demasiado líquida, le añado un poco de agar agar para que le dé consistencia. Se puede seguir cociendo hasta que se evapore todo el agua, pero ni para eso me llega el tiempo.
Eso sí, siempre que recurráis al truco del agar agar para espesar las mermeladas o cualquier otra cosa tened en cuenta que este alga necesita ser hervido durante unos 7 minutos para que luego desarrolle su efecto gelificante. Si no, será como no haber añadido nada.
Ingredientes
- 1 kg. de tomates bien maduros,
- 500 g. de azúcar
- hojas de albahaca (opcional)
- 1,5 – 2 g. de agar agar en polvo
Necesitarás además:
- Para pesar el agar agar, puesto que se trata de cantidades muy pequeñas y muy precisas, te vendrá bien una báscula de precisión. Yo tengo una de Lidl. Me costó unos 5 € y le doy un uso tremendo para la levadura de mis panes diarios, especias, agar agar, etc.
- Botes de cristal para envasar.
Elaboración
- Lavamos bien los tomates y les quitamos los pedúnculos y los trozos que puedan tener deteriorados.
- Colocamos en la jarra y pesamos. Para calcular la cantidad de azúcar, tendremos en cuenta el peso final de la fruta.
- Añadimos el azúcar: siempre la mitad de la cantidad de fruta.
- Trituramos: 2 minutos, velocidad progresiva 5-10. La idea es que quede un puré lo más fino posible, aunque a mí no me molestan las pepitas ni los restos de piel en este tipo de mermeladas.
- Programamos 30 minutos, temperatura varoma, velocidad 3. Quitamos el cubilete y ponemos el cestillo arriba para favorecer la evaporación, pero que no salpique.
- Comprobamos la textura de la mermelada: ponemos una cucharada en un plato y trazamos una línea en el centro. Si se mantiene separada, está correcta. Si no, es que es demasiado líquida y, entonces, tendremos que recurrir al truco del agar agar. Ya os adelanto que con la mermelada de fresa y con la de tomate siempre lo uso.
- Echamos el agar agar y volvemos a programar 7 minutos, temperatura varoma, velocidad 3.
- Ya sólo nos queda rellenar los botes de cristal y seguir las pautas que os expliqué aquí para conservar las mermeladas durante varios meses.
Antes de cerrar los botes, si queréis aromatizar la mermelada de tomate, podéis añadir unas hojas de albahaca fresca. A mí me encanta el sabor de la albahaca, así que me parece todo un acierto. Pero no es imprescindible y, de todas maneras, la mermelada de tomate ya es un placer por sí sola.
Receta apta
Esta receta es apta para alérgicos al huevo, a los frutos secos, a la PLV. En general para todos los alérgicos que no lo sean al tomate o sus “cruzados.
Se trata además de una receta compatible con dietas veganas o vegetarianas y carentes de gluten.
En cualquier caso, recomiendo leer con detenimiento los ingredientes del agar agar que uséis por si contuviera alguna traza que lo hiciera incompatible con vuestra dieta.
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