Pan de café
Este pan de café es aroma puro. Los panes con masa madre siempre lo son, pero este que no contiene otro líquido más que café, imaginaos. Acompaña perfectamente los desayunos tanto salados, como dulces porque combina fenomenal con un poco de mantequilla y mermelada, pero también con un chorro de aceite de oliva y unas lonchas de pavo, por ejemplo.
Disfruté tanto haciéndolo que, aunque lo publiqué de manera rápida en Instagram hace unos meses, me apetecía recordarlo y tenerlo en el blog en detalle para que podáis replicarlo y probarlo vosotros también.
Pan de café
La receta la vi originalmente a un famoso panarra de redes, Gluten Morgen. Si no le conocéis, cosa que dudo, y os gusta hacer pan, corred a ver sus vídeos. El del pan de café fue amor a primera vista y una de las pocas recetas que hago de manera inmediata según las veo. Lo habitual es que pasen varias semanas o meses, incluso años, en la lista de pendientes hasta que encuentro ocasión de cocinarlas por muchas ganas que tenga.
Pero habiendo de por medio pan y café, no me podía resistir, claro.
Ingredientes
Como era un pan experimento, hice una hogaza pequeña, la mitad de las cantidades que suelo hacer habitualmente. Se pueden duplicar para tener un pan de algo más de un kilo.
- 250 g. de harina panadera,
- 60 g. masa madre al 100% (refrescada con café)
- 175 ml. de café solo, es decir, agua y café, sin leche ni azúcar, que no esté recién hecho: mejor frío o templado.
Recuerda que las levaduras mueren con temperaturas muy elevadas, de manera que si echamos el café caliente recién hecho, nos arriesgamos a que la levadura se inactive y no suba.
Si lo añades templado, puedes acelerar un poco el proceso de levado, lo cual puede ser una ayuda en determinadas épocas del año. - 0,5 g. de levadura fresca de panadero,
- nibs de cacao para darle un toque más mágico aún.
Si no usas masa madre, mantén el resto de cantidades sin alterar nada, pero sustituye la masa madre por 4 gramos de levadura fresca de panadero o 1,5 de levadura seca para panadería.
Elaboración
- Como paso previo, refresca la masa madre y asegúrate de que esté bien activa. Hazlo como tengas por costumbre, pero usando café en vez de agua. Cuando la masa madre esté bien burbujeante, continúa con los siguientes pasos.
- Amasa bien todos los ingredientes. Puedes usar una amasadora de gancho, una panificadora o a mano. Dale a la masa forma de bola y déjala, bien tapada en un lugar sin corrientes de aire, que repose hasta que leve.
El tiempo va a depender de si has usado levadura o masa madre y de la temperatura exterior: a más temperatura, levado más rápido y siempre mucho más con levadura que con masa madre.
- Una vez la masa hinchada, vuélcala sobre la superficie de trabajo y fórmala dando tensión. En esta ocasión hice una hogaza que reposó en un banetón ligeramente alargado.
Una vez formada la hogaza y antes de depositarla en el banetón, rebózala con un puñado de nibs de cacao. Procura que se queden bien pegados a la masa, sin sacarle el aire. - Vuelve a taparla y deja que repose nuevamente hasta que se hinche bastante: tiene que ser evidente a la vista; en algunas ocasiones hago fotos a la masa inicial para ver la diferencia pasado un tiempo.
En este punto tienes varias opciones: dejarla levar a temperatura ambiente (con masa madre, en función de la temperatura exterior, un mínimo de 3-4 horas o bastantes más en invierno) o meterla a la nevera donde puede reposar toda la noche o incluso más.Esta última opción es mi favorita porque me permite una mejor organización.
- Precalienta el horno a tope. Para que la greña de un pan se abra bien, el horno tiene que estar muy muy caliente y con bastante vapor, así que puedes introducir un cacharro con agua en la base del horno para que se caliente y, cuando veas que el horno está bastante lleno de vapor y ese agua en ebullición, sabrás que es el momento de meter el pan.
Conviene también que la bandeja en la que vayas hornear el pan esté caliente, es decir, que debería estar en el horno desde el momento en que empiezas a precalentarlo. - Antes de introducir el pan en el horno, hazle la greña.
La greña es el corte que se hace a los panes de manera más o menos artística, para que se abran por el lugar que le hemos indicado y no exploten por cualquier lado.
Para hacer la greña de manera eficaz es conveniente usar un greñador, pero se puede usar sin problemas un cúter normal. Lo importante es que la cuchilla esté muy afilada. - Hornea el pan:
Los primeros 10 minutos con calor sólo abajo máxima temperatura y manteniendo el vapor.
Otros 20-30 minutos a 210º, calor arriba y abajo ya habiendo retirado el vapor. - Comprueba que el pan está bien horneado golpeando en la base: si suena como a hueco, es que está listo. En ese caso, apaga el horno y deja el pan en su interior con la puerta abierta al menos 15 minutos.
- Saca tu pan, déjalo enfriar y disfruta de su aroma, de su corteza crujiente y de su miga maravillosa.
Ahora imagina cómo sabe una tostada con este maravilloso pan y un poquito de mantequilla por encima que se funde al contacto con el pan tostado. Oro puro, de verdad, es todo un espectáculo.
En esta receta se juntan mis dos alimentos preferidos, el pan y el café. Me tiro de cabeza a prepararla! Gracias!
Te va a encantar, ya verás.
que original¡¡ te ha quedado fenomenal, eres toda una panadera.
Un abrazo
Concha
Este pan tiene que estar riquísimo