Pan con masa madre #retomasamadre
Receta de pan con masa madre
- 250 gr. de masa madre al 100%, lista para usar (yo usé masa madre de trigo integral) *
- 300 gr. de harina de fuerza
- 300 gr. de harina de todo uso
- 310 gr. de agua
- 10 gr. de sal
- mucha paciencia, perseverancia y ganas de hacer un pan como los de antes, con aromas y un sabor realmente excepcional.
- un grupo de amigas panarras que por whastsapp te apoyan cuando el pan no sale y te animan al ver que los suyos sí (también cuando los suyos tampoco salen; ya se sabe eso de “mal de muchos…”)
Sin vosotras no lo habría hecho.
Cómo hacer e pan con masa madre:
- Referescamos nuestra masa madre hasta obtener 300 gr.(Solo usaremos 250 para este pan, pero tenemos que guardar un poco para panes futuros, no nos olvidemos nunca de este paso).Voy a partir de la premisa, que fácilmente NO se cumplirá en los meses más fríos -tardará mucho más- ni en los más cálidos -tardará muchísimo menos-, de que nuestra masa madre tardará en comenzar a activarse unas dos horas. Esto tampoco se cumplirá si la masa madre está fría, recién sacada del frigorífico. Como véis, muchas variables entran en juego.
- Pues, partiendo de la premisa anterior, mezclamos las dos harinas con el agua y lo dejamos reposar unas dos horas, el tiempo que la masa madre tardará en activarse. Este proceso se llama autolisis.
- Cuando hayan pasado las dos horas y la masa madre esté activa, mezclamos las harinas que estaban en autolisis con el agua, con la masa madre (no os olvidéis de retirar unos 50 gramos para el próximo pan) y la sal y amasamos.Podemos amasar siguiendo diferentes técnicas, aquí cada uno que escoja la que más se adapte a sus gustos:** amasado francés (que yo no controlo, así que no me meteré en temas sobre los que no sé)** amasado sencillo, a base de plegados. Este consiste, como su nombre indica, en ir plegando la masa sobre si misma. Se hacen 3 o 4 pliegues y se deja descansar la masa unos 10 minutos, pasados los cuales se vuelve a plegar y, de nuevo, a dejar reposar. Se repetirá esta operación un total de 4 veces para conseguir retener aire en el interior de la masa y que se formen alveolos en la miga.
** lo que yo hice: amasar todos los ingredientes usado el programa de amasado de la panificadora, incluyendo el levado con calorcito, para facilictar que la masa comience a levar porque el proceso es muchísimo más lento que si usamos levadura. Mientras estaba dentro de la pani, lo fui plegando varias veces. - Primer levado: dejamos reposar la masa dentro de un bol tapado con un paño limpio. Unas dos horas, dice el libro de Ibán Yarza… mi experiencia es que tarda mucho, muchísimo más.
Así que yo lo hago así: una vez que ha comenzado el proceso de levado, lo guardo en el frigorífico para que allí leve muuuy despacito, pero esto nos permite organizarnos mejor los tiempos. Habitualmente lo dejo dormir dentro de la nevera o incluso uno o dos días, según me convenga hornear en un momento u otro. Esto lo hago también con masas que llevan levadura.
En el caso de este pan que véis, durmió “solo” 10 horas en el frigorífico. El sábado por la mañana, nada más levantarme, lo saqué. - Pasado el tiempo de reposo (ya sea en frío o a temperatura ambiente), volcamos la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y recogemos sus extremos formando un hatillo; colocamos el hatillo con el cierre hacia abajo y boleamos con cuidado de no sacar el aire del interior de la masa.
- Dejamos reposar en un banetón o en un bol forrado con un trapo de cocina enharinado, durante dos horas más. El cierre del hatillo, en esta ocasión, estará hacia arriba.
- Precalentamos el horno, al máximo de temperatura, un recipiente metálico con agua para crear vapor. Mucho vapor será sinónimo de un pan crujiente, así que es conveniente mantenerlo encendido todo el tiempo que esté levando la masa y tapar la salida de vapor que suelen tener los hornos con un trozo de papel de aluminio.
- Volcamos la masa sobre una bandeja forrada con papel de horno, le hacemos unos cortes al gusto (en forma de cruz o de cuadrado, como más nos guste) y metemos en el horno 10 minutos a 250º con calor solo abajo. Antes de cerrar la puerta del horno volcamos parte del agua sobre la parte de abajo del horno para que haga vapor fuerte. Incluso podemos pulverizar con agua el propio pan.
Truquillo: los cortes (se llaman greñas) se hacen con un cúter mejor que con casi cualquier cuchillo. Cuando hagamos el corte, cotilleamos la parte interior de la miga: se tiene que ver claramente que esta ha comenzado a formarse, aunque estará cruda, evidentemente. Si no es así, dejamos levar un poco más. - Pasados 10 minutos sacamos el recipiente con el agua y bajamos a 200º. Horneamos otros 45-45 minutos.Se sabe cuando el pan está bien cocido cuando, al golpear la base, suene a hueco.
- Sacamos y dejamos reposar sobre una rejilla.
- Para una corteza aún más crujiente, puede permanecer en el horno apagado durante 30 minutos más, con la puerta entreabierta.
Enhorabuena Verónica!! es sumamente gratificante hacer éste tipo de panes y coincidirás conmigo en que el sabor es especial. La masa madre es delicada y hay que ser constantes en su cuidado, pero salen unos panes que bien merecen la pena el esfuerzo. yo he aprendido mucho de éste tema con el blog "mis recetas favoritas" Si no lo conoces, échale un vistazo, te va a encantar.
Un abrazo
Con éxito no, con matricula de honor, menudo pan!!!!!!!! Que ganas me ha entrado de pan y leche, yo con eso ya soy feliz para la cena.
Besinos
Un pan estupendo, la verdad es que el sabor que le aporta la masa madre no tiene que ver con ningún otro, enhorabuena.
Besos
Un pan fantástico 🙂 que pinta tienen esas rebanadas… me pido un buen trocito con mantequilla. Desde luego hacerlos siempre engancha. Un besito
Recetas de una gatita enamorada
Que pasada de pan!! como te dije por face, me recuerda al que hacía mi abuela en un horno de leña que teniamos en la casa del pueblo…que aún está pero, claro , ya no se usa…se horneaba un dia a la semana 3-4 panes de estos y se guardaban en una basija de barro tapados con paños de algodon y duraban muy bien toda la semana…que tiempos…!! yo era una cria, pero todavía me acuerdo del olor a pan recien hecho que había en mi casa… ahora al ver el tuyo recuerdo ese olor!!
Menudo trabajo te has dado…pero ha merecido la pena, te ha quedado un pan espléndido!! me da envidia pero soy aún muy novata en esto del pan… aunque me la guardo en favoritos para hacerla un día que me sienta valiente!! Besitos.
guapa! sin ti si que no lo hubiesemos hecho! que viva la pani-obsesion!
Ese pan, como mola, se merece una oooooooooolaaaaaaaa!!
Querida Verónica, menudo trabajazo. Me parece que nos parecemos un poco en eso de currar y repetir hasta que algo está a nuestro gusto.
Te ha quedado un pan de 20 y estoy segura de que estará muy bueno. Me voy a leer punto por punto todo lo que cuentas porque siempre aprendo.
Si te digo que llevo preparando un pan hace más de un año y como no he conseguido lo que quiero, he dejado el tema en barbecho para seguir cuando pueda.
Felicidades y un beso
Qué genial te quedó este pan, Vero. Está perfecto y tiene que estar buenísimo =)
Con la corteza dura y crujiente y el interior esponjoso..Umm…
Un besote guapa!
Menuda receta Veronica!!!! Me comia ahora un trozo!!!!
Que maravilla de pan nos traes hoy!
No hay cosa que mas me gusta que hacer pan casero!!! Se agradece un monton y ademas siempre queda la casa con un olor estupendo!!!!
Tengo que probar con esta receta! La miga se ve perfecta
Un besote!