Las croquetas son un plato estrella en nuestra gastronomía que suele gustar a niños y a mayores.
Yo le encuentro muchas ventajas y es que se pueden preparar de cualquier cosa: se pueden aprovechar restos de otras comidas y convertirlas en croquetas o podemos utilizarlas para introducir alimentos que no siempre gustan, sobre todo a los niños. Por ejemplo, el pescado. Las croquetas de pescado son deliciosas y creo que ningún niño se negaría a comerlas.
Como es mejor ir paso a paso, aquí va la receta de la
receta de masa para croquetas
Hacer la masa para croquetas no es muy difícil, pero sí laboriosa. Por eso yo suelo hacer una tanda bastante grande y así puedo congelarlas e ir tirando de la reserva para cuando nos va haciendo falta.
Si las acompaño de un tomate picado, de una crema de calabaza o de un plato de guistantes con jamón, que a mis cachorritos les encanta, me apañan una cena cuando no he podido o no he tenido tiempo de preparar algo más elaborado.
Por eso, porque son ellos quienes principalmente las comen, prefiero hacerlas en casa y no comprarlas congeladas. Por eso y porque están mucho más ricas, dónde va a parar.
Porque no quiero presumir, pero me salen muy ricas.
- aceite de oliva
- 200 g harina
- leche
- una cucharadita de sal
- El ingrediente del relleno.En las fotos veréis dos tipos de croquetas: de jamón (200 gr. de jamón y fiambre de pavo picaditos) y de espinacas (1/2 bolsa de espinacas)
Cómo hacer la masa para croquetas caseras:
- En una cacerola de base ancha se echa un chorro de aceite de oliva y se calienta.
- Una vez caliente se añade el ingrediente principal de las croquetas, el que le va a dar sabor. En la imagen vemos las espinacas picadas. Se deja rehogar, sin que se queme. Hay a quien le gusta añadirles cebolla picada; se echaría lo primero de todo; nosotros las preferimos sin. Pero si se echa, cuidado con quemarla, que es fácil.
- Cuando esté rehogado, se echa toda la harina y se tuesta. Se pueden quedar bolitas, como grumos, no pasa nada, ya los desharemos después. Es importante tostarla un poco al principio para quitarle el sabor a harina crudo.
- Cuando la harina esté bien integrada con el aceite, se puede ir incorporando el líquido, también a poquitos, al menos al principio.
Se puede utilizar caldo (de verduras, de ave, de cocido, según el tipo de croquetas que vayamos a preparar) o leche, al gusto de cada casa. A nosotros nos gustan más con leche.
Así que vamos echando la leche poco a poco y removiendo sin parar. Si han quedado grumos de harina, los aplastaremos bien con una cuchara de madera y cuidaremos de que se disuelvan con la leche.
- Una vez hayamos incorporado todo el líquido, seguiremos removiendo para que no se agarre hasta que la bechamel obtenga la consistencia deseada.
No nos olvidemos de añadir 1/2 cucharadita de sal. - Una vez que hemos terminado, la masa tiene que reposar y enfriarse para que podamos manejarla y enrollar las croquetas. Para evitar que se forme costra, taparemos la masa con un papel film.
Varios tipos de masa para croquetas.
Aquí veis las dos masas de croquetas listas. Solo les queda enfriarse para completar la última fase. Igual les pido a los cachorritos que me echen una mano.
Puedes ver el siguiente paso, ¿cómo enrollar las croquetas caseras? pinchando aquí.
Otras recetas de croquetas de este blog:
- Croquetas de cocido, para utilizar los restos del puchero.
- Deliciosas croquetas de gambas.
- Originales croquetas de salmón.
Es que a Manuel también le gusta mucho estar conmigo en la cocina. Siempre está tocando todo y preguntando ¿y eto que es? ¿y eto? ¿y eto?
Como me acuerdo de tus peques.
¡Qué guay, Vane! Me encanta que seas tan aficionada al blog. Me queda publicar la segunda parte, la de formar las croquetas, que lo hicimos ayer entre los cachorritos y yo; liamos una…
Que bien me viene esta receta. Nunca pensé en hacer croquetas con espinacas y tengo una bolsa en casa que no sabía como gastar.
A ver si saco un hueco.