Brioche

Uno de los primeros alimentos en los que piensas cuando hablas de Francia es el brioche. Igual es cosa mía que soy una enferma de las masas, pero cuando supe el destino al que viajaríamos este mes con el reto Viaje entre sabores, no dudé ni un segundo en preparar estos fantásticos brioches.

No es la primera receta de brioche que podéis ver en este blog, pero sí la primera que intento hacer siendo bastante fiel a la receta francesa, con su buena cantidad de mantequilla.

La verdad es que el resultado es una masa súper esponjosa, muy muy fácil de comer. Pero se trata de una bomba que no conviene a nuestro organismo con demasiada frecuencia. ¡Desayunemos brioches sólo cuando viajemos a Francia! Hoy, por ejemplo.

Receta de brioche francés:

Para 8 brioches pequeñitos

• 1 cucharada de masa madre -opcional-
• 3 huevos.
• 100 ml. de leche.
• 375 g. de harina de fuerza.
• 1 pizca de sal
• 100 g. de azúcar blanquilla.
• 175 g. de mantequilla blanda -no hace falta que esté derretida, sólo que no esté fría de la nevera-.
• 8 g. de levadura fresca de panadero.

1.- Amasado:

Amasar bien los ingredienes es fundamental para conseguir que nuestro brioche tenga una miga jugosa y alveolada. Para estos casos, yo prefiero la panificadoara sobre la thermomix porque el amasado es mucho más largo y eso la masa lo agradece. Pero puedes usar la thermomix igualmente y yo te voy a decir cómo.

Para amasar nuestros brioches con la panificadora:

• Pon en la cubeta todos los ingredientes, salvo la mantequilla y la levadura.
• Selecciona el programa de amasado.
• Cuando el resto de los ingredientes estén bien integrados, añade la mantequilla ablandada en dados y continúa con el programa de amasado. Es bastante probable que al terminar el programa la masa no tenga aún consistencia porque tiene mucho líquido y una buena cantidad de grasa.
  No caigas en la tentación de echar más harina: simplemente selecciona una vez más el programa de amasado.

Amasar los brioches con thermomix:

• Ponemos todos los ingredientes, salvo la mantequilla y la levadura en la jarra.
• Seleccionamos la opción espiga durante 2 minutos.
• Añadimos la mantequilla ablandada y volvemos a seleccionar la función espiga durante 5-6 minutos, hasta que comprobemos que se forma una bola lisa y brillante. Incorporamos la levadura y volvemos a amasar durante un minuto.

2.- Reposo (primer levado)

Una vez que tengamos la masa lista, necesita reposar y levar hasta que doble su volumen.

Se trata de una masa con mucha grasa, por lo que el levado será lento. Además, para soportar toda esta grasa, es conveniente que hayáis usado harina de fuerza. Este tipo de harina no es imprescindible para hacer pan normal, pero sí para las masas que incorporan otros ingredientes y, en especia, para los que son muy grasos como es el caso del brioche.

Deja levar la masa del brioche tapada con un paño seco y limpio durante unas dos horas, hasta que veas que la masa se ha hinchado y ha aumentado mucho su volumen.

Si has amasado en la panificadora y has seleccionado el programa de amasado con levado, la masa reposará dentro de la cubeta. Cuando termine el programa, no tengas prisa en continuar con la receta si ves que necesita levar un poco más.

Si amasaste en la thermomix, puedes hacer el levado dentro de la jarra o volcar la masa a un recipiente que aceitarás previamente para que no se quede pegado.

4.- Formando los brioches:

Volcamos la masa sobre la superficie de trabajo y amasamos ligeramente para desgasificar. Se trata de una masa blanda, pero tiene mucha grasa por lo que difícilmente se te quedará pegada a las manos. Aún así, si lo consideras necesario, úntalas con aceite para trabajar mejor.

Dividimos la masa en 8 porciones de unos 80 g. cada una y vamos formando uno a uno los brioches: de cada porción separaremos una pequeña parte para hacer la bola de arriba. Boleamos la parte grande procurando dejarla lisa y con cierta tensión. Depositamos sobre un molde. Repetimos la operación con la parte más pequeña y colocamos con cuidado encima de la grande.

Tradicionalmente los brioches se hornean en unos moldes parecidos a las flaneras rizadas. Como yo no tenía, me apañé con flaneras normales y con moldes de magdalena. Lo importante es que uses soportes rígidos que puedan meterse a horno.

5.- Segundo levado:

Tapa bien los brioches ya formados para que no se resequen y déjalos levar de nuevo hasta que vuelvan a doblar, aproximadamente, su volumen. Este proceso tardará otras dos horas, más o menos.

Recuerda siempre que el tiempo de levado depende de la temperatura exterior: si hace calor, será más rápido.

Puedes jugar con la temperatura para organizar el tiempo según tu conveniencia: en esta ocasión mis brioches levaron en el frigorífico, dentro de una bolsa de plástico porque yo me fui de paseo con mis cachorritos. Estuvieron unas 6 horas en la nevera. Los levados prolongados en frío siempre juegan a favor de la textura y de los aromas de las masas.

6. Horneado:

Encendemos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo sin aire.

Pintamos los brioches con un poco de leche y horneamos durante 15 minutos.

Si ves que se están dorando demasiado, puedes taparlos con un poco de papel de aluminio para que no se quemen.

Sacamos del horno, dejamos templar y ¡¡a merendar!!

Estos brioches, por su extra de mantequilla, aguantan bastante bien durante varios días. No es lo habitual porque las masas levadas caseras suelen resecarse muy rápido. Por eso yo siempre recomiendo congelarlas si no se van a consumir en un plazo más o menos corto de tiempo. Aquí puedes ver unos cuantos consejos para congelar este tipo de masas.

Si te ha gustado esta receta y, como yo, disfrutas trabajando con las masas, te recomiendo:

• suizos, los clásicos, con su azuquítar por encima.
• bollos suecos de canela.
• bolinhas de Portugal.