Magdalenas red velvet de remolacha {sin colorantes artificiales}
Red velvet de remolacha
Quien dice red velvet, dice pink velvet…
Y es que sí, mis magdalenas red velvet son más bien de un tono tirando a rosa pero no me digáis que no son monísimas. Más teniendo en cuenta que el color es culpa de la remolacha que recogimos la primavera pasada en el huertito, nada de colorantes artificiales.
En teoría, deberían haber salido rojas a pesar (o por culpa de) todo, pero yo no estoy acostumbrada a usar colorantes ni artificiales ni naturales ni estoy demasiado familiarizada con los procesos químicos que ocurren en el interior de los alimentos al mezclar distintos productos y que, en muchas ocasiones, afectan tanto a color.
Sé que para que el rojo de la remolacha se conserve hay que mezclarla con ácidos y, por eso, no conviene usar bicarbonato si queremos resaltar el color natural. Esto es importante porque algunos impulsores químicos de los que usamos en repostería llevan bicarbonato, de manera que hay que contrarrestarlo con otro ácido, como es el limón.
Espero que no haya ningún químico por ahí leyéndome porque se estará echando las manos a la cabeza… En fin lo que os he contado es una explicación de andar por casa para que alguien tan poco versado en estos temas como yo pueda entenderme.
Conclusión: si queréis hacer las magdalenas red velvet de remolacha y que esta mantenga su bonito color natural no suprimáis el limón de esta receta 😉
Red velvet cake
Red velvet significa literamente terciopelo rojo. Hace referencia tanto al color del pastel como a la suavidad y esponjosidad del mismo. Doy fe de que la textura es como de nube: pocas magdalenas son tan jugosas como estas. La culpa, una vez más, es de la remolacha, que aporta humedad a la mezcla.
Ahora bien, ¿tienen las magdalenas sabor a remolacha?
Pues sí, amiguis, he de deciros que sí. Es el sabor terroso característico de este tubérculo que no gusta a todo el mundo. Por eso me parece imprescindible el uso de la cobertura de queso con la que tradicionalmente se sirve esta famosa tarta porque suaviza considerablemente esta sensación.
Otra opción es añadir cacao a la mezcla, que también neutraliza mucho el sabor de la remolacha. Pero, claro, nos cargaríamos también su bonito color que era lo que en esta ocasión andaba yo buscando.
Magdalenas red velvet de remolacha
Ingredientes
- 250 g. de puré de remolacha*,
- el zumo de un limón,
- 125 g. de leche,
- 70 g. de aceite de oliva virgen extra variedad arbequina (es la más suave e ideal para repostería)
- 200 g. de azúcar,
- 2 huevos medianos,
- 250 g de harina.
Aunque no os lo creáis, las de hoy están hechas con harina semiintegral de Entrepiedras: finísima y muy delicada, espectacular. - 16 g. de impulsor químico.
- Para la cobertura: queso crema (yo he usado de la marca Arla que es suavísimo y delicado, muy fácil de trabajar) y azúcar glass.
*Hazlo cociendo la remolacha cruda, bien lavada, en agua hasta que esté blanda. En función de tamaño de la remolacha, el tiempo de cocción puede varia bastante. Además, es un tubérculo muy duro: calcula al menos 40 minutos para una remolacha mediana.
La buena noticia es que puedes hacer bastante cantidad y congelarlo para ir usándolo en sucesivas ocasiones. En mi caso, el puré de remolacha estaba congelado desde que hice estos panecillos en el mes de mayo.
Cómo hacer las magdalenas red velvet con thermomix
- Si tienes la remolacha cruda, lávala bien y cuécela: ponla en el cestillo, añade 1 litro de agua a la jarra y programa 100º, v3, 30 minutos.
Pasado el tiempo, comprueba que esté tierna pinchando con un palito. Si no es así, cuécela 10 minutos más. - Sácala, deja que se enfríe y retira la piel.
- Elimina el agua de la jarra y lávala por si han quedado restos de tierra de la remolacha.
- Tritura la remolacha hasta conseguir un puré fino.
- Añade la leche y el zumo de limón y deja que reposen durante 5 minutos para que la leche se corte y forme una especie de buttermilk.
- Pon la mariposa en las cuchillas, tapa la jarra y pon la thermomix en movimiento a velocidad 3,5. Añade por el bocal los huevos uno a uno: no incorpores el segundo hasta que el primero esté completamente integrado en la masa.
- Echa el azúcar y el aceite y mezcla 3 minutos, velocidad 3.
- Incorpora la harina y la levadura y vuelve a programar 3 minutos, velocidad 3.
- Precalienta el horno a 170º, calor arriba y abajo, sin aire.
- Rellena los moldes de magdalena con ayuda de una manga pastelera. Asegúrate de que no excedan de las 3/4 partes de la cápsula.
- Hornea las magdalenas a 170ºC, calor arriba y abajo sin aire, durante 10-15 minutos. Pínchalas con un palito para asegurarte de que están bien hechas por dentro.
- Mientras dejas que se templen, prepara el frosting: pon 50 g. de azúcar en la jarra bien limpia y pulveriza. Añade una tarrina de queso crema Arla, pon la mariposa y mezcla 2 minutos, velocidad 3.
Decora con esta cremita tan rica las magdalenas red velvet y verás cómo equilibra el sabor de la remolacha.
Cómo hacer las magdalenas red velvet de manera tradicional
- Si tienes la remolacha cruda, lávala bien y cuécela en una cazuela con abundante agua. Cuécela el tiempo necesario para que esté tierna: unos 30-40 minutos en función del tamaño de la remolacha.
- Sácala, deja que se enfríe y retira la piel.
- Tritura la remolacha hasta conseguir un puré fino. Puedes usar una batidora.
- Añade la leche y el zumo de limón y deja que reposen durante 5 minutos para que la leche se corte y forme una especie de buttermilk.
- Pasado el tiempo, ayudándote de la batidora, mezcla el buttermilk con el puré de remolacha. Sin dejar de batir, ve incorporando los huevos uno a uno: añade el segundo sólo cuando el primero esté bien integrado.
- Realiza la misma operación con el azúcar y el aceite.
- Incorpora la harina y la levadura y bate de nuevo hasta obtener una mezcla fina. Para facilitarte la tarea, puedes ir añadiendo la harina en 2 o 3 veces.
- Precalienta el horno a 170º, calor arriba y abajo, sin aire.
- Rellena los moldes de magdalena con ayuda de una manga pastelera. Asegúrate de que no excedan de las 3/4 partes de la cápsula.
- Hornea las magdalenas a 170ºC, calor arriba y abajo sin aire, durante 10-15 minutos. Pínchalas con un palito para asegurarte de que están bien hechas por dentro.
- Mientras dejas que se templen, prepara el frosting: mezcla 50 g. de azúcar glass con una tarrina de queso crema Arla. Es una mezcla bien fácil de trabajar: podrás hacerlo fácilmente con una espátula o con un tenedor.
Decora con esta cremita tan rica las magdalenas red velvet y verás cómo equilibra el sabor de la remolacha.
Mira lo jugoso que es el interior de las magdalenas red velvet de remolacha, ¡es increíble!
¿Magdalenas o donuts?
Como veis, parte de la masa, en vez de en formato magdalena, la he cocinado en forma de donuts. Últimamente es que tengo un vicio con los dónuts que no lo puedo remediar. La verdad es que casi cualquier masa tipo bizcochito es susceptible de convertirse en un dónut usando la bandejita que apadriné hace unos meses las chicas de TresCucharadas en la que tenéis 10% de descuento usando el código COCICACHORRITOS. Válido para toda la tienda.
No vas a poder decidirte, ¿verdad?
¡Felices magdalenas!
Que difícil es obtener ese rojo intenso sin colorantes. Buena idea
Así me gusta esta tarta, de verdad elaborada con remolacha, es un lujo. ¡felicidades!
un abrazo
Concha
Desde luego el color es una pasada, te han quedado estupendas sea por el zumo de limón o por otro ingrediente. Vaya mano!!
Solo por el color tan precioso que te han quedado ya dan ganas de comerlas y con esos ingredientes tan ricos debes estar espectaculares
Tienen un color precioso y a mi me gusta la remolacha.
Y en formato Donut también te quedaron estupendos
Que color más bonito y que ricas tienen que estar
Desde luego que son atractivas las magdalenas de color passioooonnn!
anda qué buena idea las magdalenas red velvet de remolacha, así no hay que usar colorante.
Yo le veo un color precioso y aunque en su día usé colorantes ahora me niego, prefiero el saborcillo de la remolacha que dicho sea me gusta mucho.
Y me quedo con el donete 😋
Me parecen super monas, seguro que están buenísimas
Jeje me conozco a una señorita muy pequeñita que le encantan las magdalenas. Y si encima son así de bonitas, seguro que le encanta hacerlas.
Una receta muy original y curiosa. Tienen que estar muy ricas. Guardamos la receta para intentar prepararlas en casa.
¡Qué buena pinta tienen! Me gusta mucho la calabaza en los bizcochos, les da una jugosidad y un dulzor impresionante.