Sándwich de guacamole

¡Qué cosa tan sencilla y tan rica el sándwich de guacamole!

De vez en cuando, sobre todos los fines de semana, en casa nos gusta cenar sándwiches. A veces los hacemos calentitos, como este sándwich tropical o este otro con tortilla. Pero otras veces, sobre todo cuando el pan de molde está recién hecho, nos gusta tomar sándwiches fríos con diferentes rellenos.

Esta vez hemos elegido uno muy sencillo con guacamole que, además, ni siquiera es casero, para que veáis el nivel de complejidad del plato 🙂 Pero bueno, que podéis curraros un guacamole casero de caerse de culo.

La originalidad de este sándwich de guacamole, además del pan de molde que he usado, que es el que hago en casa últimamente con las calabazas del huertito, radica en los nachos de remolacha de Zanuy que lo acompañan y que también están en su interior para darle un toque crujiente.

 

 

DietBox

Se trata de uno de los productos que llegó en mi DietBox, la cajita más saludable del mercado. Ya sabéis que se trata de una caja con productos dietéticos, alimenticios y de salud todos ellos con los mejores ingredientes y pensados para cuidarnos. Suelen incluir opciones veganas o vegetarianas y nos ayudan a descubrir opciones de picoteo o de tentempié que no son las habituales, que están buenísmas y que son saludables.

Y, para mí, esto último es súper importante.

Cómo hacer el sándwich de guacamole

Ingredientes

• 2 rebanadas de pan de molde,
• 3 cucharadas de guacamole,
• 1 tomate,
• 3 o 4 nachos de remolacha Zanuy.

Receta #sinhuevo #sinleche #sinlactosa

Siempre insisto en lo mismo, pero es importante: revisad bien el etiquetado de los productos procesados (en este caso guacamole y nachos) para aseguraros de la ausencia tanto del alérgeno que no podáis consumir, como de la inexistencia de trazas.

 

Elaboración

1. Lavar y picar el tomate en brunoise,
2. Picar parte de los nachos en trozos pequeños,
3. Untar el guacamole en cada una de las rebanadas de pan de molde,
4. Completar el sándwich rellenando con el tomate y los nachos picados.

¡Chimpún!

Ya veis que la complicación, no haciendo el guacamole en casa, es mínima.

Como siempre digo, no hay excusas para, por muy cansados que estemos, no tener una cena nutritiva y completa. Recurrir a comida preparada o precocinada puede ser una opción, pero no es la única y creo que ni siquiera es la mejor para hacerlo con frecuencia. Tener a mano productos preparados pero saludables, esos que en realfooding se llaman buenos procesados, nos puede ayudar mucho en momentos en los que no tenemos tiempo para hacer un guiso como el de las abuelas.

Y no es tan complicado, sólo es necesario salirse de lo habitual y abrir los ojos 🙂

¡Felices sándiwches saludables!